sábado, 13 de agosto de 2022

Poeta 640: Himno a Arequipa de Mariano Béjar Pacheco

MARIANO BÉJAR PACHECO

(1893 - 1969), nació en Puno, desde su infancia se dedicó al estudio de la música. Folklorista, compositor e instrumentalista. En Bolivia, Argentina, Chile, Colombia y otros países, ha ofrecido conciertos sinfónico de las mejores obras peruanas instrumentadas por él. En 1924 fué premiado con medalla de Oro por la Municipalidad  de Arequipa, en un Certámen de Compositores y también en Lima, en 1929 obtuvo el Primer premio pecuniario y medalla de oro en un concurso. Es un indigenista que ha trabajado bastante, en los diferentes aspectos de nuestra música y un gran conocedor de la Organografía incaica (descripción de los instrumentos). Tiene escritas muchas obras de concierto para violín y piano, violín con orquesta, coros polifónicos, las óperas "El pueblo del Sol" y "Melgar", un poema sinfónico y muchos cantos escolares.

 

HIMNO A AREQUIPA

Salve, oh tierra hermosa del Misti, sagrada,
¡Oh! blanca Arequipa, radiante ciudad
Que por mirajes pareces soñada
Y que por tu historia pareces volcán
Desiertos grises guardan tu encanto
Y es la campiña tu ceñidor,
Tu pelo, armiño de agreste lava
Y de una novia tu aparición.
Violáceos montes de nieve eterna
Cómo se arroban con tu frescor
Sueña tu cielo con tu hermosura
Y te acaricia tu padre el Sol.
Gesto de Marte fue tu heroísmo
La democracia se hizo con él
La roja sangre de tu progenie
Creó ideales de Patria y de Ley.
En las trincheras orlas de fuego
Tu egregio busto ninbose ayer
Y que tus días las tempestades
Han sombreado con el laurel.
También Minerva moldeó en tu frente
Su grave ceño de reflexiones;
El poderío de tus ideales
¿Dónde, Arequipa, no descolló?
Artes, industrias, ciencias y leyes
En toda su alma puso su ardor
Y, sublimando su sentimiento
De poesía te consteló.
¡Oh! tierra hermosa como ninguna,
Tierra que brama con el temblor,
Sueñan tus hijos con tu grandeza
Y ¡ay! del que intente tu humillación.
Si tus destinos truncados fueron,
Pasó al futuro del limpio sol:
Serás Atenas, serás Esparta,
Y un pueblo siempre en el corazón.

 

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