sábado, 5 de noviembre de 2011

Poeta 109: Poesia egipcia


POESÍA LÍRICA EGIPCIA

En la poesía lírica egipcia aparecen constantes referencias a la muerte y al dolor que causa la ausencia, junto a un sentimiento de alegría por vivir el momento. Está unión de elementos contradictorios permite al poeta expresar, sus emociones y sentimientos, como puede observase en el "Canto del arpista", un poema que se encuentra esculpido en la tumba del faraón Antef, y en la "Canción", poema compuesto hacia el año 2500 a.C. El interés de los egipcios por la muerte no significa que fueran tristes o pesimistas, al contrario; para ellos, una de las maneras para prepararse para la muerte era disfrutando la vida. La alegría de vivir de los egipcios se muestra en casi todas las manifestaciones artísticas de este pueblo: en pinturas y esculturas que decoraban los templos, en los objetos de uso cotidiano en la poesía. En el Libro de los muertos se describe el viaje al más allá; contienen una serie de oraciones y fórmulas que el alma debe recitar ante dioses y demonios para llegar al trono del dios Osiris.

Fuente: Egiptomania.


CANTO DEL ARPISTA

Esculpido en la sala de la tumba de un rey Antef se encuentra el llamado "Canto del arpista", en el cual el autor se dirige al "Buen Príncipe" recordándole la caducidad de las cosas humanas: las tumbas de los dignatarios de la II y IV dinastía ya están en ruinas; ellos dejaron sabias palabras, pero ahora es como si no hubiesen existido jamás.:



 



"Ninguno de ellos regresa de donde están.
¿Quién puede decirnos su aspecto y su estado,
quién puede describirnos sus moradas,
quién puede dar consuelo a nuestros corazones
sirviéndonos de guía hacia los lugares
para donde partieron?

Consuela tu corazón,
has que olvide estas cosas;
no te queda nada mejor que seguir
sus deseos mientras estés vivo.

Unge tu cabeza con aromados ungüentos,
ponte vestidos de seda
impregnados de perfumes preciosos,
verdaderas obras de los dioses.

Goza más de cuanto haz gozado hasta ahora,
no hagas sufrir tu corazón por falta de placeres.

Piénsalo a nadie le es permitido
llevar consigo sus bienes.
Piénsalo, jamás ninguno de los que partieron
ha podido regresar".


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