martes, 20 de septiembre de 2022

Libro: La Villa Adriana

 

 

Testimonio del brillante ingenio y refinado gusto de Adriano, el complejo residencial de la Villa Adriana fue erigido en Tibur (Tívoli), a pocos kilómetros de Roma. Este ambicioso proyecto, que aspiraba a emular el ideal de vida griego, disponía de todos los lujos y comodidades propios de una villa imperial.

 

CONTENIDO

  • La residencia de Adriano
  • Entretenimiento para la corte
  • El Canopo
  • El Serapeo
  • La pasión de Piranesi por la Villa Adriana
  • Las grandes termas
  • El culto a Isis y a las estaciones
  • Las estancias privadas
  • El teatro Marítimo
  • El Pecile
  • Una ciudad subterránea
  • El edificio del Estanque
  • Antínoo, el favorito de Adriano
  • Los espacios públicos
  • El edificio de las Tres exedras
  • Las plaza de Oro
  • El patio de los Pilares dórico


VILLA ADRIANA

La villa de Adriano, conocida comúnmente como Villa Adriana, es uno de los más famosos complejos arqueológicos romanos. Está situada a 23 kilómetros de Roma, en las afueras de Tívoli. Fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1999.

La villa fue creada en Tibur (actual Tívoli) como lugar de retiro de Roma por el emperador Adriano en el siglo II. Se decía que a Adriano le disgustaba el palacio del monte Palatino de Roma, lo que le llevó a construir este lugar de retiro, donde pasó los últimos años de su vida y desde donde gobernó el imperio. Una gran corte, por lo tanto, vivió allí de manera permanente.

Después de Adriano, la villa fue usada por varios de sus sucesores. Durante el declive del Imperio Romano, la villa cayó en desuso y quedó parcialmente en ruinas. En el siglo XVI, el cardenal Hipólito II de Este hizo que gran parte de los mármoles y estatuas de la villa se trasladara para decorar su propia residencia (Villa de Este) ubicada en las cercanías. Entre las estatuas que había aquí se citan una copia del Discóbolo de Mirón, las ocho musas de Cristina de Suecia (Museo del Prado) y posiblemente la Diana de Versalles (Museo del Louvre). 

La Villa Adriana era un complejo de más de 30 edificios en una extensión de al menos un kilómetro cuadrado, gran parte de la cual aún está sin excavar. La villa fue el más grande ejemplo romano de un jardín tipo alejandrino, recreando un paisaje sagrado.

La Villa es como una pequeña ciudad con palacios, fuentes, varias termas, bibliotecas, teatro, templos, salas para ceremonias oficiales y habitaciones para los cortesanos, los pretorianos y los esclavos.

Reunió distintas construcciones que representan diferentes lugares y monumentos del mundo romano. Por ello muestra ecos de diferentes órdenes arquitectónicos, en su mayor parte griegos y egipcios. Adriano, un emperador que viajó mucho, tomó prestados estos diseños, como las cariátides para el Canopo, junto con las estatuas junto a ellos representando al dios egipcio de la fertilidad, Bes. La biografía de Adriano afirma que las zonas de la villa recibieron su nombre de lugares que el emperador vio durante sus viajes. Sólo unos pocos lugares mencionados en la biografía pueden tener un correlato preciso con las ruinas de la actualidad.

Una de las partes de la villa más sorprendentes y mejor conservadas son una piscina y una gruta artificial que recibieron el nombre de Canopus («Canopo») y Serapeum, respectivamente. Canopo era una ciudad egipcia donde había un templo (Serapeum) dedicado al dios Serapis. Sin embargo, la arquitectura tiene influencias griegas (lo cual es típico en la arquitectura romana del Alto y Tardío Imperio) como puede verse en las columnas corintias y las copias de famosas estatuas griegas que rodean la piscina. Del agua emergía un cocodrilo esculpido con todo detalle.

Una anécdota involucra al Serapeum y su cúpula en forma peculiar. Un destacado arquitecto de la época, Apolodoro de Damasco, despreció los diseños de Adriano, comparando la cúpula del Serapeum con una «calabaza». La cita íntegra es: «Vete y dibuja tus calabazas. No sabes nada de estos asuntos arquitectónicos». Cuando Adriano se convirtió en emperador, Apolodoro sufrió el exilio y más tarde se ordenó su muerte.

Una estructura interesante en la villa es el llamado Teatro marítimo. Consiste en un pórtico redondo con una bóveda sostenida por pilares. Dentro del pórtico hay una piscina en forma de anillo con una isla central. En la Antigüedad la isla estaba conectada con el pórtico por dos puentes levadizos. En la isla hay una pequeña villa romana completa, con un atrio, una biblioteca, un triclinium y pequeños baños. Muestra estilo jónico clásico. La zona fue usada probablemente por el emperador como un retiro de la atareada vida cortesana. 

 

MÁS INFORMACIÓN

 

Autor(es): National Geographic

Editorial: National Geographic

Páginas: 96

Tamaño: 22 x 29 cm.

Año: 2017