jueves, 19 de agosto de 2021

Podcast La ContraHistoria: El gran juego de Asia

 

 

A mediados del siglo XIX dos imperios en plena expansión, el británico y el ruso, se dieron de bruces en las estepas y cordilleras del centro de Asia. Los rusos se encontraban descendiendo por Asia central, los británicos aspiraban a defender la India y su zona de influencia en el océano Índico que, en aquel entonces, iba del golfo Pérsico hasta el actual Singapur. En Londres temían que Rusia planease invadir y apoderarse de la India y que este y no otro fuera el objetivo real de su expansión. Los rusos, por su parte, recelaban del avance de los británicos hacia el interior del continente. mientras que Rusia temía la expansión de los intereses británicos en Asia Central. El resultado fue un estado de guerra permanente en esa área durante décadas. El Reino Unido dio prioridad a retener y defender la India, mientras que Rusia se centro en expandirse por Asia central ampliando los límites políticos de su imperio.  

A aquel tira y afloja los estrategas de la época lo denominaron como “el gran juego”. Dio comienzo en 1830, cuando Lord Ellenborough, a la sazón presidente de la Junta de Control de la India, encargó al gobernador William Bentinck el establecimiento de una nueva ruta comercial al Emirato de Bujará, situado en las estepas, en la actual república de Uzbekistán. En el camino los británicos pretendían hacerse con el control del emirato de Afganistán y convertirlo en un protectorado, y de emplear las estribaciones orientales del imperio Otomano, el imperio persa, el janato de Jiva y el emirato de Bujará como estados colchón clientelizados para frenar la expansión rusa hacia el sur. Esto protegería a la India y con ello a las rutas comerciales marítimas británicas ya que impediría que Rusia se hiciese con un puerto en el golfo Pérsico o en el mar Arábigo.

Rusia propuso Afganistán como zona neutral, pero el asunto no quedó ahí. La campaña de contención de los rusos se complicó. Estallaron varias guerras en la zona que se extendieron durante varias décadas. La cuestión asiática no concluyó hasta principios del siglo XIX cuando Rusia y el Reino Unido acordaron las fronteras exactas de sus áreas de influencia. Eso dio lugar al nacimiento de algunos Estados como Afganistán, que adquirió entonces su configuración actual. Para entonces el término “gran juego” ya había hecho fortuna literaria. Rudyard Kipling, un popular novelista británico nacido en Bombay, lo empleó en una de sus novelas, “Kim”, en la que el enfrentamiento entre rusos y británicos sirve de trasfondo para la trama. En nuestros días se sigue empleando porque, aunque los imperios ruso y británico hace ya mucho tiempo que pasaron a mejor vida, toda esa región del mundo sigue siendo un foco de tensiones geopolíticas que, a menudo, desembocan en largas y dolorosas guerras.

Fuente: Podcast: La ContraHistoria  

 

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