jueves, 5 de enero de 2017

Cita CCCIX: El bismuto (Bi)


"Quizás el más emblemático de este pequeño grupo sea el bismuto (Bi), un elemento situado en medio del cuarto trastero de los venenos que, sin embargo, es inocuo. Esto resulta especialmente chocante si tenemos en cuenta que sus vecinos de periodo son el ponzoñoso plomo y el radiactivo polonio, mientras que encima de él en su grupo se encuentra nada menos que el antimonio. El bismuto era conocido en la antigüedad, pero siempre fue confundido con el plomo y el estaño, cuando no con una mezcla de elementos. Los mineros medievales veían en él un tipo de plomo al que llamaban tectum argenti ("techo de plata") ya que a menudo encontraban plata debajo de él. Por eso, muchos alquimistas tenían la creencia de que se trataba de plata imperfecta, en el proceso de formarse en el interior de las rocas. La duda acerca de su naturaleza persistió hasta bien entrado el siglo XVIII aun cuando nuestro viejo conocido "Agrícola" ya apuntaba en 1526 a que se trataba de un metal distinto del plomo, al que llamo bisemutum. De hecho, todavía en 1713 las Memorias de la Academia Francesa explicaban que en realidad se trataba de una mezcla de sustancias y la farmacopea de la época contenía recetas para fabricarlo.

El bismuto es un material curioso. Cuando se solidifica, se expande, siendo una de las pocas sustancias con el agua y alguna otra que se comporta de esa manera. Sus cristales son muy hermosos, formando a menudo escalones en espiral recubiertos de un oxido iridiscente que muestra toda una gama de bellos colores. Además, siendo un metal, que lo es, es uno de los peores conduciendo el calor y la electricidad, comportándose en la práctica casi como un semiconductor. Se le utiliza como sustituto del plomo y como aditivo en metalurgia y sus compuestos son conocidos como pigmentos y cosméticos de la antigüedad. Sin embargo, a pesar de que durante la Segunda Guerra Mundial fue considerado como un material estratégico, hoy en día no es producido en gran cantidad. Durante mucho tiempo se creyó que el bismuto-209 era el isótopo estable más pesado del universo, aunque teóricamente nada situado más allá del plomo debería serlo. Finalmente, en 2003 se demostró que en realidad era radiactivo, solo que su vida media es ¡un billón de veces más larga que la vida estimada del universo!, lo que virtualmente lo convierte en estable."

El secreto de Prometeo y otras historias sobre la Tabla Periódica de los Elementos. Página 243, 244 y 245. Alejandro Navarro Yáñez. Editorial Guadalmazán. Cordoba, España - 2005.

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