lunes, 12 de agosto de 2024

Cita DCCLXIII: La tendencia a buscar patrones

En arqueología existe una serie de piezas conocidas como marcas de caza, es decir, objetos con muescas que probablemente son los primeros registros contables. No obstante, debemos ser extremadamente prudentes y cuidadosos cuando hablamos de estos objetos del Paleolítico porque en la mayoría de los casos ignoramos el propósito de los que los realizaron. Las marcas agrupadas en esos objetos de nuestros antepasados hace decenas de miles de años  responden a una intención premeditada, pero no representan necesariamente el registro de un cómputo. De hecho, un conjunto de líneas paralelas puede tener un significado alegórico. Por ejemplo, una cultura actual de Madagascar, la de los zafimaniry, emplea frecuentemente conjunto de líneas paralelas para decorar multitud de objetos, ya que para ellos son un recordatorio de la rectitud que hay que seguir en la vida. Por otra parte, diversos grupos de muescas o líneas pueden representar un alfabeto.

El cerebro humano muestra una tendencia a buscar patrones que, a menudo, se revela inútil cuando nos encontramos ante situaciones de aleatoriedad, lo que puede sesgar nuestras conclusiones. Un caso ilustrativo de esta capacidad de establecer pautas que realmente no existen ante cualquier sucesión de fenómenos por el psicólogo Thomas D. Gilovich y recogido por Cass R. Sunstein y Richard H. Thale en su libro Un pequeño empujón (Nudge). Para entenderlo, debemos trasladarnos al Londres de la Segunda Guerra Mundial. En aquellos duros días, los diarios británico publicaban mapas que mostraban las zonas del centro de la capital que los alemanes habían bombardeado. El análisis que se hacia de aquellos mapas mostraba unas pautas que parecían indicar que algunas áreas se veían sometidas a un número menor de ataques. De ahí se dedujo que en tales emplazamientos debían residir los espías alemanes. Sin embargo, más tarde, estudios estadísticos más rigurosos revelaron que la distribución de los impactos era la de un bombardeo aleatorio cualquiera. La voluntad de encontrar un patrón había sesgado la interpretación de los analistas.

Visto lo cual, para afirmar con cierta verosimilitud que este tipo de fósiles son los primeros registros contables, a los arqueólogos no les queda más remedio que complementar los indicios con otras pruebas (patrones específicos, información contextual...) que ciñan las interpretaciones a evidencias científicas y a no meras elucubraciones.

Páginas 10 y 11. En el principio fue el número. La humanidad aprende a contar. Francisco Javier Mateos Maroto. Barcelona, España -2019.

 

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