jueves, 15 de octubre de 2020

Poeta 547: Al Señor de Los Milagros de Nicomedes Santa Cruz

NICOMEDES SANTA CRUZ

Nació el 4 de junio de 1925, en el distrito limeño de La Victoria (Perú). Fue el noveno de los diez hijos de Nicomedes Santa Cruz Aparicio y de Victoria Gamarra Domínguez. Al concluir el colegio, se dedicó a trabajar en la herrería familiar en la avenida Abancay en Chacra Colorada, en el distrito de Breña, oficio que realizó hasta 1956, cuando abandonó el taller y se dedicó a recorrer el Perú y toda Latinoamérica. Al retornar a Lima decidió que se convertiría en artista.3​ Su cercanía con Porfirio Vásquez, a quien conoció en 1946, influyó de manera decisiva en su formación como decimista. Asumió la tarea de revivir el folclore afroperuano que organizó con su hermana Victoria Santa Cruz (1956-1961), a través de actuaciones radiofónicas y sus colaboraciones en los diarios peruanos Expreso y El Comercio, y otras publicaciones.

A partir de 1956 recorrió el Perú recopilando cantos populare. Debutó en los escenarios la noche del 11 de mayo de 1957, en el Teatro Municipal de Lima presentando la revista musical “Estampas de Pancho Fierro”, dentro de un espectáculo denominado Ritmos negros de Perú.​ Su debut radiofónico lo realizó un mes después, el 11 de junio, en Santiago de Chile, en Radio Corporación. Al año siguiente hizo su primera presentación internacional, en el Teatro Municipal de Buenos Aires en Argentina con su espectáculo Ritmos negros del Perú.​ También incursionó en el periodismo, en la radio y la televisión. Entre 1961 y 1962 incursiona fugazmente en la política, tomando posturas antiimperialistas y de izquierdas, y de apoyo a la Revolución Cubana.

Nicomedes siguió participando en eventos para promover la cultura afroperuana, viajando a Brasil en 1963 y a Cuba en 1967. En su carrera destaca la dirección del primer Festival de Arte Negro, realizado en San Vicente de Cañete, en agosto de 1971. Otro de sus viajes tuvo como destino África en 1974, donde participa en el coloquio Négritude et Amérique Latine. Ese mismo año viajo a Cuba y a México, participando en una serie de programas televisivos. A estos países les siguieron Japón (1976), Colombia (1978), Cuba (1979), Panamá (1980).

Desde 1981, se trasladó a Madrid, donde residió hasta su muerte. Allí fue periodista en Radio Exterior de España.​ Al mismo tiempo en 1987, colaboró en la preparación del disco de larga duración España en su Folklore, sin descuidar sus presentaciones en diversos países. En 1989, impartió un seminario sobre la cultura africana en Santo Domingo (República Dominicana) y al año siguiente participó en la expedición Aventura 92, que recorrió puertos de México y Centroamérica. Afectado por un cáncer de riñón, falleció el 5 de febrero de 1992,​ después de haber sido intervenido quirúrgicamente en el Hospital Clínico de Madrid.​

AL SEÑOR DE LOS MILAGROS

Paso a Nuestro Amo y Señor
andas, lienzo y candelabros.
Paso a Nuestro Salvador
el Señor de los Milagros.

La calle es un río humano
por cuyo cauce, la gente
muy acompasadamente
camina desde temprano.
“Avancen, avancen hermanos,
no estorben al cargador...”
grita el Capataz Mayor
que las cuadrillas comanda.
“Paso, que vienen las andas,
paso a Nuestro Amo y Señor...”

Por las calles se desborda
aquel torrente morado;
gimen los pies maltratados,
la Fe permanece sorda.
La multitud que lo aborda
da marco al rey de los cuadros:
Caídas y descalabros
en aquella mar mulata,
y cual velero de plata
andas, lienzo y candelabros.

Una señora morena
le ofrece todos sus hijos;
una ciega de ojos fijos
pídele Luz Nazarena;
azota una Magdalena
su vil cuerpo pecador.
Al paso del Redentor
doblan tristes las campanas
“Avancen, avancen hermanas,
paso a Nuestro Salvador...”

Sobre el lienzo de Jesús
la tarde pinta una sombra.
Sobre las frentes se nombra
señal dela Santa Cruz...
Bajo un cirio —santa luz—
A Ti, Señor, me consagro,
y de tus perfiles magros
venga a nos tu Redención
que nunca negó perdón
el Señor de los Milagros.