Pocos lugares del
 mundo son tan fácilmente reconocibles a primera vista como el Peñón de 
Gibraltar, una inmensa mole rocosa que se levanta en uno de los extremos
 de la Bahía de Algeciras y que, en su punto más elevado, alcanza los 
426 metros sobre el nivel del mar. Su silueta marca la entrada del mar 
Mediterráneo, o la del océano Atlántico, según sea el sentido del viaje.
 No es casual que el estrecho que separa África de Europa lleve su 
nombre ya que no hay otro accidente geográfico tan característico en 
toda esa zona. Los marinos antiguos lo conocían bien ya que a partir de 
ese punto abandonaban el plácido Mediterráneo para internarse en las 
inciertas aguas del océano. Para los griegos y los romanos era una de 
las columnas que Hércules que había colocado en su décimo trabajo en el 
extremo del mundo conocido. La otra se encontraba en el monte Hacho en 
la ciudad de Ceuta, o quizá en el monte Musa ya en territorio marroquí. Un lugar semejante, tan atractivo y estratégico, estaba llamado a jugar
 un importante papel en la historia del mundo. Cambió de manos muchas 
veces. Estuvo controlado por cartagineses, romanos, vándalos, visigodos,
 moros, castellanos, españoles y, finalmente, británicos. En 1704 fue 
tomado por una flota angloholandesa durante la guerra de sucesión 
española. Desde entonces, tratado de Utrecht mediante, se convirtió en 
una de las joyas del imperio británico. El Peñón, su ciudad, su puerto y
 sus fortalezas fueron cedidas a perpetuidad por el rey Felipe V, pero 
España repudió el tratado y trató de reconquistarlo durante cerca de un 
siglo. Fue un empeño infructuoso. Gibraltar es una fortaleza en sí mismo. 
Unido a tierra firme por un angosto istmo arenoso de poco más de un 
kilómetro, resistió varios sitios y, ya en el siglo XX, vio pasar por 
delante dos guerras mundiales. Hoy es un ajetreado y próspero territorio
 británico de ultramar. Goza de una gran autonomía y vive del comercio y
 las finanzas. El papel que ha jugado en la historia supera con mucho su
 pequeño tamaño, así que La ContraHistoria de esta semana vamos a verlo 
con más detalle. 
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