En Internet se puede encontrar todo tipo de material sobre Adolf Hitler
y también personas antisemitas, racistas, conspiranoicas,
antidemócratas, quienes difunden su veneno ideológico por todas partes.
En Alemania, Europa, Estados Unidos, Latinoamérica, Oriente Medio e India.
El dictador alemán nacido
en Austria murió hace 80 años, pero el asesino en masa sigue originando
mucho dinero. Librerías antiguas de todo el mundo se lucran con
ejemplares antiguos de "Mi Lucha". Una versión en español cuesta más de
300 euros y en inglés, unos 600 dólares en portales en línea.
Ocho años antes de su llegada al poder en 1933, Adolf Hitler expuso
su visión fanática del mundo, su brutal antisemitismo y su desprecio por
la democracia y la diversidad social.
"El tema de la lucha ya está arraigado en el título; de hecho,
también abarca el racismo", explica el historiador austriaco Othmar
Plöckinger en entrevista con DW.
Plöckinger es uno de los expertos más destacados en el tema. Coeditó
una de las pocas ediciones verdaderamente esclarecedoras, una versión
editada de "Mi Lucha". Historiadores alemanes y austriacos analizaron y
clasificaron en 2.000 páginas los pensamientos y el lenguaje de Hitler.
Cuando se publicó "Mein Kampf" el 18 de julio de 1925, no causó
sensación. Hitler era un golpista fracasado que acababa de pasar más de
un año en prisión por alta traición. Su movimiento nacionalsocialista
era pequeño y carecía de influencia política significativa en Alemania y
Austria. Hitler se enfrentaba a la extinción política. Su obra no era
muy original: el contenido decepcionó incluso a muchos de sus
seguidores, explica Othmar Plöckinger.
Anuncio de una catástrofe
La obra de Hitler, a diferencia de otros dictadores, revela sus
intenciones. No oculta sus fantasías violentas. En la versión editada,
los editores reconocieron que "anuncia decididamente la guerra: una
guerra futura será una lucha por la supervivencia, en la que deberían
derrumbarse todas las consideraciones de humanidad y estética ". La
tiranía de Adolf Hitler fue un régimen anunciado.
Y no alcanzó el poder solo: en las elecciones al Reichstag de 1933,
17.277.180 alemanes votaron por Adolf Hitler y su Partido Nacional
Socialista Obrero Alemán (NSDAP), allanando su camino y el ascenso al
poder.
Lo que siguió fue una guerra desatada en Europa y el Holocausto, el
asesinato masivo sistemático de judíos europeos, sin precedentes en la
historia de la humanidad. El Estado nazi y sus partidarios combatieron a
todos aquellos a quienes declararon enemigos del pueblo alemán con una
brutalidad espantosa. Hitler se suicidó el 30 de abril de 1945, y la
Segunda Guerra Mundial acabó ocho días después. Su sistema de gobierno
se derrumbó. Desde entonces, los alemanes han jurado: "¡Nunca más!".
¿Sigue vigente hoy el "Nunca más"?
"A pesar de las afirmaciones de 'Nunca más' después de 1945, el
antisemitismo vuelve a asomar su espantoso rostro", afirma la
historiadora británica Lisa Pine en entrevista con DW. Pine, profesora
del Instituto de Investigación Histórica de la Universidad de Londres,
afirma que "su lenguaje venenoso recuerda, triste y vergonzosamente, a
los escritos de Hitler de hace un siglo".
La historiadora observa que no solo ha sobrevivido el antisemitismo
de Hitler, sino también su hostilidad hacia la democracia. Por lo tanto,
sigue siendo importante analizar los escritos de Hitler hoy en día.
"Mis alumnos siempre se sorprendían mucho, incluso se escandalizaban,
cuando analizábamos fragmentos de "Mi Lucha". Sólo cuando veían las
palabras escritas en blanco y negro empezaban a comprender a qué se
enfrentaban con Hitler. Fue esclarecedor e instructivo".
"El distanciamiento se está desmoronando"
Nikolas Lelle, de la Fundación Amadeu Antonio contra el Extremismo de
Derecha y el Antisemitismo, con sede en Berlín, también observa un
peligroso regreso de la ideología de ultraderecha. "El distanciamiento
se está desmoronando", describe en una entrevista con DW. Esto se puede
observar en los lugares conmemorativos que recuerdan los crímenes nazis.
"Sabemos por los lugares conmemorativos que las clases de las escuelas
de las zonas rurales casi siempre van acompañadas de personas, que
visten marcas de ropa o con lemas de ultraderecha en sus camisetas". Los
grafitis con esvásticas también vuelven a ser usuales en Alemania.
También es alarmante el hecho de que los jóvenes de ultraderecha, en
particular, se han vuelto más violentos en los últimos años. La
violencia ha progresado hasta el punto de que organizaciones, como la
Fundación Amadeu Antonio, deben tomar medidas de protección concretas,
afirma Lelle. "Es necesario tener una cámara, una puerta blindada,
alguien que pueda protegerte por la fuerza si es necesario. Por lo
tanto, también hablamos de protección personal por parte de la Policía
y, a veces, de seguridad. Como Fundación Amadeu Antonio, experimentamos
un clima de brutalidad en nuestros eventos. Ya casi no organizamos
eventos sobre antisemitismo sin un sistema de seguridad”.
Redes sociales como caldo de cultivo
Aproximadamente 100 años después de que Adolf Hitler publicó su
incendiario "Mi lucha", muchos tabúes han desaparecido. El historiador
Matthew Feldmann, de la Universidad de Tesside (Gran Bretaña), lo
corrobora. En un ensayo, describe la supresión de tabúes sociales y
culturales de la ultraderecha como "cambio drástico". Las redes sociales
también son en parte responsables de ello.
Las redes sociales se adaptan perfectamente a la doble estrategia de
la ultraderecha, similar a la empleada por Adolf Hitler y su movimiento
fascista: romper repetidamente los tabúes sociales con mensajes
radicales, para luego presentarse como civilizados y conciliadores en
otras situaciones.
Nicolas Lelle, de la Fundación Amadeu Antonio, cree que la historia
nos enseña una lección crucial: "La ultraderecha, el antisemitismo y el
racismo necesitan posturas claras, límites claros. Estos contenidos
deben ser socialmente marginados, y quienes los representan también
deben sentirlo”.
Fuente: https://www.dw.com
Por: (rmr/el)
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