lunes, 9 de enero de 2017

Video 229: Conoce la sorprendente historia del lobo Romeo en Alaska





Cuesta imaginarse cómo un animal depredador y salvaje pueda terminar siendo adorado y respetado por un pueblo entero. Pero, aunque suene extraño, eso fue lo que ocurrió en los suburbios de Juneau (Alaska) con Romeo, un lobo que, a lo largo de varios años, se ganó el corazón de los habitantes. Todo comenzó con su llegada, en el invierno de 2003. A diferencia de lo que se podría pensar con un animal de este tipo, Romeo parecía disfrutar de la presencia y el contacto con otros animales y seres humanos. Por esta razón, los habitantes de Juneau se entregaron a su compañía. Sin embargo, la idea de que el animal pueda ser peligroso continuó latente entre ellos, generando ciertas dudas y controversia, según explica el sito de la cadena National Geographic.

UN LOBO LLAMADO ROMEO

Para evidenciar el inusual comportamiento del lobo, Nick Jans, un fotógrafo especializado que vivió durante nueve años en Alaska escribió A Wolf Called Romeo (Un lobo llamado Romeo, en español).

Es un libro que narra en primera persona los intentos por comprender esta rareza, la increíble interacción con este animal salvaje y, sobre todas las cosas, el desafío a la naturaleza que significó.

La noche en que Jans conoció a Romeo se sorprendió con ese tenso, pero cordial, encuentro: “Tengo unos 20 años de experiencia con lobos y es verdaderamente difícil ver a uno”, detalló en entrevista con la revista Outside, y agregó: “Sin embargo, era evidente que había llegado por una razón. Y ésta eran nuestros perros. Quería interactuar con ellos”.

El autor, entonces, interpretó la llegada de Romeo como un supuesto “eslabón perdido” en la descendencia del perro. Sin embargo, claro, su presencia no fue para nada fácil: “Los lobos son malas noticias. Esa es la historia que tenemos en nuestras cabezas, pero ¿qué hacer con uno de temperamento social?”, se preguntó.

Sin atacar a ningún extraño, Romeo rompió todas las reglas y conceptos: “Fue francamente relajado y tolerante desde el principio, como si hubiera caído del cielo”, reflexionó el autor en entrevista con National Geographic.

IMPOSIBLE DE OLVIDAR

Lo cierto es que, desde el día en que se conocieron, Jans y Romeo establecieron un vínculo interesante y sorprendente. Incluso, el autor habló de cómo su perra doméstica, Dakotah, enseguida simpatizó con él, y este encuentro quedó plasmado en la tapa del libro: “Se los puede ver a ambos muy relajados. No existe el menor indicio de agresión”, detalló Jans en la publicación antes mencionada. Romeo vivió seis años junto a Nick. Y, tras su partida, la transformadora experiencia continúa viva en el libro. Emocionado y reflexivo, el fotógrafo agregó: “Nunca voy a superar su vida y su muerte. Es parte de lo que soy”.

Fuente: http://www.diariodemocracia.com/

MÁS INFORMACIÓN

MAS VIDEOS