domingo, 30 de octubre de 2022

Podcast HistoCast 260: Orce, primeros pobladores del continente europeo

 

 

Secciones Historia:

  • Orce, un proyecto con historias ​- 15:08
  • ¿Quienes somos? ¿De donde venimos? - 56:05
  • ¿Por qué es Orce tan importante? ​- 1:37:38
  • Fauna ​- 2:25:29
  • El paisaje - 3:55:51
  • Presencia humana - 4:42:33
  • Bibliografía - 5:29:29 

Fuente: https://www.histocast.com 

 

MÁS INFORMACIÓN


Dilbert (03-Octubre-2022)

 

 

Fuente: The official Dilbert website with Scott Adam

Dilbert es el nombre de una tira satírica creada por Scott Adams que ha aparecido en los periódicos desde 1989, dando lugar a varios libros, una serie animada de TV y numerosos productos relacionados que van desde muñecos rellenos hasta helados. La trama de este cómic se desarrolla en el contexto de lo cotidiano para millones de empleados y oficinistas: políticas de oficina, jefes incompetentes, compañeros de trabajo molestos, asuntos sin sentido, juntas eternas, etc. El mismo tipo de cosas que la gente odia en su trabajo diario son las que provocan las carcajadas en Dilbert.

Olafo el Amargado (30-Octubre-2022)

 

 

Fuente: Hagar the Horrible | By Chris Browne 

Hägar the Horrible —rebautizado en español como Olaf el vikingo u Olafo el Amargado— es una tira cómica creada por Dik Browne. Debutó en 136 periódicos de Estados Unidos el 4 de febrero de 1973. Dos años más tarde, el número de periódicos en los que aparecía había aumentado a 600. Su circulación siguió en aumento y en 2010 la tira apareció en 1900 periódicos de 58 países y en 13 idiomas.

sábado, 29 de octubre de 2022

Meme 29/10: La química del helado

 


 

Cita DCXCVI: Érase una vez el fascismo

 

 
En esta foto de archivo del 10 de agosto de 1944, con la mano derecha
herida tras un intento de asesinato el 20 de julio, el canciller alemán Adolf
Hitler, da un apretón de manos a la izquierda al dictador italiano Benito
Mussolini mientras sale en tren tras una conferencia en Alemania. 


Pocas palabras en el lenguaje político cotidiano tienen un uso (y abuso) más generalizado que fascismo. En numerosas ocasiones se utiliza para descalificar a quienes –real o supuestamente– amenazan con el uso de la violencia en el debate político. Es una realidad que la abrumadora mayoría de quienes la utilizan no tienen la menor idea del significado real de la palabra, ni mucho menos de las controversias que genera su definición. Para aclarar esos puntos, es instructivo recurrir al pasado.

El fascismo fue un movimiento que surgió en Italia a fines de la Primera Guerra Mundial, liderado por Benito Mussolini. Tras un corto período inicial en que se manifestó como una agrupación de izquierda radical con un discurso nacionalista –su líder pasó de una posición contraria a la guerra a un intervencionismo en defensa de la nación y una vocación expansionista– su falta de repercusión en la sociedad lo volcó hacia una posición decididamente antisocialista y de defensa del capitalismo.

En esos primeros meses de la posguerra, un sector significativo del Partido Socialista Italiano se volcó hacia posiciones extremas imaginando la posibilidad de repetir en Italia lo ocurrido en Rusia en octubre de 1917; durante dos años, los seguidores de Mussolini, organizados en “fasci de combattimento” (escuadras de combate) se organizaron disputando la calle a los militantes socialistas y llevando a cabo diversas acciones de extrema violencia contra sedes partidarias y periódicos de izquierda.

Excombatientes y clases medias bajas

Sus simpatizantes eran excombatientes y sectores de las clases medias bajas castigados por la crisis de la posguerra El creciente apoyo de los sectores liberales, que lo veían como un movimiento al que podían controlar, así como también del empresariado atemorizado por el “peligro rojo”, e incluso de sectores del ejército y de las personalidades que rodeaban al rey Víctor Manuel III, condujeron a que finalmente el movimiento se institucionalizara en 1921 con el nombre de Partido Nacional Fascista e incluso formara parte de un Bloque Nacional con partido liberales en las elecciones de ese año obteniendo 35 diputados.

Sin embargo, las ambiciones de Mussolini y los principales dirigentes de los Fasci no se limitaban a la participación dentro de un parlamento liberal; sus aspiraciones apuntaban hacia la conquista del Estado, y si para ello había que recurrir a la violencia, o a la amenaza de ella, en cierto modo ese rasgo estaba en su ADN.

Fue así que ante una crisis de gobierno –situación habitual en esos convulsionados años–, los fascistas impulsaron a fines de octubre de 1922 lo que se denominó la “Marcha sobre Roma, la convergencia de miles de militantes provenientes de diferentes partes del país, exigiendo la entrada de los fascistas en el gobierno.

Pese a que las fuerzas de seguridad estaban en condiciones de reprimir con facilidad a las columnas fascistas, la inacción de las autoridades y sobre todo la negativa del rey a firmar la disposición que establecía el estado de sitio condujo a que finalmente Mussolini fuera convocado a presidir un gobierno con participación de varios de sus correligionarios.

Un programa lleno de “anti”

Así, el movimiento que comenzó siendo una banda de violentos anticomunistas accedió al gobierno con un programa en el que dominaban los “anti”: antisocialismo, antiparlamentarismo, antiliberalismo, y una sola reivindicación positiva: la primacía absoluta del Estado (“Todo dentro del Estados, nada fuera del Estado, nada contra el Estado”). El desprecio de la prensa “seria” y la convicción generalizada entre los políticos que se trataba de un fenómeno transitorio, que se iba a disolver una vez llegado al gobierno, resultó un trágico error.

En los años siguientes se fue conformando un régimen basado en un partido único, liderado por un líder carismático, caracterizado por la valoración positiva de la violencia hasta el extremo de implantar el terror; por la apelación a las masas sobre la base de la elaboración y difusión de mitos destinados a nuclear a la sociedad alrededor de una visión embellecida del pasado (por ejemplo la Italia fascista como un retorno de los valores y la grandeza de la “Roma eterna”); la vocación expansionista justificada por la historia (“continuaremos la tarea de expansión hacia el Este iniciada por los caballeros teutónicos hace seis siglos”) y, finalmente, por la construcción y fortalecimiento de un conjunto social organizado como una estructura armónica y estable, en la que cada integrante se integraba en el todo sin cuestionar el orden establecido.

La nacionalización de las masas fue acompañada de una negación de la lucha de clases (“Me dicen que hay empresarios, me dicen que hay obreros; yo solo veo alemanes”).

El fascismo constituyó entonces, con variantes propias del escenario nacional donde se desarrolló, un modelo vigente en Europa entre 1919 y 1945, aunque solo en dos países sus partidarios alcanzaron el poder –en varios otros el triunfo coyuntural se debió a la ocupación de las potencias invasoras durante la Segunda Guerra Mundial–, con la importante diferencia entre ambos regímenes que en la Alemania nazi el antisemitismo constituía una de sus columnas vertebrales, en tanto se incorporó a la Italia de Mussolini solo en los últimos años Neofascismo y derecha radical

La derrota militar de los países del Eje no significó la desaparición de las ideas fascistas, de manera que por lo menos hasta mediados de la década de 1955 se hablaba de un “neofascismo”, caracterizado sobre todo por una nostalgia del pasado y el accionar destinado a luchar por su restauración, una tarea en la que los éxitos fueron nulos.

Sobre todo a partir de los años 60, dentro de la extrema derecha surgieron agrupaciones en las cuales algunos componentes fascistas se fueron combinando con elementos de carácter populista, que en conjunto reaccionaban contra el triunfo de las instituciones democráticas –aunque participaban en el Parlamento– al tiempo que se volcaban en forma progresiva hacia posiciones económicas neoliberales.

Subsistían pequeños grupos que utilizaban la simbología e imitaban actitudes de orientación nazi pero su repercusión era mínima, más allá de producir hechos de violencia –algunos significativos– pero que no dejaban de ser marginales.

Hacia mediados de la década de 1970, la crisis económica que comenzó con el aumento de los precios del petróleo, condujo a que la extrema derecha encontrara un tema que le permitiera captar el apoyo de sectores cuantitativamente importantes reafirmando su idea identitaria. En un escenario caracterizado por los avances tecnológicos en todos los terrenos, el crecimiento de la desocupación y las oleadas migratorias provenientes de países en guerra o directamente afectados por profundas crisis económicas quedaron así vinculados de forma estrecha.

Expresiones como “Los inmigrantes ocupan los puestos de trabajo que nos corresponden como españoles (italianos, franceses, o…)”, o la variante más peligrosa, “los inmigrantes son los responsables del crecimiento de la violencia”, tuvieron audiencia entre quienes pensaban que luego de la Segunda Guerra Mundial la prosperidad y el progreso económico habían llegado para quedarse y necesitaban una explicación simple para enfrentar lo ocurrido.

Se concretó así la contradicción entre el agresivo discurso contra la inmigración acompañado de la defensa cerrada de la economía de mercado, si bien en algunos casos cuestionando algunas de las consecuencias de la globalización (“¡América First!).

Frente a estas nuevas realidades, el hundimiento de la Unión Soviética en 1991 y la crisis de la izquierda a lo largo de los años siguientes en cuanto a la posibilidad de elaborar una alternativa superadora, tuvo una consecuencia impensable unas décadas antes: el vuelco de sectores obreros hacia posiciones de derecha.

Además, el cuestionamiento de algunos dirigentes populistas frente a la consolidación de una sociedad cada vez más dominada por el sector financiero contribuyó a potenciar el descontento.

El panorama en América Latina

En el caso de América Latina, las décadas de 1960 y 1970 fueron testigos de la instalación de sangrientas dictaduras militares, con la aquiescencia y también con el apoyo de Estados Unidos, que con harta frecuencia cumplieron la tarea de restaurar el orden supuestamente vulnerado por los avances de agrupación de izquierda –algunas de las cuales recurrieron a la violencia– impulsando una represión ejercida por el Estado que dejó profundas y duraderas huellas en la sociedad.

La calificación de dictaduras “fascistas”, utilizada para definir a estos gobiernos constituye una extensión de la expresión que encubre el hecho indiscutible de que se trataba simplemente de una reacción de los sectores conservadores de la sociedad destinada a preservar el statu quo, que utilizaban a los militares como fuerza de choque a falta de un verdadero apoyo social.

En ningún momento recurrieron a las masas como lo hizo el fascismo original; la única excepción fue la convocatoria del general Leopoldo Galtieri ante la ocupación de las islas Malvinas. Las prácticas violentas o las amenazas de su utilización tuvieron como objetivo acabar con los militantes de izquierda y sus apoyos intelectuales.

Por lo tanto, la utilización de las expresiones “fascismo” o “neofascismo” resultan por lo menos confusas para designar a quienes utilizan un lenguaje con frecuentes apelaciones a la violencia pero cuyo objetivo es muy diferente al de quienes planearon y llevaron a cabo la Marcha sobre Roma.

Su neopopulismo se nutre de un discurso agresivo y cuestionador pero solo constituye la no tan nueva defensa de la sociedad liberal que cuestiona la mayor parte de las funciones que el fascismo justamente le atribuía al Estado.

 

Fuente: https://www.clarin.com/

Por: Jorge Saborido es historiador y académico. Profesor titular consulto en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, es docente invitado en instituciones de España, Chile y Uruguay. Su libro más reciente es Por que cayó la Unión Soviética: ¿Muerte natural, suicidio o asesinato? (Capital Intelectual 2021).

 

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CADENA DE CITAS

 

Libro: Almas

 

 

“En el libro se pudo captar la esencia de esos sentimientos para poderlos plasmar en uno (esto quizás es lo más inquietante de la lectura), ya que el lector se sentirá inmerso no solo en lo que quería decir el autor, sino también en lo que se proyecta, pues no resulta fácil captar esas sensibilidades, penas, risas, amores, pasiones, desencantos y tragedias que de una y otra forma contribuyeron para bien o para mal en la realización del libro ALMAS.

Existe bastante controversias a lo largo de cada poema, contraponiendo muchas veces la muerte con la vida y es que esas dos etapas engloban razones encontradas, siendo los sentimientos desprendidos de estas dos etapas los que dan rienda a los más desenfrenados versos.”

El Peregrino

Perú Tejada Romero | Facebook

 

PAUL YVAN TEJADA ROMERO

(Arequipa-Perú) Estudio la primaria en la Institución Educativa “Regina Mundi” y la secundaría en la I.E. “Manuel Muñoz Najar”. Abogado por la Universidad Católica de Santa María. Egresado de la Maestría en Ciencias Contables y Administrativas, mención en “Gerencia Publica y Gobernabilidad”, Universidad Nacional de San Agustín (2005-2006). Cursó el Master – Bussines Administration MBA Executive en la Escuela de Negocios de INNOVER de la UTP (Sede Arequipa, 2014), institución en la que también ejerció la docencia. Antes de iniciar su vida profesional laboró en una fábrica de papelería y en un depósito de bebidas y licores; actualmente labora en la Municipalidad Distrital de José Luis Bustamante y Rivero y ejerce libremente la profesión de abogado

Perú Tejada Romero | Facebook 

 

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Autor(es): El Peregrino - Paul Tejada Romero

Editorial: Quimera

Páginas: 60

Tamaño: 13 x 20.5 cm.

Año: 2021

viernes, 28 de octubre de 2022

Podcast La Órbita De Endor: La Casa del DRAGÓN temporada 1

 

 

La Órbita de Endor se mete hasta las trancas en la temporada 1 de LA CASA DEL DRAGÓN (House of the Dragon), basada en el libro de George R.R. Martin Fuego y Sangre. Ambos productos serán analizados (el libro hasta los acontecimientos narrados en la serie, sin hacer spoilers a futuro de eventos que se narrarán en próximas temporadas), destacando las diferencias entre ambos. El bando verde y el negro se dan cita hoy aquí, con todos los pros y los contras de un fenómeno televisivo que tiene aún más enjundia de la que parece. Todo eso será explorado en profundidad en un monográfico de casi 8 horas inéditas que ha costado un triunfo hacer posible.  Los jinetes de dragón que participarán en la justa serán el Coronel Kurtz, Jaime Angulo, Paco Garrido y Antonio Runa. El Trono de Hierro espera. Sentémonos en él. 

Fuente: La Órbita De Endor  


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Revista Peruana de Origami 7 [PDF]

 

 

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Libro: Pueblos indígenas, comunidades campesinas y fiestas. Antropología e historia rural en Piura

 

 

Pueblos indígenas, comunidades campesinas y fiestas reúne un conjunto de trabajos «acumulativos» sobre historia y antropología en Piura, enfocados en el análisis de las instituciones de las sociedades indígenas y campesinas, y sus transformaciones desde el siglo XVI hasta el presente. En este libro se reconstruyen los procesos de cambio en la organización, la tenencia de la tierra y la política de la población rural de la región, tanto en la sierra como en la costa, así como se analizan las festividades y la organización religiosa, y su relación con la estructura social y política. A partir de la historia, la memoria y la etnografía, se esbozan postulados sobre las continuidades y cambios en las instituciones indígenas: parcialidades, pueblos, haciendas y comunidades son presentados como expresiones sucesivas de comunalidad que, en este proceso, van estableciendo distintas vinculaciones con el Estado. Todo ello ha producido y sigue generando memorias históricas que son al mismo tiempo singulares y compartidas, y que a menudo se anclan en hechos verificables y en la historia de la defensa de la tierra.

 

CONTENIDO

  • Introducción
  • Historia
  • Política y gobierno en las reducciones de la costa de Piura, siglo XVII 
  • Ensayo sobre el origen de la identidad (histórica) cataquense 
  • Los cabildos norteños entre la Colonia y la República 
  • Catacaos y Sechura en el siglo XIX 
  • Algodón, empresariado y modernización agrícola en Piura 
  • Reconocimiento y recreación de las comunidades indígenas en Ayabaca (1930-1950) 
  • Antropología
  • Génesis y reconocimiento de la comunidad de Pacaipampa 
  • Transformaciones sociales en la sierra de Piura, 1970-1990 
  • Procesos comunales y cambios en la política comunal en la costa y sierra piuranas 
  • Creación de escuelas y cambios sociales en la sierra de Piura 
  • Propiedad, parentesco e identidad en las comunidades de Piura 
  • Autoridades, familias y liderazgos en la costa de Piura 
  • Fiestas religiosas en el bajo Piura
  • Cambios en la fiesta de la Virgen de las Mercedes en Sechura 
  • Organización y política religiosa en Catacaos 
  • Roles religiosos de varones y mujeres en Catacaos y Sechura 
  • Bibliografía

 

ALEJANDRO DIEZ HURTADO

Profesor Principal de Antropología del Departamento de Ciencias Sociales de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Es autor de Comunes y haciendas. Procesos de comunalización en la sierra de Piura (1998) y Elites y poderes locales. Sociedades regionales ante la descentralización (2003), y editor de Tensiones y transformaciones en comunidades campesinas (2012).

 

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Autor(es): Alejandro Diez Hurtado

Editorial: Fondo Editorial PUCP

Páginas: 368

Tamaño: 17 x 24 cm.

Año: 2022

Libro: Cosas que pasan. Las anécdotas de un periodista

 

 

LAS estrenó las ocho horas

Sesionaba la Asamblea Constituyente en 1978 y Luis Alberto Sánchez, viendo que eran las 11 de la noche, resolvió retirarse. Desde la mesa directiva observó su retiro el presidente Victor Raúl Haya de la Torre, su compañero y jefe de partido. Llamó éste entonces al oficial mayor y le pidió le de alcance para manifestarle de parte suya que la sesión aún no ha terminado. 

Según nos contó Jorge Lozada Stanbury, primer secretario de la mea directiva, el oficial mayor, salió apurado con el encargo mientras Haya sonreía. Parecía saber que su compañero no volvería pero tenía interés por la justificación. 

Regresó el oficial a paso calmo. Se le acercó al oído para darle la respuesta:

- Señor Presidente, dice el doctor Sánchez que esta noche se ha aprobado la jornada de 8 horas de trabajo y desea le permita tener el honor de ser el primero en cumplirla.

Página 12 de Cosas que pasan. Las anécdotas de un periodista


Como buen hijo de Arequipa, Bernardino Rodríguez guarda singular apego por las letras: relata, cuenta, describe con particular elegancia y destreza. Y obliga a seguirlo con interés. Sus amigos colegas reconocemos su valor.

Vino a Lima y fue en este campo de las letras donde comenzó a mostrar su particular desenvoltura en el manejo del idioma.

Pero el ejercicio del periodismo es solo una de las variadas facetas que maneja Bernardino con destreza y elegancia. La narración es otra de sus cualidades. Antes escribió la historia de su puerto de Mollendo como un cuento y ahora nos relata anécdotas que vivió y escuchó, pintorescas y llenas de vida. En más de una nos ha hecho reir. Desfilan en ellas ilustres personajes del ayer que como reportero pudo conocer.

Las anécdotas que aquí escribe, cobran interés por el trato breve y chispeante que invitan a leer hasta el final. Tienen por escenario los lugares por donde él trajinó.

Y aunque él les llama hechos que le dan salsa a la vida sin que tengan importancia, creo que cobran mayor interés porque nos hace conocer a los grandes personajes en esa otra faceta de seres humanos normales como nosotros, capaces de bromear, ironizar, reírse o equivocarse.

Pablo Truel Uribe

 

BERNARDINO RODRÍGUEZ

(Mollendo, Arequipa 1948) se graduó de periodista estando en secundaria con estudios en Difusora Panamericana Inc. de EE.UU. Comenzó en Radio Mollendo y luego trabajo en Arequipa en varios diarios. Allí, en Correo llego a director; sus colegas lo hicieron decano fundador del Colegio de Periodistas. En Lima fue director de prensa del Senado de la República, pasó por varios medios y se desempeñó como asesor de entidades públicas y privadas. Fue elegido primer vice decano del Colegio de Periodistas del Perú. Al fallecer el decano Luis Loli Roca, le cupo asumir. Egresado como licenciado de la Escuela de Periodismo Jaime Bausate y Mesa, fue catedrático de las universidades San Martín de Porres y Simón Bolívar. Siguió una maestría en docencia universitaria (Universidad Alas Peruanas) e hizo diplomados en Marketing (Escuela de Empresas de Lima), Comunicación (Universidad Ricardo Palma), y Periodismo Político (Instituto internacional del Periodismo José Martí de la Habana) y Planeamiento Estratégico (Management Sciences for Health, USA). Elegido presidente en dos periodos de la Federación de Periodistas del Perú. Actualmente gerencia su propia empresa.

Bernardino Rodríguez - Facebook

 

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Autor(es): Bernardino Rodríguez

Editorial: Del autor

Páginas: 107

Tamaño: 12,5 x 18 cm.

Año: 2021