La Piedra Lunar, valiosa joya robada de un santuario hindú y de
la que se cuentan toda clase de leyendas maléficas, llega a las manos de
Raquel Verinder, heredera de un lord inglés, como regalo de cumpleaños.
Sin embargo, después de la cena de celebración la gema desaparece. El
sargento Cuff será el encargado de desentrañar una verdad que permanece
oculta tras las diferentes versiones de los hechos que ofrece cada uno
de los personajes implicados. Se la considera generalmente como la primera novela policial o detectivesca de Inglaterra. Inicialmente fue publicada serializada en la revista literaria semanal All the Year Round, fundada y dirigida por Charles Dickens, del 4 de enero al 8 de agosto de 1868. Ese mismo año apareció en formato de libro. Collins adaptó la novela como pieza teatral en 1877. En el curso del siglo XX fue objeto de tres adaptaciones para el cine y televisión.
Una de las más disparatadas era la que giraba en torno de un Diamante Amarillo, gema famosa en los anales nativos de la India.
La más antigua de las tradiciones conocidas afirmaba que había estado engastada en la frente de la deidad india de cuatro manos que simboliza la Luna. Debido en parte a su peculiar coloración y en parte a una superstición que la hacía partícipe de las cualidades del ídolo al cual servía de ornamento y a la circunstancia de que su brillo aumentaba o disminuía en potencia, según aumentara o disminuyera en intensidad el de la luna, recibió primitivamente el nombre con el cual aún hoy se la conoce en la India: la Piedra Lunar. Una superstición parecida predominó en la Grecia antigua y en Roma, aunque no vinculada como aquella de la India a un diamante consagrado al servicio de un dios, sino a una piedra semitransparente y perteneciente a una variedad inferior de gemas, que se suponía era sensible a las influencias de la Luna; la Luna, también en este caso, dio su nombre a la piedra, que sigue siendo llamada así por los coleccionistas de nuestro tiempo.
Las aventuras del Diamante Amarillo comienzan en el undécimo siglo de la Era Cristiana. Por ese entonces atravesó la India el conquistador mahometano Mahmoud de Ghizni; luego de apoderarse de la ciudad sagrada de Somnauth, despojó de sus tesoros al famoso templo que durante muchos siglos fuera el santuario de los peregrinos indostánicos y la maravilla del mundo oriental.
De todos los ídolos adorados en el templo, sólo el dios lunar escapó a la rapacidad de los conquistadores mahometanos. Protegida por tres brahmanes, la deidad inviolada que lucía en su frente el Diamante Amarillo fue quitada de allí durante la noche y transportada a la segunda de las ciudades sagradas de la India: Benares.
Allí, en un nuevo templo —y en un recinto incrustado de piedras preciosas y bajo un techo sostenido por pilares de oro—, fue colocado y adorado el dios lunar. Allí también, y en la noche del día en que se dio término a la erección del santuario, aparecióse a los tres brahmanes, en sueño, Vichnú el Preservador.
Impregnó el dios con su aliento divino el diamante ubicado en la frente del ídolo. Y los tres brahmanes cayeron de hinojos ocultando sus rostros en sus túnicas. Vichnú ordenó luego que la Piedra Lunar habría de ser vigilada desde entonces por tres sacerdotes que deberían turnarse día y noche, hasta la última generación de los hombres. Y los tres brahmanes escucharon su voz y acataron su voluntad con una reverencia. La deidad predijo una especie de desastre al presuntuoso mortal que posase sus manos en la gema sagrada y también a todos los de su casa y su sangre que la heredaran después de él. Y los brahmanes decidieron estampar la sentencia en letras de oro sobre las puertas del santuario.
Extracto del libro La piedra lunar
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Autor(es): Wilkie Collins
Editorial: Salvat
Páginas:
Tamaño: 17 x 24 cm.
Año: 2024