jueves, 30 de marzo de 2023

Video 710: V de Venganza. Los misiles V-1 y V-2 | Academia Play

 

 

Una semana después del desembarco en Normandía una extraña bomba autopropulsada cayó sobre el centro de Londres causando la muerte de ocho civiles. Se trataba del último invento de los ingenieros del Reich, la Vergeltungswaffe-1 o V-1. Su nombre lo decía todo, significaba «arma de la venganza».  

Fuente: Academia Play

 

CADENA DE VIDEOS

 

Podcast La ContraHistoria: Viva l'Italia!

 

 

Durante siglos lo que hoy conocemos como Italia estuvo compuesta por un número variable de principados en cuyo centro se encontraban los Estados Pontificios gobernados personalmente por el Papa. Los habitantes de aquellos principados hablaban dialectos emparentados entre sí y eran culturalmente afines, pero pocos se planteaban unificar políticamente la península ya que había muchos intereses, tanto internos como externos, que lo hacían imposible. Tras las guerras napoleónicas el sentimiento nacional italiano empezó a ganar partidarios. Se fueron conformando por toda la península sociedades patrióticas, los llamados carbonarios, que se identificaban con las nuevas ideas revolucionarias y liberales y que, como en Alemania, aspiraban a formar un gran reino de Italia independiente de las grandes potencias europeas.

Ese fue el origen del llamado “Risorgimento” o resurgencia, un movimiento político y cultural que sacudió Italia durante buena parte del siglo XIX. No fue un proceso ni rápido ni sencillo. Dejando a un lado el hecho de que una parte de la península se encontraba entonces bajo soberanía austríaca, el Papa tampoco quería que se realizasen cambios fronterizos ya que eso supondría el final de su Estado. A partir de 1848 el movimiento fue fortaleciéndose gracias a los aires de cambio que llegaban desde otras partes de Europa. Las revueltas populares en Francia y Alemania encendieron el sentimiento nacionalista de los italianos, primero de los del norte, que se rebelaron contra el dominio austriaco, y luego de los del sur, que vivían en el reino de las dos Sicilias, heredero del antiguo reino de Nápoles que permanecía en manos de una rama de la dinastía borbónica llevada desde España en el siglo XVIII.

Los que abogaban por la unificación tenían por delante dos obstáculos aparentemente insalvables. El primero era el statu quo de los principados ya existentes. Ninguno de los monarcas italianos quería dejar de serlo. El segundo eran los propios italianos que, aunque sabían que Italia era una realidad histórica y cultural, no veían la necesidad de que se transformase en un Estado independiente. La convulsión napoleónica mostró a muchos que era posible no sólo unificar el país, sino también hacer una revolución exitosa que trajese aparejada un régimen liberal y una constitución como las que se habían promulgado en Francia o España.

Quedaron así entrelazadas dos causas, la de la unidad nacional y la de la revolución liberal, que empujaban en la misma dirección. Tras algunos intentos fallidos, la revolución de 1848 hizo que ambas coincidiesen levantando a media Italia en armas contra Austria, contra los príncipes locales y hasta contra el Papa Pio IX, que se vio obligado a huir de Roma para refugiarse en Nápoles. Fue en ese momento cuando Carlos Alberto de Saboya, rey de Cerdeña, decidió que había llegado el momento de unificar Italia desde el Piamonte. La suerte al principio no le acompañó ya que el imperio austriaco era poderoso, pero la semilla estaba plantada. De aquella revolución saldría unos años más tarde el Reino de Italia proclamado por su hijo Víctor Manuel II.

En La ContraHistoria de hoy vamos a conocer más de cerca cómo Italia pasó de ser un mosaico de reinos, repúblicas y principados, muchos de ellos controlados por potencias extranjeras, a adquirir conciencia nacional y lanzarse decididamente a por la unificación y la independencia.

Fuente: La ContraHistoria

 

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miércoles, 29 de marzo de 2023

Libro: Ramanujan. La mente que quiso entender el infinito

 


SRINIVASA RAMANUJAN es, sin lugar a dudas, el matemático de orige dio más célebre y conocido de la historia, no solo por sus geniales contribuciones teoría de números y a la combinatoria, sino también por su trayecto vital. Nacido en la India colonial y absolutamente aislado de la comunidad matemática profesional, se convir durante su adolescencia en un autodidacta que, años más tarde, lograría sorprender a los más grandes matemáticos británicos. Especialista total en la teoría de números Ramanujan vislumbró durante su corta vida un atlas muy rico de nuevos resultados en áreas como el estudio de los números primos, las particiones de enteros o las fracciones continuas. En la actualidad, su trabajo y sus conjeturas continúan inspirando a nuevas generaciones de matemáticos.


SRINIVASA RAMANUJAN

Srinivāsa Aiyangār Rāmānujan (Srinivasa Ramanujan Iyengar o simplemente como RamanujanErodeTamil Nadu, 22 de diciembre de 1887- Kumbakonam, Tamil Nadu, 26 de abril de 1920) fue un matemático autodidacta indio que, con una mínima educación académica en matemáticas puras, hizo contribuciones extraordinarias al análisis matemático, la teoría de números, las series y las fracciones continuas. Ramanujan desarrolló inicialmente su propia investigación matemática en forma aislada, que fue rápidamente reconocida por los matemáticos indios. Cuando sus habilidades se hicieron evidentes para una comunidad matemática más amplia, centrada en Europa en ese momento, comenzó su famosa colaboración con el matemático británico G. H. Hardy. Redescubrió teoremas conocidos previamente, además de formular numerosas nuevas proposiciones. Durante su corta vida, Ramanujan fue capaz de compilar casi 3900 resultados independientes (en su mayoría identidades y ecuaciones).​ Casi todos sus hallazgos se han demostrado válidos, aunque algunos ya eran previamente conocidos.​ Logró resultados que eran a la vez originales y muy poco convencionales, como los números primos de Ramanujan y la función theta de Ramanujan, que a su vez han inspirado una gran cantidad de investigaciones posteriores.


Autor(es): Juan José Rué Perna. Profesor del Departamento de Matemáticas de la Universidad Politécnica de Catalunya

Editorial: RBA

Páginas: 175

Tamaño: 16 x 23,5 cm.

Año: 2017

Libro: Ciencia y consciencia. La interacción entre mente y materia

 


La física del siglo xx tuvo enormes consecuencias no solo en nuestra comprensión del universo, sino en la de la consciencia. La mecánica cuántica obligó a los físicos a reflexionar sobre el papel del observador en la ciencia, mientras que la relatividad puso de manifiesto el conflicto entre el tiempo físico y el psicológico. Las dos grandes teorías del siglo pasado nos invitan a reflexionar sobre la naturaleza de la consciencia y su papel en el devenir del universo.


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Autor(es): Ernesto Arroyo. Físico, escritor y divulgador científico

Editorial: RBA

Páginas: 126

Tamaño: 16 x 23,5 cm.

Año: 2021

Libro: Veinte mil leguas de viaje submarino

 


Novela de aventuras y de suspenso en la que el profesor Aronnx, su fiel ayudante Conseil y un cazador de ballenas canadiense, Ned Land, son hechos prisioneros por un extraño personaje, el capitán Nemo, quien ha fabricado un submarino y vive, junto con su misteriosa tripulación, en el fondo de los mares.


JULIO VERNE

Jules Gabriel Verne, conocido en los países hispanohablantes como Julio Verne1​ (Nantes, 8 de febrero de 1828-Amiens, 24 de marzo de 1905),​ fue un escritor, dramaturgo​ y poeta​ francés, célebre por sus novelas de aventuras​ y por su profunda influencia en el género literario de la ciencia ficción. Nacido en una familia burguesa, estudió para continuar los pasos de su padre, Pierre Verne, como abogado pero muy joven decidió abandonar ese camino para dedicarse a la literatura.​ Su colaboración con el editor Pierre-Jules Hetzel dio como fruto la creación de Viajes extraordinarios, una popular serie de novelas​ de aventuras escrupulosamente documentadas y visionarias[cita requerida] entre las que se incluían las famosas De la Tierra a la Luna (1865), Veinte mil leguas de viaje submarino (1870), La vuelta al mundo en ochenta días (1872) o La isla misteriosa (1874).​ Ya antes había publicado Cinco semanas en globo (1863) y Viaje al centro de la Tierra (1864). Es uno de los escritores más importantes de Francia y de toda Europa gracias a la evidente influencia de sus libros en la literatura vanguardista y el surrealismo,​ y desde 1979 es el segundo autor más traducido en el mundo, después de Agatha Christie.​ Se le considera, junto a H. G. Wells, uno de los «padres de la ciencia ficción». Fue condecorado con la Legión de Honor en 1892​ por sus aportes a la educación y a la ciencia.


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Autor(es): Julio Verne

Editorial: RBA

Páginas:

Tamaño: 17 x 24 cm.

Año: 2023

martes, 28 de marzo de 2023

Meme 28/03: Y cuando ya no puedas

 


 

 

Letra 496: Poema Sinfonico Huapango de José Pablo Moncayo por Alondra de la Parra, Orchestre de Paris

 

 

Alondra de la Parra conducts L'Orchestre de Paris in a concert that weaves musical bridges between Mexico and France.

 

JOSÉ PABLO MONCAYO

José Pablo Moncayo García (Guadalajara, Jalisco, 29 de junio de 1912-Ciudad de México, 16 de junio de 1958) fue un pianista, percusionista, maestro de música, compositor y director de orquesta mexicano. Como compositor, José Pablo Moncayo representa uno de los más importantes legados del nacionalismo mexicano en la música, junto a Silvestre Revueltas, Carlos Chávez y Julián Carrillo.1​ Produjo algunas de las obras maestras que simbolizan de mejor manera la esencia de las aspiraciones nacionales, así como de las contradicciones en el México del siglo XX; su obra más conocida, Huapango, para orquesta sinfónica, es una obra inspirada en los sones veracruzanos que estudió durante una visita al puerto de Alvarado (junto con Blas Galindo), Veracruz y que incluye motivos melódicos y rítmicos de varios sones entre los que son más evidentes "El Siquisiri", "El Balajú" y "El Gavilancito". Otras obras como Sinfonietta, "Tierra de Temporal", "Cumbres" y "Bosques" representan la cúspide del nacionalismo musical mexicano de mediados del siglo XX.  


HUAPANGO

Es una obra sinfónica del compositor mexicano José Pablo Moncayo, estrenada en 1941 y probablemente la más conocida de dicho compositor, fuertemente asociada a la producción cultural y audiovisual nacionalista de México, a tal punto que se le ha considerado el segundo Himno Nacional Mexicano.​ Fue compuesta a partir de la reinterpretación de los ritmos tradicionales del huapango, principalmente veracruzanos, y de piezas de dicha región como El siquisirí, El Balajú y El gavilancillo. Una audición atenta a esta obra nos permitirá descubrir que el compositor tapatío logró transportar a la orquesta algunos de los sonidos del conjunto instrumental típico del huapango. Fue estrenada el 15 de agosto de 1941 en el Palacio de Bellas Artes, interpretada por la Orquesta Sinfónica de México, bajo la dirección de Carlos Chávez​. Este tipo de canciones se usa principalmente el 16 de septiembre el día patrio de la independencia. 

 

ALONDRA DE LA PARRA

(Nueva York, 31 de octubre de 1980) es una directora de orquesta mexicana. Es fundadora y directora artística de la Orquesta Filarmónica de las Américas con sede en Nueva York y Embajadora Cultural del Turismo de México. Además, es directora musical de la Orquesta Sinfónica de Queensland en Australia, convirtiéndose en la primera mujer en desempeñar ese cargo en una orquesta australiana.


CADENA DE LETRAS

 

Podcast La Órbita De Endor: John Wick 4

 


La Órbita de Endor recibe de nuevo al incombustible Keanu Reeves y la trepidante y speedica JOHN WICK 4. Un capítulo que huele a final de ciclo (aunque la franquicia continuará) y que pretende elevar el listón del ritmo de un metraje desenfrenado, las coreografías de peleas y la planificación de tiroteos, por si no hubiera sido poco lo que ya lograran las entregas anteriores. Junto a Rafa Pajis, Jaime Angulo, Coronel Kurtz y Antonio Runa vamos a repasar los pormenores de su producción y toda la película haciendo especial hincapié en esos escenones irrepetibles de auténtica locura de pura acción. John Wick es mucho John Wick, y vuelve con una cuarta parte absolutamente vibrante. Además, en el minuto 72 (01:12:00) reseñaremos brevemente y sin spoilers la película COCAINE BEAR (aquí en España Oso Vicioso). ¿Merece la pena? Descúbrelo.


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domingo, 26 de marzo de 2023

Poeta 671: Comienzo de febrero de 2022 de Hristo Muhtánov

HRISTO MUHTÁNOV

(Lyaskovets-Bulgaria, 1991). Poeta. Ha obtenido distinciones en el concurso juvenil Veselin Hanchev, en el concurso estudiantil Boyan Penev, el concurso de poesía de Plovdiv Dobromir Tonev y el concurso literario de Yuzhna prolet. Ha publicado en poesía Opiti za evoliutsia (2017) y Triada (2019).

 

COMIENZO DE FEBRERO DE 2022 

estos días me disperso
por las fronteras de los países como
por los pliegues de mi piel:
mi rostro está salpicado de pequeñas trincheras,
me arrastro por ellas y alcanzo
lugares que no había sospechado:
en algún lugar, entre las estepas y la tundra,
donde la gente aguanta y espera
espera
espera que
el aroma de metal, el sonar de las botas,
el camuflaje, cambien
el color del cielo,
el sabor de la destrucción
(aparto la mirada de mi rostro)


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Cita DCCXXVII: El ADN del cabello de Beethoven revela secretos médicos y familiares

 

 

Era marzo de 1827 y Ludwig van Beethoven se estaba muriendo. Mientras yacía en su lecho, atormentado por dolores abdominales y con ictericia, amigos y conocidos afligidos acudían a visitarlo. Algunos le pidieron un favor: ¿podían cortarle un mechón de pelo para recordarlo?

El desfile de dolientes continuó tras la muerte de Beethoven a los 56 años, incluso después de que los médicos le practicaran una craneotomía espantos, en la que observaron los pliegues del cerebro de Beethoven y le extirparon los huesos del oído en un vano intento de comprender por qué el venerado compositor perdió la audición.

A los tres días de la muerte de Beethoven, no quedaba ni un mechón de pelo en su cabeza.

Desde entonces, una industria artesanal ha intentado comprender las enfermedades de Beethoven y la causa de su fallecimiento.

Ahora, un análisis de mechones de su cabello ha puesto en entredicho algunas creencias arraigadas sobre su salud. El informe ofrece una explicación de sus debilitantes dolencias e incluso de su muerte, mientras plantea nuevas preguntas sobre sus orígenes genealógicos e insinúa un oscuro secreto familiar.

La investigación, realizada por un grupo internacional de especialistas, se publicó el miércoles en la revista Current Biology.

Y ofrece sorpresas adicionales: un famoso mechón de pelo —objeto de un libro y un documental— no era de Beethoven. Era de una mujer judía askenazi.

El estudio también revela que Beethoven no padecia intoxicación por plomo, como se creía. Tampoco era negro, como algunos habían propuesto.

Y una familia flamenca de Bélgica —que comparte el apellido Van Beethoven y había afirmado con orgullo estar emparentada con él— no tiene vínculos genéticos con el célebre compositor.

Los investigadores que no están asociados al estudio lo consideran como un trabajo convincente.

Se trata de “un estudio muy serio y bien realizado”, afirma Andaine Seguin-Orlando, experta en ADN antiguo de la Universidad Paul Sabatier de Toulouse, Francia.

El trabajo detectivesco para resolver los misterios de la enfermedad de Beethoven comenzó el 1 de diciembre de 1994, cuando Sotheby’s subastó un mechón de pelo que se decía que era de Beethoven. Cuatro miembros de la American Beethoven Society, un grupo privado que colecciona y conserva material relacionado con el compositor, lo compraron por 7300 dólares. Lo expusieron con orgullo en el Centro Ira F. Brilliant de Estudios Beethoven de la Universidad Estatal de San José, California.

Pero, ¿en verdad era el pelo de Beethoven?

La historia contaba que se lo había cortado Ferdinand Hiller, un compositor de 15 años y ferviente admirador que visitó a Beethoven cuatro veces antes de morir.

Al día siguiente de la muerte del compositor, Hiller le cortó un mechón de pelo. Décadas después, se lo dio a su hijo como regalo de cumpleaños y estaba guardado en un relicario.

El relicario con sus mechones de pelo fue el tema de El cabello de Beethoven, un libro de Russell Martin que fue publicado en el año 2000 y se convirtió en un éxito de ventas. En 2005 fue convertido en un documental.

Un análisis del cabello realizado en el Laboratorio Nacional Argonne de Illinois reveló niveles de plomo 100 veces superiores a los normales.

En 2007, los autores de un artículo en The Beethoven Journal, una revista académica publicada por la Universidad Estatal de San José, especularon con la posibilidad de que el compositor se hubiera envenenado inadvertidamente con medicamentos, vino o utensilios para comer y beber.

Así estaban las cosas hasta 2014, cuando Tristan Begg, que en ese entonces estudiaba una maestría en arqueología en la Universidad de Tubinga, Alemania, se dio cuenta de que la ciencia había avanzado lo suficiente como para realizar análisis de ADN utilizando mechones de pelo de Beethoven.

“Parecía que valía la pena intentarlo”, dijo Begg, que ahora cursa un doctorado en la Universidad de Cambridge.

William Meredith, un estudioso de Beethoven, empezó a buscar otros mechones de pelo del célebre músico, comprándolos con la ayuda financiera de la American Beethoven Society, en ventas privadas y subastas. Pidió prestados otros dos a una universidad y un museo. Al final consiguió ocho mechones, incluidos los de Ferdinand Hiller.

En primer lugar, los investigadores analizaron el mechón de Hiller. Como resultó ser de una mujer, no era —no podía ser— de Beethoven. El análisis también demostró que la mujer tenía genes que se encuentran en las poblaciones judías askenazi.

Meredith especula que el cabello auténtico de Beethoven fue destruido y sustituido por mechones de Sophie Lion, quien era judía y esposa de Paul, el hijo de Ferdinand Hiller.

En cuanto a los otros siete mechones, uno no era auténtico, cinco tenían ADN idéntico y uno no pudo ser analizado. Los cinco mechones con ADN idéntico tenían procedencias diferentes y dos tenían cadenas de custodia impecables, lo que les dio a los investigadores la seguridad de que eran cabellos de Beethoven.

Ed Green, experto en ADN antiguo de la Universidad de California en Santa Cruz que no participó en el estudio, se mostró de acuerdo.

“El hecho de que haya tantos mechones de pelo independientes, con historias diferentes, que coinciden entre sí es una prueba convincente de que se trata de ADN auténtico de Beethoven”, afirmó.

Cuando el grupo tuvo la secuencia de ADN del cabello de Beethoven, trató de dar respuesta a antiguas preguntas sobre su salud. Por ejemplo, ¿por qué podría haber fallecido de cirrosis hepática?

Bebía, pero no en exceso, afirma Theodore Albrecht, profesor emérito de musicología de la Universidad Estatal de Kent, en Ohio. Basándose en su estudio de los textos dejados por el compositor, describió en un correo electrónico lo que se sabe de los hábitos de bebida de Beethoven.

“En ninguna de estas actividades, Beethoven sobrepasó la línea de consumo que lo convertiría en un ‘alcohólico’, tal y como lo definiríamos hoy en día”, escribió.

 

El pelo de Beethoven proporcionó una pista: tenía variantes de ADN que lo predisponían genéticamente a padecer enfermedades hepáticas. Además, su pelo contenía restos de ADN de hepatitis B, lo que indicaba una infección por este virus, que puede destruir el hígado de una persona.

Pero, ¿cómo se infectó Beethoven? La hepatitis B se transmite a través de las relaciones sexuales y las agujas compartidas, y durante el parto.

Según Meredith, Beethoven no consumía drogas intravenosas. Nunca se casó, aunque se interesó románticamente por varias mujeres. También escribió una carta —aunque nunca la envió— a su “Amada inmortal”, cuya identidad ha sido objeto de mucha intriga académica. Se desconocen los detalles de su vida sexual.

Arthur Kocher, genetista del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva de Alemania y uno de los coautores del nuevo estudio, ofreció otra posible explicación para su infección: el compositor podría haberse contagiado de hepatitis B durante el parto. El virus suele propagarse de esta forma, y los bebés infectados pueden acabar con una infección crónica que dura toda la vida. En aproximadamente una cuarta parte de las personas, la infección acaba provocando cirrosis hepática o cáncer de hígado.

“En última instancia, podría hacer que alguien falleciera de insuficiencia hepática”, dijo.

El estudio también reveló que Beethoven no estaba emparentado genéticamente con otros de su línea familiar. El ADN de su cromosoma Y difería del de un grupo de cinco personas con el mismo apellido —Van Beethoven— que viven actualmente en Bélgica y que, según los archivos, comparten un antepasado del siglo XVI con el compositor. Esto indica que en la línea paterna directa de Beethoven se presentó una relación extramatrimonial. Pero, ¿dónde?

Maarten Larmuseau, coautor del nuevo estudio y profesor de genealogía genética en la Universidad de Lovaina, Bélgica, sospecha que el padre de Ludwig van Beethoven fue fruto de la relación de la abuela del compositor con un hombre distinto de su abuelo. No hay registros de bautismo del padre de Beethoven, y se sabe que su abuela era alcohólica. El abuelo y el padre de Beethoven tenían una relación difícil. Estos factores, según Larmuseau, son posibles indicios de un hijo extramatrimonial.

Beethoven tuvo sus propias dificultades con su padre, dijo Meredith. Y aunque su abuelo, un destacado músico de la corte en su época, murió cuando Beethoven era muy joven, el compositor lo honró y conservó su retrato con él hasta el día de su muerte.

Meredith añadió que cuando circularon rumores de que Beethoven en realidad era hijo ilegítimo de Federico Guillermo II o incluso de Federico el Grande, el compositor nunca los refutó.

Los investigadores esperaban que el estudio de los mechones pudiera explicar algunos de los agónicos problemas de salud de Beethoven. Pero no aportaron respuestas definitivas.

El compositor sufría terribles problemas digestivos, con dolores abdominales y prolongados ataques de diarrea. El análisis de ADN no apuntaba ninguna causa, aunque descartaba prácticamente dos motivos propuestos: la colitis ulcerosa y la enfermedad celiaca. Y hacía improbable una tercera hipótesis: el síndrome del intestino irritable.

La hepatitis B podría haber sido la causa, dijo Kocher, aunque es imposible saberlo con seguridad.

El análisis tampoco ofreció ninguna explicación para la pérdida de audición de Beethoven, que comenzó a mediados de su veintena y le provocó sordera en la última década de su vida.

Los investigadores se esmeraron por discutir previamente sus resultados con las personas directamente afectadas por sus investigaciones.

La tarde del 15 de marzo, Larmuseau se reunió con las cinco personas de Bélgica cuyo apellido es Van Beethoven y que habían proporcionado ADN para el estudio.

 

Empezó con las malas noticias: no están genéticamente emparentados con Ludwig van Beethoven.

Se quedaron atónitos.

“No sabían cómo reaccionar”, dice Larmuseau. “Todos los días se los recuerda por su apellido especial. Todos los días dicen su nombre y la gente les pregunta: ‘¿Eres pariente de Ludwig van Beethoven?’”.

Ese vínculo, dijo Larmuseau, “forma parte de su identidad”.

Y ahora ha desaparecido.

Las conclusiones del estudio de que el mechón Hiller era de una mujer judía dejaron perplejo a Martin, autor de El cabello de Beethoven.

“Caramba, quién lo hubiera imaginado”, dijo. Y añadió que ahora quiere encontrar descendientes de Sophie Lion, la esposa de Paul Hiller, para ver si el cabello era suyo. Y le gustaría averiguar si sufrió envenenamiento por plomo.

Para Meredith, el proyecto ha sido una aventura extraordinaria.

“Toda esta historia tan compleja me asombra”, dijo. “Y he formado parte de ella desde 1994. Un hallazgo simplemente lleva a otro hallazgo inesperado”.

 

Por: https://www.nytimes.com

Fuente: Gina Kolata writes about science and medicine. She has twice been a Pulitzer Prize finalist and is the author of six books, including “Mercies in Disguise: A Story of Hope, a Family's Genetic Destiny, and The Science That Saved Them.” @ginakolata Facebook

 

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Video 709: ¿Hugo Boss diseñó los uniformes alemanes de la Segunda Guerra Mundial? | Der Jürgen

 

 

In 1997, the luxury brand Hugo Boss AG was embroiled in an unprecedented controversy when the media spread the news that the founder of the eponymous brand actively collaborated with the National Socialist German regime through the mass production of military uniforms for the army and various state organizations. Over the years, the news of Boss's collaboration with Hitler's regime was perpetuated to this day, and along with it, gave rise to one of the most widespread rumors in these times, and that is the rumor that Hugo Boss personally designed the SS uniforms and became Hitler's personal tailor. As a result, the brand's Communications Department decided to finance a historical study that would explain the company's origins and delve into its involvement during World War II. Today, we will see the results of the study and discover the real story behind the myth of Hugo Boss and its involvement and collaboration with the National Socialist regime.

Fuente: Der Jürgen

 

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Macanudo (26-Marzo-2023)

 

 

 Fuente: Macanudo

Macanudo es una serie de historietas que desde 2002 publica Liniers (Ricardo Siri) en el diario La Nación de Argentina. La historieta tuvo su génesis en Bonjour, que fue publicada en el suplemento NO de Página/12 desde 1999 hasta 2002.1​ Actualmente se publica en el Diario Perú 21 en Perú y en el diario La Nación, gracias a haber sido presentada al editor del mismo por Maitena. Tras ello, el alcance de las historietas de Liniers se catapultó de modo que a 2014 ya existen diez libros publicados sobre Macanudo.2​ El humor que caracteriza a la tira es fresco, inocente, inteligente y bizarro. Las tiras deben ser leídas con detenimiento hasta sus detalles, ya que en Macanudo como en el arte a veces hay que elegir entre entender o sentir. Macanudo es frecuentemente percibido como una puesta al día de Mafalda (de Quino) en los 60, por el tipo de humor y sobre todo por uno de sus personajes protagónicos, Enriqueta. En un chiste nombra a Mafalda, diciendo que fue su primer libro, y en una entrevista Liniers dijo que si hubiera sabido que los lectores iban a tomar a Enriqueta como una modernización de Mafalda, hubiera hecho a Enriqueta varón.

Olafo el Amargado (26-Marzo-2023)

 

 

Fuente: Hagar the Horrible | By Chris Browne 

Hägar the Horrible —rebautizado en español como Olaf el vikingo u Olafo el Amargado— es una tira cómica creada por Dik Browne. Debutó en 136 periódicos de Estados Unidos el 4 de febrero de 1973. Dos años más tarde, el número de periódicos en los que aparecía había aumentado a 600. Su circulación siguió en aumento y en 2010 la tira apareció en 1900 periódicos de 58 países y en 13 idiomas.

viernes, 24 de marzo de 2023

Meme 24/03: Estoy muy cerca del final

 


 

 

Libro: Los genios

 

 

Hace muchos años, allá por 1982, un joven alto, delgado, de barba negra y mirada penetrante de intelectual se presentó en un periódico conservador en el centro de Lima, La Prensa, y pidió trabajo. Dijo que se llamaba , era el hijo mayor del famoso escritor y había abandonado sus estudios en la universidad de Princeton, en Nueva Jersey, porque quería ser periodista y escritor, como su padre. También dijo que era de izquierdas y simpatizaba con la revolución sandinista y la revolución cubana. El director del periódico lo fichó de inmediato.

Contrariado porque su hijo mayor había suspendido sus estudios en Princeton, una de las mejores universidades del mundo, le exigió que se retirase de la casa familiar en Barranco, Lima, y volviese de inmediato a Nueva Jersey para reanudar su vida académica. Álvaro se negó a seguir estudiando. Después de vivir unas semanas en casa del pintor Fernando de Szyszlo, se mudó al apartamento en el centro de Lima de un fotógrafo del periódico, Jorge Seoane, Coco Seoane. Siendo Coco homosexual y Álvaro heterosexual, encontraron la manera de cohabitar sin intercambiar besos ni caricias.

Álvaro era extraordinariamente inteligente, aún más que su padre, y hacía gala de una prosa lúcida y aguerrida cuando escribía editoriales en el periódico. Yo era columnista de ese diario. No tardamos en hacernos amigos. Curiosamente, ambos decíamos estar enamorados de la actriz Brooke Shields: Álvaro la había conocido en el campus de Princeton, yo solo la había visto en sus películas.

Por esos días Álvaro me contó que su padre estaba en Lima y lo había citado a conversar en un parque de Miraflores. No sabía si debía reunirse con él. Mario era estricto: si su hijo quería disfrutar de su protección económica, debía retomar sus estudios en Princeton y abandonar la bohemia periodística en Lima. Por su parte, Álvaro era porfiado: quería ser un periodista, y decía que eso no se aprendía en Princeton ni en ninguna universidad, sino en la vibrante redacción de un periódico como “La Prensa”. Como Mario, en su juventud, había sido reportero de un periódico y luego jefe de noticias de una radio, temía que el ejercicio del periodismo hundiera en la mediocridad intelectual y la ruina económica a su hijo mayor, que, de sus tres hijos, era ciertamente quien más se le parecía, por su curiosidad intelectual, su pasión por la política y su familiaridad con las ideas, las palabras y las historias.

Álvaro salió una tarde del periódico, tras decirme que se reuniría con su padre donde este lo había citado: no en la casa familiar de Barranco, ni en la del pintor de Szyszlo en San Isidro, sino en un parque de Miraflores. Le aconsejé que hablase con su padre, tal vez porque yo no hablaba con mi padre, a quien no quería ver más. Unas horas después, Álvaro regresó al periódico ofuscado, tembloroso y con el ojo morado. Me dijo que su padre y él habían discutido acaloradamente en el parque, que él se había negado a volver a Princeton y que Mario, en un momento de amargura y frustración, le había dado un puñetazo.

Recordé entonces que seis años atrás, en 1976, en un teatro de la capital mexicana, Vargas Llosa le había dado una trompada a , dejándolo nocaut, inconsciente, con el ojo morado, después de decirle:

-Esto es por lo que le hiciste a Patricia.

Yo había leído los libros de Vargas Llosa. Sus mejores novelas me parecían “Conversación en La Catedral” y “La guerra del fin del mundo”. Sabía que había tenido un padre, Ernesto Vargas, que lo insultaba y le pegaba, como hizo mi padre conmigo. Sabía que había aprendido a pelear a golpes en el colegio militar: mi padre amenazó con meterme en ese colegio, pero no lo hizo. Sabía por qué le había pegado a su hijo Álvaro, por no volver a la universidad de Princeton, pero no por qué le había dado una trompada a García Márquez. Por supuesto, se lo pregunté a Álvaro, quien me dijo, sin entrar en detalles, replegándose, ensimismándose, que Gabo le había hecho una cosa muy fea a Mario y por eso Mario lo había derribado de un puñetazo en un evento público en el D.F.

También se lo pregunté, en aquellos años, a un periodista peruano de origen vasco, Francisco Igartua, Paco Igartua, director de la revista Oiga, donde yo colaboraba como columnista, tras la quiebra del diario La Prensa. De bigotes y con ponchos de colores que le daban un aire sacerdotal, Igartua era un periodista culto, valeroso, insobornable. Había estado con Vargas Llosa, en el teatro de la capital mexicana, en febrero de 1976, cuando este le dio el puñetazo a García Márquez. Luego del incidente, cenó esa misma noche con Mario y Patricia Llosa, la esposa del escritor. Paco Igartua creía saber qué había pasado entre los dos talentosos escritores para que uno hubiese acusado al otro de traidor, dándole a continuación un derechazo fulminante. Paco Igartua me contó su versión, que en cierto modo reivindicaba el honor de Vargas Llosa y dejaba mal parado a García Márquez.

Yo tenía entonces solo dos versiones, y ambas se parecían bastante: la de Paco Igartua y la de Álvaro. Conocía ya a Vargas Llosa, pero no me atrevía a preguntarle por qué se había peleado con Gabo. Se lo mencioné tímidamente una vez, a mediados de los ochenta, en su auto BMW dorado, manejando por las playas de Paracas, al sur de Lima, pero sonrió con gran elegancia y me dijo que no hablaría nunca de ese tema, que eso debían averiguarlo sus biógrafos, y enseguida me contó que García Márquez había enfermado de cáncer. Unos años después, entrevisté a Patricia Llosa en la televisión, pero no encontré valor para preguntarle por qué su esposo le había pegado a García Márquez y por qué eran enemigos irreconciliables desde entonces. No quise incomodar a Patricia, una señora elegante y reservada, que ya bastante se arriesgó dándome una entrevista en la televisión.

A García Márquez lo conocí unos años más tarde, en Washington DC, cuando Clinton era presidente. Clinton había leído varias novelas de Gabo y era capaz de citar párrafos de memoria. Con frecuencia invitaba a cenar a Gabo y a Carlos Fuentes, que hacía de traductor, porque Gabo no hablaba en inglés, aunque había tratado de aprenderlo en Londres. Me lo presentó un amigo, César Gaviria, expresidente colombiano, un político raro, sensible al arte, a la cultura, a las novelas. Cuando le pregunté a Gabo, en un aparte, por qué se había peleado con Vargas Llosa, sonrió con aires de mago magnánimo y me dijo:

-Yo no me peleé con él. Él se peleó conmigo.

Luego le pregunté cuál había sido el origen de la pelea. Astuto, evasivo, encantador, me dijo que había comprado mi novela “No se lo digas a nadie” en una librería en París y le había gustado mucho. Nos reímos. Después me sugirió que hablase con sus amigos, porque él no me diría nada. Le tomé la palabra. Invité a mi programa de entrevistas en Miami, todos los gastos pagados, incluyendo hotel cinco estrellas y limusina, a algunos de sus mejores amigos, tres escritores de gran talento: el colombiano afincado en el DF, Álvaro Mutis; el profesor argentino en Nueva Jersey, Tomás Eloy Martínez; y el colombiano itinerante, varias veces embajador de su país, Plinio Apuleyo Mendoza. A los tres los leí, los entrevisté en la televisión y después, en el hotel, tomando unos tragos, les pregunté, off the record, por qué Vargas Llosa le había pegado a García Márquez en 1976, dando por terminada una amistad que había sido legendaria, una amistad que duró nueve años, una amistad que los tuvo casi como vecinos en Barcelona, pues vivían a una cuadra de distancia, y que hizo de Gabo el padrino de Gonzalo Vargas Llosa, el segundo hijo de Mario y Patricia. Escuchando las versiones de Mutis, de Tomás Eloy y de Plinio, que no siempre coincidían, pero que dejaban bien parado a García Márquez, empecé a armar el rompecabezas.

También me ayudó conversar con el gran escritor chileno Jorge Edwards, quien, como Plinio Apuleyo Mendoza, había obrado el milagro de seguir siendo amigo de Mario y de Gabo al mismo tiempo, sin que ninguno desconfiara de él ni lo acusara de desleal: a Edwards lo invité a mi programa de televisión en Miami y después escuché su versión caballerosa y diplomática sobre el pleito entre los genios literarios, una cuidadosa narración que me obsequió tanto en el vestíbulo de un hotel en Miami, como en el restaurante de un hotel en Santiago de Chile, donde cenamos tiempo después.

Fue entonces, hace veinticinco años, cuando comprendí que estaba fatalmente condenado a escribir una novela sobre los tiempos gloriosos en que Vargas Llosa y García Márquez fueron amigos, vecinos y compadres, mucho antes de que ambos ganaran el premio Nobel, y sobre las circunstancias íntimas que envenenaron aquella relación que parecía inquebrantable y dieron origen al puñetazo que Mario le dio a Gabo, dejándolo nocaut y sepultando para siempre la amistad, pues nunca más se vieron ni se hablaron, a pesar de los esfuerzos de su agente literaria Carmen Balcells para reconciliarlos.

La novela se titula “Los genios” y saldrá en los próximos días en España y América, editada por Galaxia Gutenberg. En ella he armado por fin el rompecabezas, he postulado mi visión literaria de los años en que los genios fueron amigos, he descrito los hechos más o menos íntimos que Vargas Llosa entendió como una traición y he tratado de explicar por qué se jodió lo que nunca debió joderse: la amistad entre los genios.

Jaime Bayly

 

García Márquez y Vargas Llosa se conocieron en el aeropuerto de Caracas, en agosto de 1967. Con apenas treinta y un años, Vargas Llosa era ya un escritor aclamado por la crítica. García Márquez, cuarenta años cumplidos, encontraba por fin el éxito editorial con Cien años de soledad, publicada ese año en Buenos Aires. Antes de confundirse en un abrazo en el aeropuerto de Caracas que dio inicio formal a la amistad, los dos genios de la literatura se habían escrito cartas y leído mutuamente con admiración. Se hicieron amigos entrañables, vecinos en el barrio de Sarrià en Barcelona y hasta compadres. Vargas Llosa publicó en 1971 un libro en homenaje a García Márquez, titulado Historia de un deicidio. Contra todo pronóstico, la amistad se envenenó y estropeó para siempre. En febrero de 1976, Vargas Llosa le dio una trompada a García Márquez en un teatro en Ciudad de México, derribándolo y dejándolo aturdido, con un ojo morado y la nariz rota, al tiempo que le decía: 'Esto es por lo que le hiciste a Patricia'. ¿Qué le hizo García Márquez a Patricia Llosa, la esposa de Mario? ¿Por qué Vargas Llosa le asestó un puñetazo a García Márquez? ¿Qué circunstancias íntimas corrompieron aquella amistad que parecía inquebrantable? ¿Por qué no volvieron a reunirse ni hablarse durante décadas? ¿Por qué se volvieron enemigos irreconciliables, incapaces de perdonarse, a pesar de los esfuerzos de su agente literaria Carmen Balcells? Los genios, la novela más ambiciosa y fascinante de Jaime Bayly, recrea con formidables bríos narrativos los años gloriosos en que García Márquez y Vargas Llosa fueron grandes amigos y explora, desde las licencias de la ficción, los secretos, las felonías, las delaciones y las iras volcánicas que dinamitaron estruendosamente esa amistad que parecía irrompible.

 

JAIME BAYLY

Jaime Bayly Letts (Lima, 19 de febrero de 1965) es un escritor, presentador de televisión y periodista peruano naturalizado estadounidense, radicado en Miami. Su trayectoria televisiva comenzó en 1983, como entrevistador de celebridades y políticos. Se le reconoció por un característico estilo irreverente e incisivo influenciado por el de Truman Capote. Ganó fama rápidamente por su corta edad y su posición conservadora en temas de la política peruana.​ Bayly ha resultado ganador en tres ocasiones del premio Emmy, por su labor en diferentes televisoras estadounidenses. Se dio a conocer como escritor en 1994; ha publicado una serie de novelas de estilo hedonista y casi documental (con los que la crítica tiene una relación contradictoria). Dos de ellas han servido como base para películas internacionales.

 

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Autor(es): Jaime Bayly

Editorial: Revuelta Editores

Páginas: 240

Tamaño: 14 x 21 cm.

Año: 2023