Existe en el imaginario popular muchas creencias sobre la historia del Perú. Una de las más conocidas, incluso alimentada por material usado por escolares en Internet, es la que señala que los colores rojo y blanco de la bandera del Perú son producto de un sueño que tuvo el libertador José de San Martín, en 1820.
Dicha historia, tiene su origen en un breve relato escrito en 1917 por Abraham Valdelomar. El literato cuenta que, tras quedarse dormido, el general del Ejército Libertador vio una bandada de aves con plumaje blanco y rojo que formaban una bandera, y que esa fue la inspiración para el diseño del primer emblema nacional.
Sin embargo, según explica el historiador Marcos Garfias en su libro “Origen de los símbolos patrios”, el propio San Martín “jamás explicó por qué eligió esta combinación cromática para la enseña del Perú”. En diálogo con El Comercio, Garfias detalló que el sueño de San Martín debe tomarse como “una versión mítica del origen de los colores de la bandera”. El historiador e investigador José Vásquez coincide con Garfias. La mencionada creencia debe considerarse como “las historias de Ricardo Palma, tradiciones, pero no como si fuera la verdad”.
El origen de la bandera del Perú
A mediados del siglo XX, el académico Jorge Fernández Stoll escribió el libro “Los orígenes de la bandera”, en el que realiza un riguroso análisis histórico y usa los elementos de la heráldica, el arte que estudia el origen de los símbolos, para explicar la composición de nuestra bandera.
Según Fernández Stoll, la elección de los colores rojo y blanco para nuestra bandera no se debió a un sueño u otra arbitrariedad.
San Martín era una persona educada en Europa, con conocimiento de la heráldica de escudos y banderas; por lo tanto, tuvo que analizar la realidad peruana de ese entonces para que el emblema de la naciente patria representara a sus integrantes.
Garfias nos recuerda también que el general del Ejército Libertador consideraba que en el Perú se debía instaurar una monarquía constitucional.
Por ello, “los colores de la bandera del Perú independiente deberían representar cierto vínculo con la casa monárquica que debía proveerle de un rey (la casa de Borbón), además de tener en cuenta el legado de sus más antiguos gobernantes (el imperio Inca)”.
La primera bandera de Castilla es roja y blanca, además la mascaipacha (símbolo de poder imperial Inca) era roja.
San Martín y los criollos peruanos, quienes debieron tener participación en esta decisión, decidieron conjugar el simbolismo de ambos lados en la bandera del peruana, concluye Fernández Stoll.
Tanto Vásquez como Garfias consideran esta explicación como la que tiene mayor base para explicar el origen de los colores de la bandera del Perú.
El rojo por la sangre y el blanco por la paz
Existe también la creencia de que el color rojo del emblema nacional se debe a la sangre derramada durante el proceso de independencia y el blanco corresponde a la paz ganada tras los enfrentamientos.
Sin embargo, esta versión tampoco tiene ningún sustento. Solo se cuenta con un decreto dado por San Martín del 21 de octubre de 1820 en el que se especifican los colores y el diseño, pero no el porqué se eligieron.
“Esa versión es como una alegoría sin ningún fundamento, creada durante el gobierno militar”, precisa José Vásquez.
“Muchas banderas en el mundo tienen los colores rojo y blanco, y argumentan más o menos lo mismo: que el rojo es la sangre de los héroes y el blanco es la paz. No es muy original la explicación”, agrega.
No son solo colores
Vásquez señala que “la finalidad que tiene un símbolo patrio es de unirnos, sentirnos identificados, a través de sus formas, colores, pero no se concretiza en el caso peruano” porque muchas personas no saben cómo surgieron.
Por ejemplo, en el caso de Estados Unidos, su bandera tiene 13 franjas rojas y blancas alternadas y 50 estrellas, que representaban cada uno de los estados actuales. En un inicio, la bandera contaba con 13 estrellas, que representaban cada una de las colonias que se independizaron de Gran Bretaña.
Es importante que las personas conozcan los hechos sobre la bandera peruana y no sigan creyendo en relatos sin base histórica, afirma Vásquez.
“Las personas deben entender que esos colores representan algo más que lo que San Martín soñó”, agrega.
Garfias, por su parte, subraya que es importante que en los colegios los docentes se basen en las evidencias y no usen historias que eviten el “debate ideológico”.
“El maestro tiene un papel fundamental porque es el que transmite finalmente la historia”, señala.
Fuente: https://elcomercio.pe/
Por: Yerson Collave García
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