sábado, 10 de septiembre de 2011

Derecho penal en el Tahuantinsuyo


LA JUSTICIA EN EL INCANATO

 
 
 
En pocas oportunidades, cuando se hace referencia a temas propios de la historia del derecho se piensa en lo improductivo que son estos temas porque de manera totalmente errónea se considera que el discurso histórico no brinda elementos para comprender la realidad que se vive, puesto que tales componentes vendrán dados por otras regiones del saber jurídico. Sin embargo tal forma de pensar es producto de una errada formación técnica que imposibilita «la aproximación a la idea de derecho como producto social y la idea de sociedad como resultado de cierta influencia del derecho» y en consecuencia lo que ello implica, de un lado, «incorporar la contingencia histórica para comprender lo jurídico» y de otro, «incorporar a las explicaciones sobre lo jurídico el elemento del poder y de la selección, defensa y promoción de intereses y valores desde esta instancia usando para ello, como uno de sus medios principales, a los mandatos jurídicos». Y tal imposibilidad derivada, como ya se indicara de una formación eminentemente técnica, conduce, en la región jurídico penal, a no ver como uno de los principales riesgos, para quienes habitamos en América Latina, es el ejercicio de un poder punitivo que se (re)legitima tras las tensiones entre discursos jurídico penales autoritarios y liberales. Como se expresara en otra parte, la convivencia al interior de las sociedades comporta conflictos sociales, estos conflictos pueden ser abordados, por parte del Estado, de diferentes maneras obteniéndose, también, diferentes resultados. Una de esas maneras es el modelo punitivo, como modalidad severa de la coerción jurídica; como ocurrió en el Tahuantinsuyu, lo cual es claramente explicado, desde otra óptica, en el presente texto…

Parte del prólogo de José Fernando Botero Bernal
Catedrático e Investigador de Derecho Penal
Facultad de Derecho / Universidad de Medellín
Medellín/Colombia


La investigación y el estudio histórico-jurídico de las construcciones culturales americanas previas a la transculturación generada por la presencia de europeos, presenta numerosos aspectos de interés, allende el mero sabor que toda pesquisa del pasado humano conlleva de por sí, por el conocimiento que brinda. Ante todo, porque nosotros, los latinoamericanos, somos herederos de un legado complejo, imbricado y único, una de cuyas hebras principales, a menudo más escondida que consciente, es el legado indígena. Por lo tanto, cuanto más sabemos de sus respuestas culturales, mejor nos conocemos a nosotros mismos. Y el antiguo mandato délfico conserva eterna vigencia. En segundo lugar, porque trabajar con aquellas instituciones, especialmente en el caso de sofisticadas civilizaciones ágrafas como la del Tawantinsuyu (yo uso la «w», no como los autores de este libro), exige al científico el empleo de herramientas y categorías de la antropología, de la etnología, hasta de la arqueología a veces. Eso lo destrona del Olimpo en que a menudo, y hablo sobre todo de los historiadores de formación jurídica, se recluye, y lo obliga a entender la necesidad (tanto tiempo negada) de la interdisciplinariedad. Así, estas producciones ganan carácter modélico, y su estilo se proyecta sobre otras investigaciones histórico-jurídicas de cuño bien distinto, incluso las que tratan de tiempos más recientes y culturas más cercanas. En tercer sitio, porque el contacto con cosmovisiones tan diversas, donde todo es extraño, y hasta la terminología tradicional se revela traicionera, impone la actitud crítica permanente, que a veces hemos perdido (o relajado) en otros campos de la pesquisa histórico-jurídica. Por estas y varias razones más, que no es el momento de traer a colación, obras como ésta de Sánchez Zorrilla y Zavaleta Chimbor deben ser saludadas con la más cálida de las bienvenidas, y la ávida esperanza de su multiplicación.

De la presentación de Ricardo Rabinovich-Berkman
Catedrático de Historia del Derecho,
Universidad de Buenos Aires
Argentina

Autor(es): Manuel Sánchez Zorrilla / David Zavaleta Chimbor
Editorial: Casatomada
Páginas: 144
Formato: 14
x 22.5  cm.
Año: 2011
Precio: S/21.00