Desde 1935
el Instituto Sanmartiniano del Perú se encarga de preservar la historia
del héroe libertador. “Somos la segunda institución de este tipo más
grande del mundo. La primera está en Buenos Aires”, cuenta Adolf
Sobrevilla, desde la casona donde funciona el instituto y museo, en la
plaza Bolognesi.
—Pese a tantos años, poca gente conoce la existencia del instituto...
Así es. La coyuntura no permite conocer este tipo de instituciones, pero nosotros tenemos registro de todo lo que hemos hecho. Por ejemplo, desde hace 60 años somos encargados de dar la ceremonia del 17 de agosto, cuando se celebra el fallecimiento del general San Martín. Además, desde 1935 la Municipalidad de Lima nos invita para dar el discurso de orden cada 15 de julio, donde se conmemora la firma del acta de independencia del cabildo de Lima.
—Más allá de los eventos, cuidan el recuerdo del libertador...
Sobre todo buscamos rescatar los valores de San Martín.
Hoy por hoy muchas de las máximas del general nos servirían. Una de
ellas es que la cultura te hará libre. Otra es que robar es un delito,
pero robarle al país es una traición. El mal que vemos de las entidades
que nos gobiernan no es actual, lo tenemos hace 200 años e incluso desde
la Colonia. En resumen, trabajamos desde hace 83 años por mantener vivo
el recuerdo de San Martín.
—Si viera todo lo que pasa hoy, se moriría de nuevo.
No,
los pondría en el paredón. Él era muy drástico respecto a la traición a
la patria y eso no significa venderle secretos al enemigo, sino jurar
por Dios y por la patria que prestarás un servicio en beneficio de todos
y terminas sirviendo a tus propios intereses.
—¿Somos mezquinos con la memoria de San Martín?
El
pueblo no. Eso lo puedo garantizar. El que sí es un poco mezquino es el
Gobierno. Las Fuerzas Armadas deberían tener mayor acercamiento a él.
Entiendo que se vuelquen a sus héroes más recientes, pero considero que,
para ser justos con la historia, debemos abarcar todo el espectro. Por
ejemplo, San Martín convocó el primer Congreso y hasta hoy no hay
ningún busto suyo en el Congreso de la República. Muchos han olvidado
que la mayoría de instituciones que hoy conocemos nacieron por el
general...
—¿Por ejemplo?
Él
creó la Legión Peruana de la Guardia, predecesora del Ejército. También
la Marina de Guerra, creó la primera Escuela Normal de Varones, la Alta
Cámara de Justicia, el primer Banco de Misión, la Biblioteca Nacional.
Durante su protectorado se emitieron decretos en los que declaró la
inviolabilidad del domicilio sin la presencia de una autoridad, defendió
los derechos intelectuales, una serie de procesos que dan pie a la
creación de la República.
—¿El instituto recibe apoyo de parte del Estado?
No
podemos ser injustos en decir que no. Recibimos apoyo de los
ministerios de Defensa y Educación, pero nos gustaría hacer más. Además,
me parece que puntualmente se podría hacer mejor las cosas para
celebrar el bicentenario. Estamos mal si pensamos que faltan tres años
para celebrarlo.
—A Trujillo le faltan dos.
Y
no solo a ellos. Paracas, Pisco y Huaura fueron independizados en 1820.
Las autoridades solo se están enfocando en el 28 de julio del 2021,
pero olvidan todas las otras fechas importantes.
—Volvamos al instituto, es uno de los presidentes más jóvenes de su historia. ¿De dónde nace el interés?
Sí,
asumí con 43 años. Por lo general esperan que el presidente de una
institución cívico-patriótica tenga 70 u 80 [risas]. Desde el colegio me
gustó la historia universal y del Perú.
—Y de San Martín, ¿qué le atrajo en especial?
El cruce de los Andes. Es una de las más grandes epopeyas militares de todos los tiempos. Ahí descubrí que San Martín
realizó gran parte de la travesía en litera porque estaba enfermo,
sufría de úlceras. Los granaderos debían cargarlo en litera. En el cruce
también llevaba tres capillas desarmadas; como su ejército iba tan
separado, los domingos armaba las capillas en zonas diferentes y todos
podían escuchar la misa. Era un genio militar, pero no solo eso. Cuando
donó casi mil libros para la Biblioteca Nacional se vio que tenía
versiones en griego, latín, inglés y francés. Manejaba desde libros de
relojerías hasta armas y anatomía.
—¿Qué otra genialidad militar lo sorprendió?
[Piensa] Hay muchas… Pero creo que la toma del Real Felipe. No es muy conocido, pero cuando San Martín llegó al Real Felipe, también lo hacía José de Canterac con refuerzos para los españoles. Los generales de San Martín insistían en atacar antes de que llegaran esas tropas, pero él se negó. Dejó que Canterac y sus refuerzos entraran. Ahí, San Martín
gritó: “¡El Real Felipe es nuestro!”. Nadie lo entendía. A los pocos
días se acabó el agua, los alimentos y los españoles se rindieron. San Martín dejó salir a los soldados y se quedó con el armamento. Tomó el fuerte sin disparar un solo tiro.
—Bolívar murió pobre, sin una camisa para ser enterrado. San Martín murió en Francia. ¿Fueron finales injustos para ellos?
En realidad San Martín
no muere a mala edad. Cuando regresa a Argentina y ve todos los
problemas internos que hay, decide autoexiliarse. Le pidieron quedarse
en el Perú pero se negó porque había jurado entregar el poder. Luego, le
envió una carta a Castilla para pedirle que le mandaran el pago que le
habían prometido por sus labores. Necesitaba el dinero porque su salud
estaba resquebrajada. Castilla le envió todo el dinero prometido y le
reiteró la invitación para que volviera al Perú. Pero San Martín
se negó otra vez. Fue un fin más noble que de desgracia. Aunque hoy por
hoy lo considerarían un loco por renunciar a todo para darle la libertad
a un pueblo que ni conocía.
Ficha del personaje
Adolf Sobrevilla
Presidente del Instituto Sanmartiniano del Perú
Tengo 47 años y cumplo mi segundo período como presidente del instituto. Como buen amante de las armas y la historia ocupo mi tiempo libre con el tiro deportivo. Pueden buscarnos en Facebook como Instituto Sanmartiniano del Perú.
Presidente del Instituto Sanmartiniano del Perú
Tengo 47 años y cumplo mi segundo período como presidente del instituto. Como buen amante de las armas y la historia ocupo mi tiempo libre con el tiro deportivo. Pueden buscarnos en Facebook como Instituto Sanmartiniano del Perú.
Fuente: http://elcomercio.pe
CADENA DE CITAS
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