JOHN DONNE
(Gran Bretaña, 1572-1631) Poeta, prosista y clérigo inglés, considerado como el más importante de los poetas metafísicos, y uno de los mayores poetas amorosos de la literatura universal. Nacido en Londres, a la edad de 11 años ingresó en la Universidad de Oxford, donde estudió durante tres años. Según algunas crónicas, los siguientes tres años los pasó estudiando en la de Cambridge, aunque no obtuvo licenciatura en ninguna de ambas universidades, ni en la primera ni en la segunda. Comenzó a estudiar leyes en el Lincoln's Inn de Londres, en 1592. Dos años mas tarde, renunció a la fe católica en el seno de la cual se había educado, y se unió a la Iglesia de Inglaterra. Su primer libro de poemas, Sátiras, escrito durante los años que pasó en Londres, está considerado como la obra más destacada de su autor. Aunque no lo publicó hasta algún tiempo después de escribirlo, el libro ya había circulado en forma manuscrita, al igual que Canciones y sonetos, escrito en la misma época que el anterior.
En 1596, Donne se enroló en la expedición naval de Robert Devereux, que atacó la ciudad de Cádiz (España). A su regreso a Inglaterra, en 1598, fue nombrado secretario privado de sir Thomas Eggerton, Custodio del Gran Sello. Su boda secreta con una sobrina de Eggerton, Anne Moore, provocó su despido y una breve pena de prisión. Un primo de su esposa ofreció refugio a la pareja en Pyrford (Surrey). Allí, Donne escribió su extenso poema El progreso del alma (1601), que describe irónicamente la transmigración del alma de la manzana de Eva. Durante los siguientes años, el poeta llevó una vida miserable trabajando como abogado, al servicio, principalmente, de Thomas Morton, autor de panfletos anticatólicos. Se supone que, entre 1604 y 1607, le escribió numerosos discursos, en los que no se indicó su autoría. Aparte de ello, sus principales creaciones de ese periodo fueron Poemas divinos (1607) y la obra en prosa Biathanatos, que no se publicó hasta 1644, bastante después de su muerte, y en la que afirmaba que el suicidio no constituía un pecado. En 1608, se reconcilió con su suegro y, a través de su mujer, recibió una dote lo que les permitió salir del miserable estado en que se encontraban. En 1611, publicó Aniversarios, una elegía en dos partes. Su obra anterior, Pseudo-mártir (1610), es un tratado en prosa en el que mantenía que los católicos de Inglaterra podían jurar fidelidad al rey Jacobo I sin traicionar sus sentimientos religiosos. Esta afirmación le atrajo el favor del rey, que le nombró capellán real el mismo año, 1615, en que el poeta se ordenó sacerdote de la iglesia anglicana. Su labor religiosa fue muy destacada, pues escribió sermones que se consideran como los más brillantes y elocuentes de su tiempo. Su esposa murió en 1617, tras lo cual el poeta, muy afectado, se entregó por completo a la religión.
A pesar de su dedicación casi absoluta a la vocación eclesiástica, continuó escribiendo poesía aunque, a excepción de Sonetos sagrados (1618), la mayoría de ella no fue publicada hasta 1633, después de su fallecimiento. En 1621, Jacobo I le nombró deán de la catedral de San Pablo, puesto que ocupó hasta su muerte. En 1624 trabó amistad con el ensayista y poeta Izaak Walton, quien más tarde escribiría una conmovedora, aunque en algunos puntos poco precisa, biografía de Donne. Mientras convalecía de una grave enfermedad, escribió Devociones para ocasiones emergentes (1624), una obra en prosa en la que trata los temas de la muerte y de las relaciones humanas. Es casi seguro que el poeta habría sido nombrado obispo en 1630, pero su delicado estado de salud lo impidió. Durante sus últimos años escribió algunos de sus mejores sermones, reunidos más adelante en seis colecciones. Entre ellos destaca Duelo de la muerte (1631), un sermón fúnebre que leyó en Londres apenas dos meses antes de morir.
La poesía de Donne se caracteriza por la irregularidad de la forma y por una compleja imaginería. Utilizaba a menudo el llamado concepto, una elaborada metáfora que sintetizaba en sí dos objetos o ideas aparentemente inconexos. Su inteligente introspección y el uso de la lengua coloquial, aparentemente poco poética, pero que él dotó de una precisión hasta entonces desconocida, alejó su poesía del estilo suave y elegante que cultivaban sus contemporáneos Philip Sidney y Edmund Spenser. Los contenidos de sus poemas amorosos, sensuales y cínicos a un tiempo, representan una reacción al soneto isabelino, excesivamente sentimental. Fue olvidado durante el siglo XVIII pero, en la siguiente centuria, comenzó a recuperarse el interés por su obra, que llegó a valorarse en su justa medida a partir de la década de 1920, cuando Ezra Pound y T. S. Eliot reconocieron su influencia.
Fuente: EPDLP
(Gran Bretaña, 1572-1631) Poeta, prosista y clérigo inglés, considerado como el más importante de los poetas metafísicos, y uno de los mayores poetas amorosos de la literatura universal. Nacido en Londres, a la edad de 11 años ingresó en la Universidad de Oxford, donde estudió durante tres años. Según algunas crónicas, los siguientes tres años los pasó estudiando en la de Cambridge, aunque no obtuvo licenciatura en ninguna de ambas universidades, ni en la primera ni en la segunda. Comenzó a estudiar leyes en el Lincoln's Inn de Londres, en 1592. Dos años mas tarde, renunció a la fe católica en el seno de la cual se había educado, y se unió a la Iglesia de Inglaterra. Su primer libro de poemas, Sátiras, escrito durante los años que pasó en Londres, está considerado como la obra más destacada de su autor. Aunque no lo publicó hasta algún tiempo después de escribirlo, el libro ya había circulado en forma manuscrita, al igual que Canciones y sonetos, escrito en la misma época que el anterior.
En 1596, Donne se enroló en la expedición naval de Robert Devereux, que atacó la ciudad de Cádiz (España). A su regreso a Inglaterra, en 1598, fue nombrado secretario privado de sir Thomas Eggerton, Custodio del Gran Sello. Su boda secreta con una sobrina de Eggerton, Anne Moore, provocó su despido y una breve pena de prisión. Un primo de su esposa ofreció refugio a la pareja en Pyrford (Surrey). Allí, Donne escribió su extenso poema El progreso del alma (1601), que describe irónicamente la transmigración del alma de la manzana de Eva. Durante los siguientes años, el poeta llevó una vida miserable trabajando como abogado, al servicio, principalmente, de Thomas Morton, autor de panfletos anticatólicos. Se supone que, entre 1604 y 1607, le escribió numerosos discursos, en los que no se indicó su autoría. Aparte de ello, sus principales creaciones de ese periodo fueron Poemas divinos (1607) y la obra en prosa Biathanatos, que no se publicó hasta 1644, bastante después de su muerte, y en la que afirmaba que el suicidio no constituía un pecado. En 1608, se reconcilió con su suegro y, a través de su mujer, recibió una dote lo que les permitió salir del miserable estado en que se encontraban. En 1611, publicó Aniversarios, una elegía en dos partes. Su obra anterior, Pseudo-mártir (1610), es un tratado en prosa en el que mantenía que los católicos de Inglaterra podían jurar fidelidad al rey Jacobo I sin traicionar sus sentimientos religiosos. Esta afirmación le atrajo el favor del rey, que le nombró capellán real el mismo año, 1615, en que el poeta se ordenó sacerdote de la iglesia anglicana. Su labor religiosa fue muy destacada, pues escribió sermones que se consideran como los más brillantes y elocuentes de su tiempo. Su esposa murió en 1617, tras lo cual el poeta, muy afectado, se entregó por completo a la religión.
A pesar de su dedicación casi absoluta a la vocación eclesiástica, continuó escribiendo poesía aunque, a excepción de Sonetos sagrados (1618), la mayoría de ella no fue publicada hasta 1633, después de su fallecimiento. En 1621, Jacobo I le nombró deán de la catedral de San Pablo, puesto que ocupó hasta su muerte. En 1624 trabó amistad con el ensayista y poeta Izaak Walton, quien más tarde escribiría una conmovedora, aunque en algunos puntos poco precisa, biografía de Donne. Mientras convalecía de una grave enfermedad, escribió Devociones para ocasiones emergentes (1624), una obra en prosa en la que trata los temas de la muerte y de las relaciones humanas. Es casi seguro que el poeta habría sido nombrado obispo en 1630, pero su delicado estado de salud lo impidió. Durante sus últimos años escribió algunos de sus mejores sermones, reunidos más adelante en seis colecciones. Entre ellos destaca Duelo de la muerte (1631), un sermón fúnebre que leyó en Londres apenas dos meses antes de morir.
La poesía de Donne se caracteriza por la irregularidad de la forma y por una compleja imaginería. Utilizaba a menudo el llamado concepto, una elaborada metáfora que sintetizaba en sí dos objetos o ideas aparentemente inconexos. Su inteligente introspección y el uso de la lengua coloquial, aparentemente poco poética, pero que él dotó de una precisión hasta entonces desconocida, alejó su poesía del estilo suave y elegante que cultivaban sus contemporáneos Philip Sidney y Edmund Spenser. Los contenidos de sus poemas amorosos, sensuales y cínicos a un tiempo, representan una reacción al soneto isabelino, excesivamente sentimental. Fue olvidado durante el siglo XVIII pero, en la siguiente centuria, comenzó a recuperarse el interés por su obra, que llegó a valorarse en su justa medida a partir de la década de 1920, cuando Ezra Pound y T. S. Eliot reconocieron su influencia.
Fuente: EPDLP
LA SALIDA DEL SOL
Viejo estúpido y rebelde, atareado Sol,
¿Por qué en esa forma
A través de ventanas y cortinas nos visitas?
¿Deben apresurar tus movimientos las estaciones de los amantes?
Descarado, pedante miserable, ve y engaña
A los escolares rezagados, a los huraños principiantes,
Ve y diles a los cazadores de la Corte que el Rey cabalgará,
Diles a las hormigas del campo que inicien su cosecha;
El amor, de todos modos, no sabe de estaciones, ni tampoco de clima,
Ni de horas, días o meses, esos andrajos del tiempo.
¿Tan fuertes y temidos imaginas tus rayos?
Yo podría eclipsarlos y nublarlos con un guiño,
Pero así perdería demasiado tiempo sin verla:
Si sus ojos no han cegado los tuyos,
Mira, y mañana, al caer la tarde, dime,
Si las Indias de minas y de especias
Están en su justo sitio o yacen aquí, conmigo,
Pregunta por los Reyes que ayer viste
Y habrás de escuchar: el Universo yace aquí en un mismo lecho.
Ella es todos los Estados y yo todos los Príncipes,
Nada más existe.
Príncipes hay pero nos engañan; reflexiona sobre esto:
Todo honor es teatro, toda riqueza alquimia.
Tú, Sol, arte a medias, serías tan feliz como nosotros
Si en tal forma se redujera el mundo;
Tu edad pide reposo, y ya que tu deber es
Calentar el mundo, en nosotros ese deber lo cumples, nos calientas.
Brilla aquí por nosotros, y tu arte reinará en todas partes;
Este lecho es tu centro, estas paredes tu esfera.
MAS INFORMACIÓN
Viejo estúpido y rebelde, atareado Sol,
¿Por qué en esa forma
A través de ventanas y cortinas nos visitas?
¿Deben apresurar tus movimientos las estaciones de los amantes?
Descarado, pedante miserable, ve y engaña
A los escolares rezagados, a los huraños principiantes,
Ve y diles a los cazadores de la Corte que el Rey cabalgará,
Diles a las hormigas del campo que inicien su cosecha;
El amor, de todos modos, no sabe de estaciones, ni tampoco de clima,
Ni de horas, días o meses, esos andrajos del tiempo.
¿Tan fuertes y temidos imaginas tus rayos?
Yo podría eclipsarlos y nublarlos con un guiño,
Pero así perdería demasiado tiempo sin verla:
Si sus ojos no han cegado los tuyos,
Mira, y mañana, al caer la tarde, dime,
Si las Indias de minas y de especias
Están en su justo sitio o yacen aquí, conmigo,
Pregunta por los Reyes que ayer viste
Y habrás de escuchar: el Universo yace aquí en un mismo lecho.
Ella es todos los Estados y yo todos los Príncipes,
Nada más existe.
Príncipes hay pero nos engañan; reflexiona sobre esto:
Todo honor es teatro, toda riqueza alquimia.
Tú, Sol, arte a medias, serías tan feliz como nosotros
Si en tal forma se redujera el mundo;
Tu edad pide reposo, y ya que tu deber es
Calentar el mundo, en nosotros ese deber lo cumples, nos calientas.
Brilla aquí por nosotros, y tu arte reinará en todas partes;
Este lecho es tu centro, estas paredes tu esfera.
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