lunes, 29 de enero de 2018

Cuento enero 2018: Cuento enero 2018: La casa encantada de Virginia Woolf


VIRGINIA WOOLF 

A cualquier hora que una se despertara, una puerta se estaba cerrando. De cuarto en cuarto iba, cogida de la mano, levantando aquí, abriendo allá, cerciorándose, una pareja de duendes.

«Lo dejamos aquí», decía ella. Y él añadía: «¡Sí, pero también aquí!» «Está arriba», murmuraba ella. «Y también en el jardín», musitaba él. «No hagamos ruido», decían, «o les despertaremos.»

Pero no era esto lo que nos despertaba. Oh, no. «Lo están buscando; están corriendo la cortina», podía decir una, para seguir leyendo una o dos páginas más. «Ahora lo han encontrado», sabía una de cierto, quedando con el lápiz quieto en el margen. Y, luego, cansada de leer, quizás una se levantara, y fuera a ver por sí misma, la casa toda ella vacía, las puertas quietas y abiertas, y sólo las palomas torcaces expresando con sonidos de burbuja su contentamiento, y el zumbido de la trilladora sonando allá, en la granja. «¿Por qué he venido aquí? ¿Qué quería encontrar?» Tenía las manos vacías. «¿Se encontrará acaso arriba?» Las manzanas se hallaban en la buhardilla. Y, en consecuencia, volvía a bajar, el jardín estaba quieto y en silencio como siempre, pero el libro se había caído al césped.

Pero lo habían encontrado en la sala de estar. Aun cuando no se les podía ver. Los vidrios de la ventana reflejaban manzanas, reflejaban rosas; todas las hojas eran verdes en el vidrio. Si ellos se movían en la sala de estar, las manzanas se limitaban a mostrar su cara amarilla. Sin embargo, en el instante siguiente, cuando la puerta se abría, esparcido en el suelo, colgando de las paredes, pendiente del techo… ¿qué? Yo tenía las manos vacías. La sombra de un tordo cruzó la alfombra; de los más profundos pozos de silencio la paloma torcaz extrajo su burbuja de sonido. «A salvo, a salvo, a salvo…», latía suavemente el pulso de la casa. «El tesoro está enterrado; el cuarto…», el pulso se detuvo bruscamente. Bueno, ¿era esto el tesoro enterrado?

Un momento después, la luz se había debilitado. ¿Afuera, en el jardín quizá? Pero los árboles tejían penumbras para un vagabundo rayo de sol. Tan hermoso, tan raro, frescamente hundido bajo la superficie el rayo que yo buscaba siempre ardía detrás del vidrio. Muerte era el vidrio; muerte mediaba entre nosotros; acercándose primero a la mujer, cientos de años atrás, abandonando la casa, sellando todas las ventanas; las estancias quedaron oscurecidas. Él lo dejó allí, él la dejó a ella, fue al norte, fue al este, vio las estrellas aparecer en el cielo del sur; buscó la casa, la encontró hundida bajo la loma. «A salvo, a salvo, a salvo», latía alegremente el pulso de la casa. «El tesoro es tuyo.»

El viento sube rugiendo por la avenida. Los árboles se inclinan y vencen hacia aquí y hacia allá. Rayos de luna chapotean y se derraman sin tasa en la lluvia. Rígida y quieta arde la vela. Vagando por la casa, abriendo ventanas, musitando para no despertarnos, la pareja de duendes busca su alegría.

«Aquí dormimos», dice ella. Y él añade: «Besos sin número.» «El despertar por la mañana…» «Plata entre los árboles…» «Arriba…» «En el jardín…» «Cuando llegó el verano…» «En la nieve invernal…» Las puertas siguen cerrándose a lo lejos, distantes, con suave sonido como el latido de un corazón.

Se acercan más; cesan en el pasillo. Cae el viento, resbala plateada la lluvia en el vidrio. Nuestros ojos se oscurecen; no oímos pasos a nuestro lado; no vemos a señora alguna extendiendo su manto fantasmal. Las manos del caballero forman pantalla ante la linterna. Con un suspiro, él dice: «Míralos, profundamente dormidos, con el amor en los labios.»

Inclinados, sosteniendo la linterna de plata sobre nosotros, nos miran larga y profundamente. Larga es su espera. Entra directo el viento; la llama se vence levemente. Locos rayos de luna cruzan suelo y muro, y, al encontrarse, manchan los rostros inclinados; los rostros que consideran; los rostros que examinan a los durmientes y buscan su dicha oculta.

«A salvo, a salvo, a salvo», late con orgullo el corazón de la casa. «Tantos años…», suspira él. «Me has vuelto a encontrar.» «Aquí», murmura ella, «dormida; en el jardín leyendo; riendo, dándoles la vuelta a las manzanas en la buhardilla. Aquí dejamos nuestro tesoro…» Al inclinarse, su luz levanta mis párpados. «¡A salvo! ¡A salvo! ¡A salvo!», late enloquecido el pulso de la casa. Me despierto y grito: «¿Es este el tesoro enterrado de ustedes? La luz en el corazón.»

Adeline Virginia Woolf, de nacimiento Stephen (Kensington, Middlesex, Inglaterra, 25 de enero de 1882-Lewes, Sussex, 28 de marzo de 1941), fue una escritora británica, considerada una de las más destacadas figuras del modernismo anglosajón del siglo XX y del feminismo internacional. Durante el período de entreguerras, Woolf fue una figura significativa en la sociedad literaria de Londres y miembro del grupo de Bloomsbury. Sus obras más famosas incluyen las novelas La señora Dalloway (1925), Al faro (1927), Orlando: una biografía (1928), Las olas (1931), y su largo ensayo Una habitación propia (1929), con su famosa sentencia «Una mujer debe tener dinero y una habitación propia si va a escribir ficción». Fue redescubierta durante la década de 1970, gracias a este ensayo, uno de los textos más citados del movimiento feminista, que expone las dificultades de las mujeres para consagrarse a la escritura.

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P. Adolfo Franco, SJ: comentario para el domingo 28 de enero


DOMINGO IV del Tiempo Ordinario
Marcos, 1, 21-28
 
Jesús expulsa a un espíritu maligno

21 Entraron en Capernaúm y, tan pronto como llegó el sábado, Jesús fue a la sinagoga y se puso a enseñar.
22 La gente se asombraba de su enseñanza, porque la impartía como quien tiene autoridad y no como los maestros de la ley.
23 De repente, en la sinagoga, un hombre que estaba poseído por un espíritu maligno gritó:
24 ―¿Por qué te entrometes, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Yo sé quién eres tú: ¡el Santo de Dios!
25 ―¡Cállate! —lo reprendió Jesús—. ¡Sal de ese hombre!
26 Entonces el espíritu maligno sacudió al hombre violentamente y salió de él dando un alarido.
27 Todos se quedaron tan asustados que se preguntaban unos a otros: «¿Qué es esto? ¡Una enseñanza nueva, pues lo hace con autoridad! Les da órdenes incluso a los espíritus malignos, y le obedecen». 28 Como resultado, su fama se extendió rápidamente por toda la región de Galilea.

San Marcos recoge en este párrafo la primera actuación de Jesús en la sinagoga de Cafarnaún. Era costumbre que los judíos se reunieran los sábados en la sinagoga a orar y a leer y comentar la Sagrada Escritura. Con frecuencia era invitado a hacer la lectura y algún comentario a la misma alguno de los presentes, o algún invitado especial. Y, como la fama de Jesús empezaba a extenderse por los alrededores de los poblados que rodean al lago de Galilea, en este caso fue invitado Jesús a hacer la oración del sábado y la lectura de la Biblia y su explicación. Era ya comentario frecuente que el hijo de José, el carpintero empezaba a enseñar una nueva doctrina y a tener actuaciones sorprendentes.

Había, pues, mucha expectativa y cuando Jesús acabó de hablar todos quedaron admirados. Lo que más admiración producía era que su forma de hablar era distinta de la forma en que hablaban ordinariamente los escribas (los letrados) que eran los que ordinariamente hacían los comentarios. San Marcos recalca que la predicación de Jesús producía admiración, y que daba la impresión de que hablaba con autoridad, que sus palabras tenían una fuerza especial; y además dice que no hablaba como los escribas y fariseos.

¿Qué admiraban estos primeros oyentes? ¿Por qué las palabras que pronunciaba este hombre del pueblo tenían tanta fuerza? Por varias razones fundamentales: Jesús no repetía frases hechas, sino enseñanzas que llegaban al alma. Además se notaba que quería ir a lo esencial del mensaje de Dios, y no se quedaba en los mandatos exteriores y rutinarios sobre los que tanto insistían los fariseos. Era una enseñanza tremendamente exigente, que quería elevar a sus oyentes y sacarlos de la mediocridad. Y finalmente se sentía a las claras que lo que enseñanza lo sacaba de su corazón y que no hacía más que trasmitir con sus palabras lo que El vivía en su propia vida.

La predicación de Jesús no estaba llena de tópicos, de frases hechas, de consejos rutinarios. Sus palabras eran “nuevas” no dichas por nadie antes. Y no tenía que recurrir a una aburrida erudición, ni a abstracciones difíciles, para que fueran profundas: Eran las palabras más simples del mundo, pero que llegaban con una fuerza incontenible: eran palabras como las de las parábolas; palabras sacadas de la naturaleza, del quehacer de cada día. Era la realidad convertida en mensaje: la siembra es Reino de los cielos, y el tesoro que alguien descubre explica el atractivo del Reino de los cielos, y la pesca, y la semilla pequeña son señales del Reino de los cielos. Todo transparente y todo lleno de sentido. Eran palabras esperadas por aquellos campesinos y artesanos que estaban ávidos de encontrar un nuevo sentido a sus vidas de cada día, y por eso en seguida se dieron cuenta de que las palabras de Jesús producían un sonido distinto en sus corazones.

Jesús no reducía la entrega a Dios a una serie de fórmulas y prácticas externas; no quería sacrificios de animales, sino la entrega de la vida; no enseñaba la limpieza ritual, sino la pureza extrema del corazón. No valoraba la limosna por la cantidad sino por la generosidad del donante. Porque Dios habita en el corazón y es el corazón lo que hay que entregarle.

Además eran palabras exigentes; que superaban todas las antiguas exigencias. Ponían el límite muy arriba; y por eso todo el que tenía ansias de superación encontraba que su enseñanza era un reto hermoso, y que valía la pena escucharlo con seriedad: se dijo a los antiguos “ojo por ojo y diente por diente” pero yo les digo que hay que amar incluso al enemigo. Hay que tener un total desinterés, en la amistad, en el servicio. Hay que darse totalmente sin límites y sin condiciones. No hay que hacer nada por apariencia, sino hay que orar en silencio, y no exhibir las buenas obras. Hay que tener una total confianza en el Padre que alimenta con su mano a los pájaros del cielo, y que viste con una imaginación admirable a todas las flores.

Pero, todo eso lo enseñaba, con una convicción que nacía de su propia vida. Todo lo que enseñaba era lo que El vivía cada día. No era como ésos que ponían a los demás exigencias muy grandes, de las que los “maestros de la ley” se consideraban exentos. El tenía el atrevimiento de hablar de la pobreza, porque no tenía ni dónde reclinar la cabeza, el derramaba sus bendiciones sobre los pacíficos y sobre los que padecen persecución, porque sabía lo que era ser perseguido injustamente, y sabía del triunfo de los que buscan la paz.

Por todo eso causaba admiración en sus oyentes, ellos entendían al oírle que no había absolutamente nada de fingimiento en todo lo que Jesús enseñaba. Que no era cuestión de cosas externas, de ritos, sino que había que adorar a Dios con el corazón y hasta las últimas consecuencias. Por todo esto su doctrina sonaba a novedad, e incluso sus enemigos en algún momento dirán: nadie ha hablado como este hombre.


Adolfo Franco, SJ

domingo, 28 de enero de 2018

Selección de dibujos, pinturas y esculturas de Pablo Patrucco: Sobre héroes y tumbas





La muestra presenta trabajos hiperrealistas a lápiz y óleo sobre tela, de los que se sirve el artista para representar las esculturas de personajes que adornan los espacios públicos y que, de alguna manera, manifiestan la identidad y los ideales de una ciudad. Además de las obras se exhibirán esculturas y se proyectará la película bélica "Alerta en la frontera" único filme del conflicto con el Ecuador de 1941.

Pablo Patrucco obtuvo el primer premio del VII Salón Nacional de Dibujo del ICPNA, 2000. Ha participado en la 8° Bienal de Sharjah (Emiratos Árabes Unidos), en la ITCA Trienal (Praga), en las ferias de arte PINTA (Londres), ARTBA (Buenos Aires), Arte Américas (Miami), Artbo (Bogotá) y en la muestra inaugural del Museo de Arte Contemporáneo del Perú. Sus obras se han expuesto en Lima, Santa Cruz, La Paz, Barcelona, Santiago de Chile, Berlín, Viena, Varsovia, Praga, Sao Paulo, Múnich y Berlín. Su obra forma parte de las colecciones Mario Testino, del Museo de Arte Latinoamericano de Los Ángeles, del Instituto Peruano Norteamericano y del Museo de la Universidad Mayor de San Marcos, entre otras.
 
Desde el 25 de enero hasta el 21 de febrero en nuestra Galería, de lunes a viernes de 10:00 am a 8:00 pm y sábados de 9:00 am a 12:45pm, en el Centro Cultural Peruano Norteamericano - Melgar 109. El ingreso es libre.

RFI: Grecia Cáceres, presenta en París su novela ‘Mar afuera’


EL INVITADO DE RFI






Dilbert (28-Enero-2018)



http://dilbert.com/strip/2018-01-28



Dilbert es el nombre de una tira satírica creada por Scott Adams que ha aparecido en los periódicos desde 1989, dando lugar a varios libros, una serie animada de TV y numerosos productos relacionados que van desde muñecos rellenos hasta helados. La trama de este cómic se desarrolla en el contexto de lo cotidiano para millones de empleados y oficinistas: políticas de oficina, jefes incompetentes, compañeros de trabajo molestos, asuntos sin sentido, juntas eternas, etc. El mismo tipo de cosas que la gente odia en su trabajo diario son las que provocan las carcajadas en Dilbert.

Olafo el Amargado (28-Enero-2018)



http://hagarthehorrible.com/comics/january-28-2018/



Hägar the Horrible —rebautizado en español como Olaf el vikingo u Olafo el Amargado— es una tira cómica creada por Dik Browne. Debutó en 136 periódicos de Estados Unidos el 4 de febrero de 1973. Dos años más tarde, el número de periódicos en los que aparecía había aumentado a 600. Su circulación siguió en aumento y en 2010 la tira apareció en 1900 periódicos de 58 países y en 13 idiomas.

Poeta 416: Nicanor Parra


NICANOR PARRA

Nicanor Segundo Parra Sandoval (San Fabián de Alico, Región del Biobío, 5 de septiembre de 1914-La Reina, Santiago, 23 de enero de 2018) fue un poeta, matemático y físico chileno cuya obra ha tenido una profunda influencia en la literatura hispanoamericana.
Considerado el creador de la antipoesía, es para muchos críticos y autores connotados, tales como Harold Bloom, Niall Binns o Roberto Bolaño, el mejor o uno de los mejores poetas de Occidente. El mayor de la Familia Parra —cantera de connotados artistas y músicos de la cultura chilena— recibió el Premio Nacional de Literatura (1969) y el Premio Miguel de Cervantes (2011), entre otras distinciones, además de haber sido candidato al Premio Nobel de Literatura en diversas ocasiones.

Su obra ha sido traducida a numerosos idiomas, como el inglés, francés, sueco, ruso, checo, finlandés y portugués.​ Entre sus traductores anglohablantes figuran reconocidos escritores estadounidenses, tales como Allen Ginsberg, Lawrence Ferlinghetti, William Carlos Williams, Thomas Merton, Denise Levertov y W.S. Merwin, entre otros.​

Tuvo seis hijos, entre ellos la artista visual Catalina​ y los músicos Colombina y Juan de Dios, alias «Barraco».

MENDIGO

En la ciudad no se puede vivir 
Sin tener un oficio conocido:  
La policía hace cumplir la ley.
 
Algunos son soldados  
Que derraman su sangre por la patria  
(Esto va entre comillas)  

Otros son comerciantes astutos  
Que le quitan un gramo  
O dos o tres al kilo de ciruelas.

 Y los de más allá son sacerdotes  
Que se pasean con un libro en la mano.
 
Cada uno conoce su negocio.  

¿Y cuál creen ustedes que es el mío?
Cantar .......... mirando las ventanas cerradas

Para ver si se abren  
Y
 .. me
  ....... dejan
  ............... caer
  ....................... una
  ............................. moneda.
 
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Diccionario CCCLXII: Alhucema


"A la Muerte le gusta, súbitamente, que le hablen en francés. Eso la aleja del modesto patio de una casa criolla perfumada con alhucema y benjuí; la aleja de una ciudad donde, a poco que se ande por la calle, es imposible no cruzarse con cuarteadores y con vendedores de empanadas. Porque esta Muerte, la Muerte de Daniel, no es la gran Muerte, como pensará, la Muerte que las gobierna a todas, sino una de tantas Muertes, una Muerte de barrio, exactamente la Muerte del barrio de San Miguel en Buenos Aires, y al oírse dirigir la palabra en francés, cuando no lo esperaba y por un caballero tan atildado, ha sentido crecer su jerarquía en el lúgubre escalafón."

Misteriosa Buenos Aires. Página 268. Manuel Mujica Láinez. Biblioteca del Viajero ABC. España - 2004.

 
Alhucema


Del ár. hisp. alẖuzáma, y este del ár. clás. ẖuzāmà.

1. f. espliego.


Espliego
 

Del lat. spicŭlum, dim. de spicum 'espiga'.

1. m. Mata de la familia de las labiadas, de 40 a 60 cm de altura, con tallos leñosos, hojas elípticas, casi lineales, enteras y algo vellosas, flores azules en espiga, de pedúnculo muy largo y delgado, y semilla elipsoidal de color gris. Toda la planta es muy aromática, y principalmente de las flores se extrae un aceite esencial muy usado en perfumería.
2. m. Semilla del espliego, que se emplea como sahumerio.

Fuente: Diccionario de la Lengua Española. Vigésima segunda edición. 

LA CADENA DEL DICCIONARIO

Libro: Semipresidencialismo. Alternativa para una mejor gobernabilidad en el Perú





CONTENIDO
  • Introducción
  • Naturaleza de lo político y de la naturaleza política
  • Funciones del poder
  • El Estado
  • Los Sistemas Políticos
  • Regímenes Políticos
  • Comparaciones entre Régimen Presidencial, Régimen Semipresidencial y Régimen Parlamentario
  • El Semipresidencialismo en Francia
  • Rusia tras la caída del Muro de Berlín
  • El caso Peruano
  • Condiciones para un cambio político
  • Los Partidos Políticos
  • El Presidencialismo en nuestra Constitución
  • Realidad del Presidencialismo en el Perú
  • El Semipresidencialismo como alternativa en el Perú
  • Requisitos
  • Conclusiones
  • Bibliografía

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JUAN CARLOS RAMOS PERALTA

Puneño de nacimiento, realizo sus estudios primarios en la G.U.E. “San Carlos”, así como sus estudios secundarios, de profesion Abogado  y Sociologo, escribe cuentos, artículo culturales desde los 18 años de edad, uno de sus autores preferidos es Gamaliel Chrata, de quien dice es necesario saberlo entender, admira a Manuel Scorza por su magia indigenista, recientemente ha presentado su libro “Cuentos y Leyendas del Altiplano”, la cual es la acumulación de de muchos años de escribir cuentos que están ambientados en nuestra realidad. En el año 2003 el Diario “Los Andes” realizo un concurso de escritores en la que ocupo el primer puesto con “Crónicas de la Catedral”, así mismo ha sido publicada en la Antología del Cuento, sobre literatura hispana, “El Operativo”, narración de nuestro autor recreado en los años de violencia vividos en el Perú, esto por Marc Cox. Finalmente el mismo señala que ha inicios tenia una corriente “indigenista” pero con los viajes de trabajo a la Paz, Lima, Chile, ha visto mayor apertura en lo que escribe, como escritor señala que nuestros jóvenes deben seguir escribiendo y persistir en este arte. 

Autor(es): Juan Carlos Ramos Peralta 
Editorial: Ñawpa
Páginas: 124
Tamaño: 14,5 x 20 cm.
Año: 2017
Precio: S/12.00 

Diccionario CCCLXI: Férvida


"El erudito Bernabé Cobo (1653) confirma estas tesis de las más influyentes panacas cuzqueñas apuntando que el nombre de Viracochas 'nos pusieron (a los españoles) sólo los vecinos del Cuzco aficionado a Huáscar'. Joseph Acosta (1590) cree la versión en torno a la supuesta divinidad de los llegados se propagó rápidamente. Según este culto sacerdote, así ocurrió porque los españoles actuaron, por coincidencia, muy poco después de férvidas invocaciones a Viracocha, demandando justicia."

Los Incas frente a España. Las guerras de la resistencia 1531-1544. Página 101. Juan José Vega. Editorial Peisa. Lima, Perú - 1992.


Férvida


Del lat. fervĭdus.

1. adj. Que hierve.
2. adj. Que arde.
3. adj. Que causa ardor.

Fuente: Diccionario de la Lengua Española. Vigésima segunda edición. 

LA CADENA DEL DICCIONARIO