lunes, 26 de noviembre de 2018

Podcast HistoCast 173: IGM: Guerra terrestre





Esto es HistoCast. No es Esparta pero casi. Volvemos a la I Guerra Mundial para cerrar el círculo con los enfrentamientos terrestres. Excavando trincheras se encuentran Toni (@LordCirencester), Veramendi (@tamtamveramendi www.gehm.es), David (@DeividNagan) y Goyix (@goyix_salduero www.elguaridadegoyix.com). Os recordamos que nos podéis seguir a través de nuestra cuenta de twitter @histocast y en facebook. Lo podéis escuchar aquí o si tenéis apple aquí. Si queréis descargarlo pinchad aquí.


P. Adolfo Franco, SJ: Comentario para el domingo 25 de noviembre


CRISTO REY
Juan 18, 33-37

33 Entonces Pilato volvió a entrar en el pretorio, y llamó a Jesús y le dijo: ¿Eres tú el Rey de los judíos?

34 Jesús le respondió: ¿Dices tú esto por ti mismo, o te lo han dicho otros de mí?

35 Pilato le respondió: ¿Soy yo acaso judío? Tu nación, y los principales sacerdotes, te han entregado a mí. ¿Qué has hecho?

36 Respondió Jesús: Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí.

37 Le dijo entonces Pilato: ¿Luego, eres tú rey? Respondió Jesús: Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz.
 
El Año Litúrgico se cierra con esta gran fiesta: Jesucristo, Rey del Universo. Es una fiesta puesta al final del largo camino del año. Es el último domingo del año litúrgico. Y esto ya va indicando algo del sentido que tiene esta fiesta y que tiene este título de Jesús Rey del Universo. Y para orientarnos en la interpretación de este nombre tan especial de Jesús, la Iglesia nos pone como lectura para que meditemos, este párrafo del Evangelio de San Juan.

Jesús está a punto de ser condenado a muerte, está despojado de todo, abandonado por sus discípulos, y en estas circunstancias admite ser Rey. No podemos dejar de comparar esta situación con otra: la multiplicación de los panes; en ésta El está triunfante, está rodeado de sus discípulos, y de una multitud a la que El ha saciado con los panes y los peces que iban saliendo milagrosamente de sus manos. En ese momento el gentío quiere aclamarlo Rey, y Jesús, después de despedir a sus apóstoles, se aleja de la multitud, y se va sólo al monte a orar. Ahí, en el triunfo no acepta ser proclamado Rey; ahora en cambio, frente a Pilatos, completamente desprotegido y aparentemente derrotado, sí acepta ser el Rey y le dice al que lo juzga: Yo para eso he nacido y para dar testimonio de la verdad. Y ha añadido también que su reino no es de este mundo. Si hubiera aceptado ser proclamado rey en el triunfo de la multiplicación de los panes habría sido como "rey al estilo de este mundo"; en cambio al aceptar que es Rey, cuando está triturado, abandonado de todo esplendor, lleno de golpes, humillado, aparentemente fracasado, entonces sí es de verdad "Rey y no como rey de este mundo".

O sea que el Señor nos invita a pensar en "otros términos", sobrepasar los conceptos que tenemos de jefes, poderío, dominio; y que cuando pensemos en Jesús como Rey, pensemos de manera diferente. Por de pronto este nuestro Rey se proclama a sí mismo tal, cuando no tiene poder, ni tiene fuerza (aparentemente); está en contraste con el poderoso gobernador Pilatos. Entonces su forma de reinar no es dominar: la palabra rey ya tiene una característica diferente a la que tiene en nuestro lenguaje ordinario. Su forma de reinar es desde la libertad interior, esa libertad que proporciona la humildad; El nunca será Rey obligando, ni por decretos, ni por coacción; es un Rey que no tiene súbditos, sino amigos. En este sentido también puede decir que su reino no es de este mundo. Se trata de que lo asumamos voluntariamente como Rey.

Por otra parte, al decir que su reino no es de este mundo, quiere decir que no es un rey más dentro de la lista de personas que han sido reyes en la tierra. El trasciende todos los gobiernos y toda la historia de todos los pueblos: El es el culmen y la meta de toda la humanidad. El ha sido puesto por el Padre como culminación: el Alfa y la Omega, Principio y Fin. El modelo según el cual todo fue creado; y así se entiende esa palabra enigmática del Génesis, "la imagen y semejanza"; cuando Dios quiere crear al hombre, dice: hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza. Cristo es la imagen según la cual el hombre ha sido creado. Eso en cuanto al origen del hombre, y por eso también se puede decir que Cristo es el Rey, porque todo depende de El.

Y lo mismo en cuanto al término del mismo hombre y del universo: Jesús es la culminación de la creación: todo apunta a El: es el punto final de la creación; todo aspira y tiende a Jesús, como la meta a la que está dirigida esta creación ascendente. Jesús así no sólo es la culminación del año litúrgico, es la culminación de la historia, de la cual el año litúrgico es una especie de imagen. Jesús es Rey, porque es el primogénito de toda criatura, todo fue creado por El y para El y todo en El subsiste. Por eso Cristo puede decirle a Pilatos: yo soy Rey, para eso he nacido.

Y añade además: he venido para dar testimonio de la verdad. Es otro aspecto de esta realeza de Cristo, que no es de este mundo. El Rey, que lo es por la verdad: la verdad es El; no es sólo que Cristo enseñe la verdad (que sí la enseña), sino que El es la verdad, y todo el que sigue la verdad, lo sigue a El. Este aspecto de la verdad es otra de las señales de su Reino, el que reina por la verdad y el que reina en todos los que están en la verdad. Esto ya nos atañe a nosotros, constatar si estamos en la verdad, o no estamos en la verdad. ¿Dónde hemos cimentado la vida? Si la hemos cimentado en firme cimiento, o sea en la verdad fundamental, estamos fundamentados en Cristo, y así lo aceptamos como nuestro Supremo, como nuestro Rey. El entonces reina por la verdad, y en donde hay un asomo de verdad, ahí está reinando Jesús, que es la verdad, donde toda verdad adquiere su veracidad: todo es verdadero en el sentido en que se oriente a Cristo.

Es una fiesta importante, importante para Jesús, e importante para nosotros. El es el Rey, y lo celebramos especialmente hoy; para nosotros es muy importante celebrarlo, porque nuestra vida vale en la medida que lo tenemos a El, como término de nuestras aspiraciones, y como modelo al cual apuntamos con todos nuestros esfuerzos: Jesús es nuestro Rey, vivamos en la verdad.


Adolfo Franco, SJ

miércoles, 21 de noviembre de 2018

RFI: Novedades discográficas para el otoño 2018


LA FONOTECA DE RFI

Escuchar el podcast RFI: Novedades discográficas para el otoño 2018
Difundido el 18-10-2018 Modificado el 18-10-2018 en 16:18
Por Carlos Pizarro

Los pesos pesados de la música francesa muestran las novedades más esperadas del año. Se acabó el tiempo estival y con él se disipan las canciones veraniegas que seguramente habrán generado historias y recuerdos que tienen que ver con el descanso y el ocio. Con el otoño recién estrenado las discográficas se preparan para lanzar multitud de novedades con la vista puesta en el mercado navideño. Para saciar esta espera hoy te proponemos como menú musical algunas de las novedades que seguramente van a marcar tendencia en el mercado discográfico francés.

Listado de canciones en esta fonoteca :
  • Rien ne dure - Pascal Obispo
  • J'attends – Ben Mazue & Pomme
  • Avec ta zouz - Thérapie Taxi
  • La marcheuse – Chris
  • Qué vendrá – Zaz
  • A Nous Souvenirs – Trois cafés Gourmands
  • A la vie, à l’amour - Soprano




Video 364: Un pequeño paso - Un corto de Taiko





TAIKO Studios presents the story of Luna, a Chinese American girl who dreams of becoming an astronaut.
MAS VIDEOS

martes, 20 de noviembre de 2018

Cita CDVIII: Un amor tan suave y fuerte como una coneja





El verdadero amor de Ashley era una coneja llamada Judy. Estábamos bebiendo café en Java House cuando mencioné que jamás había conocido a la coneja de la que tanto hablaba y Ashley de inmediato quitó nuestras tazas de la mesa y nos llevó a su apartamento.

Se había mudado a la ciudad hacía cuatro meses y aún no había desempacado. Había cajas de cartón a lo largo de su apartamento, acomodadas como si le hicieran lugar a la jaula grande del centro. “¡Es Judy!”, dijo Ashley, señalando hacia la jaula.

No estaba seguro de cómo saludar a una coneja. “Hola, Judy”, dije, con la voz que uso cuando veo un perro. Saludé moviendo la mano.

A Judy no pareció impresionarle. Levantó las orejas mientras su cabeza seguía descansando sobre dos pliegues de papada y movió la nariz como para hacerme a un lado.

Con todo ese pelo, Judy tenía la apariencia de un zar enfundado en pieles. Ashley abrió la jaula y Judy me permitió, como un acto de deferencia, que tocara su abrigo moteado. “¿Acaso no soy lo más suave del mundo?”, parecía preguntar.

Esperaba que Judy y yo pudiéramos romper el hielo, pero no sabía cómo cortejar a una coneja. Cuidé a la mascota de Ashley (solo como amigo) un par de veces a lo largo de los siguientes meses cuando ella salía de la ciudad. Tenía que darle a Judy su alimento, lechuga romana y heno, dos veces al día. Yo leía en el sofá de Ashley mientras Judy saltaba por ahí, engrasando las patas de la mesita de centro con su barbilla, marcando su territorio para que yo no lo ocupara.

Ashley me dijo que podía meter a Judy en su jaula de nuevo si hacía un ruidito, así que fui tras ella haciendo ese ruido y moviendo las manos, pero Judy no obedecía los sonidos que salían de mi boca. El primer día cometí el error de levantarla, como había visto a Ashley hacerlo muchas veces. (Judy se dejaba cargar como un bebé, con las patas arriba, en los brazos de Ashley). Pero tras los muslos afelpados de Judy se escondía una fuerza sobrehumana, y de inmediato escapó, dejándome unos rasguños profundos y púrpuras en las muñecas.

Judy me observó todo el año de castidad que pasé de visita en el apartamento de Ashley, como si quisiera preguntarme qué rayos estaba haciendo ahí.

Unos días después de que Ashley y yo finalmente nos besamos, me llamó llorando. La jaula de Judy estaba empapada de sangre.

La llevamos de emergencia al veterinario, donde la abrieron, le quitaron varios órganos afectados y la suturaron. Mientras esperábamos, el veterinario dijo que los conejos a menudo no despertaban de la intervención quirúrgica.

A los conejos no les gusta el dolor, comentó el veterinario. Cuando sienten demasiado estrés tienden a dejarse morir.

De pronto sentí envidia por los conejos cuando el veterinario explicó la frágil fisiología de Judy. La selección natural no me había proporcionado una manera de elegir una muerte fácil. Sin embargo, los conejos al parecer suelen tener ataques cardiacos repentinos cuando se enfrentan a una amenaza mortal. Me pregunté qué decidiría Judy: ¿sería fuerte o se dejaría vencer?

Eran los primeros meses del año. En mi mente, las noches que quería pasar con Ashley no estaban ambientadas en el hospital veterinario Ojos Brillantes y Colitas Peludas, pero cuando Judy por fin despertó, todo se envolvió de la alegría de Ashley.

No obstante, el veterinario no pareció aliviado. Judy no quería comer ni tomar agua y, si seguía así, lo más probable era que sufriera un padecimiento llamado estasis gastrointestinal, que provoca que el sistema digestivo de los conejos se paralice y el animal se hinche poco a poco hasta morir. Vi cómo el semblante de Ashley se entristecía de nuevo y dudé si de verdad quería que estuviera con ella en ese momento. Algo en mí me decía: “Retírate”.

Me parecía que las buenas relaciones se basaban en la gentileza mutua, una zona de amabilidad en la que los amigos y las parejas experimentan su cariño. La coneja no había sido especialmente buena conmigo, sobre todo si la comparaba con los labradores que había conocido, y no me daban ganas de ser amable con ella, menos después de que mordió el cable de mi MacBook. Ahora el veterinario me estaba dando varias bolsas de rehidratación intravenosa y una mezcla de alimento en pasta que debíamos darle a la fuerza a una coneja que ni siquiera estaba seguro de que me quisiera en su vida.

Sin embargo, darle ese alimento de cuidados vitales para conejos era trabajo para dos personas, una mezcla en polvo de hierba timotea y cascarilla de soya a la que debíamos agregar agua tibia y administrar con una jeringa diario tres veces al día a través de sus dientes poco amigables. Mientras escuchaba las instrucciones del veterinario, entendí que me habían reclutado para la misión.

La hora de comer de Judy siempre era toda una odisea. Ashley se acostaba en el suelo y pegaba su frente a la cabeza de Judy para calmarla. Después Judy dejaba que la cargara y la envolviera en una toalla. Ashley subía con cuidado a la coneja envuelta al sillón, donde yo la presionaba contra el cojín como un balón mientras Ashley intentaba que la jeringa atravesara su labio.

Al primer roce de sus bigotes, Judy retrocedía con mucha fuerza y ocultaba su cara en la toalla. Si la jeringa se acercaba de nuevo, escapaba del sillón de un salto.

Era exasperante estar enojado con una coneja. ¿Acaso no entendía que estaba tratando de salvarle la vida? Desde luego, podía forzarla a quedarse en el sillón si era necesario, pero ella luchaba con tanta fuerza que me preocupaba que se abrieran los puntos de su herida.

Ashley y yo nos gritábamos mientras tomábamos turnos para tratar de levantar el labio de Judy y dejar entrar la pasta de nutrientes. “¡Vas a lastimarla!”. “¡Morirá si no come!”. Y en medio de todo, comenzábamos a pelear sobre por qué me había tomado un año besarla.

Mientras limpiaba la comida de conejo derramada en los cojines del sillón, pensé en los sofás de mi vida, todas las veces que había estado en medio de mis padres para que me anunciaran una muerte o un divorcio. Podía recordar los sillones con más claridad que las conversaciones. En este sofá, Ashley y yo ya teníamos peleas tan fuertes como para asegurar que recordaría esta tela para siempre, sin importar cuán corto resultara ser nuestro romance.

Veía cómo Ashley acariciaba a Judy con su frente o alisaba suavemente el pelo entre sus ojos. Judy no saltaba ni se alejaba ni parpadeaba. No parecía estar cómoda, pero al parecer sabía que la amaban. Eso no significaba que debiera fingir disfrutar cada minuto o que le encantara la comida en pasta que la obligábamos a ingerir.

“Muy bien. Ya es hora”, decía después de un rato, porque después de la comida debía tomar agua. Ashley levantaba a Judy y la acariciaba mientras yo colgaba una bolsa intravenosa de la lámpara. Las agujas eran aterradoras, anchas como pajillas de coctel. Cuando Judy estaba lista, Ashley me apretaba la mano y movía la cabeza. Ninguno de los dos quería voltear cuando levantaba la piel de la espalda de Judy y le metía la aguja.

Judy respingaba pero no se movía. Abríamos los ojos y nos veíamos. Después dejábamos caer la solución.

Un conejo rehidratado es gracioso. Aún bromeamos sobre los días de dromedario de Judy, cómo arrastraba su bulto lleno de fluidos por todo el piso de la sala, dando saltos vacilantes y ladeados con los podía escucharse el agua en su interior.

Hace dos meses nos casamos y, pensando en que esto es para siempre, he estado recordando lo que dijo el veterinario: cómo, al pasar un umbral de dolor y estrés, los conejos suelen renunciar a la vida. Supongo que aún habrá que ver si Judy es invencible. Quizá no lo es. Sin embargo, aunque tiene la habilidad de hacer que su corazón se detenga en cualquier momento, ha elegido quedarse con nosotros una y otra vez.

Judy ha vivido más que el sillón, que se desgarró en una mudanza, y otro sofá más, que dejamos en Denver cuando nos mudamos a Francia, donde Ashley trabaja.

Judy y Roberta, nuestra segunda coneja, viven ahora en París. El apartamento que rentamos incluía un sillón color rojo brillante, y es muy probable que tendremos que tomar a Judy y obligarla a estar ahí para administrarle alguna sustancia que no le guste. Ashley o yo quizá debamos pasar una noche solitaria y enojada en el sillón rojo de vez en cuando. Pero nos gusta, para pelearnos o, por qué no, reconciliarnos. Para ver cómo las conejas saltan por todo el apartamento.

Para llegar aquí, Judy y todos nosotros tuvimos que conducir hasta Chicago, la ciudad más cercana donde una aerolínea que permite llevar conejos vuela directamente a París. Tuvimos que aferrar a Judy y a Roberta a nuestro pecho para atravesar el escáner de seguridad del aeropuerto. Tuvimos que calmarlas con nuestras voces para que sus frágiles corazones estuvieran tranquilos durante el despegue y el aterrizaje.

Nuestros amigos y familiares nos dijeron que viajar a otro país con conejos sonaba como una pesadilla que podíamos evitar; por supuesto, tienen razón. ¿Y qué? El amor involucra muchos de esos momentos. Si renuncias a ellos con demasiada frecuencia, terminas por renunciar a todo el asunto. Pero eso no pasa con nosotros. Nuestro amor es una criatura pequeña y resistente. También es lo más suave del mundo.


CADENA DE CITAS

Diccionario CCCLXXXIX: Cencerrada


"Casi resulta un lástima echar a perder el espectáculo, arrancar las vestiduras y revelar los actores que hay debajo. La mayoría de nosotros prefiere la fascinación al análisis: la fascinación puede disfrutarse con una sonrisa y un ademan jovial, mientras que el análisis requiere pensamiento y trabajo intelectual. Pero es necesario hacer este trabajo crítico, aunque solo sea para comprender el lugar de los trilobites en la cencerrada del Cambrico."

Trilobites. Testigos de la evolución. Página 147. Richard Fortey. Editorial Oceano. México D.F., México - 2006


Cencerrada


1. f. coloq. Ruido desapacible que se hace con cencerros, cuernos y otras cosas para burlarse de los viudos la primera noche de sus nuevas bodas. Dar cencerrada.
2. f. coloq. Ruido similar a la cencerrada, que se hacía cuando un forastero se casaba con una joven de un pueblo y no pagaba lo estipulado por los mozos de dicho pueblo.
3. f. coloq. Ruido desapacible que se hace con cencerros o con otros utensilios metálicos para realizar una protesta cualquiera o como burla.

Fuente: Diccionario de la Lengua Española. Vigésima segunda edición.  

LA CADENA DEL DICCIONARIO

BlitzoCast 060: Derechos fundamentales y Constitución Española del 78





Esto es BlitzoCast. No es HistoCast pero casi. Con motivo del 40º aniversario de la Constitución Española de 1978 y dentro las celebraciones del mismo tratamos el tema de los derechos fundamentales en la Constitución y algunas reflexiones al respecto. Para ello nos reunimos @tamtamveramendi, @DeividNagan, @HugoACanete y @goyix_salduero. Os recordamos que nos podéis seguir a través de nuestra cuenta de twitter @histocast y en facebook.

 
MÁS INFORMACIÓN

Conversatorio "Mujeres en computación": 24 de noviembre



https://www.facebook.com/events/1189380631215930/



Conmemorando el Día Internacional de Ana Loveplace, el Capitulo Estudiantil ACM-UCSP invita a participar en este conversatorio que cuenta con la presencia de destacadas científicas de larga trayectoria en el área, con quienes se conversará y discutirá acerca de la participación de las mujeres en ciencia de la computación y de su transcendencia.

Dirigido a mujeres de cualquier edad y público en general.

INGRESO LIBRE

Invitadas:
  • Paola Valdivia, PhD (INRIA, Francia)
  • Yamilet Serrano, PhD (National University of Singapore, Singapur)
  • Yessenia Yari, MSc (Universidad Federal de Rio Grande del Sur, Brasil)
  • Angela Mayhua, MSc (Universidad Católica San Pablo, Perú)
  • Gina Muñoz, MSc(c) (Universidad Católica San Pablo, Perú)

Fecha: Sábado 24 de Noviembre
Hora: 16:00hrs
Lugar: UCSP, Arequipa, Auditorio D101

lunes, 19 de noviembre de 2018

Letra 314: MI unicornio azul de Silvio Rodríguez

SILVIO RODRÍGUEZ

Silvio Rodríguez Domínguez (San Antonio de los Baños, 29 de noviembre de 1946) es un cantautor, guitarrista y poeta cubano, exponente característico de la música de su país surgida con la Revolución cubana, conocida como la Nueva Trova, que comparte con otros reconocidos cantautores tales como Pablo Milanés, Noel Nicola y Vicente Feliú.

Su infancia la vivió en la época de la transición del gobierno de Fulgencio Batista y el inicio de la Revolución cubana. Colaboró para esta última desde sus inicios, como educador, dibujante, escritor, compositor, militar y político. Su carrera musical la inició ejerciendo como conductor de televisión, para luego integrarse al Grupo de Experimentación Sonora, entidad dirigida por Leo Brouwer, y finalmente consolidándose como solista.

Con más de cuatro décadas de carrera musical, ha grabado al menos quinientas sesenta canciones y publicado una veintena de álbumes, siendo uno de los cantautores de mayor trascendencia internacional de habla hispana. Acabando el siglo XX, fue elegido en su país junto a Ernesto Lecuona como el mejor compositor cubano del siglo, mientras que a nivel internacional fue galardonado, junto a Joan Manuel Serrat, como el mejor cantautor hispanoamericano de la segunda mitad de siglo y en 1997 como Artista Unesco por la Paz. En el siglo XXI, por su parte, recibió el premio ALBA de 2010, además de recibir el grado de doctor Honoris Causa en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos del Perú, la Universidad Veracruzana de México y la Universidad Nacional de Córdoba de Argentina.
De acuerdo con diversas clasificaciones musicales, entre los discos más relevantes del cantautor pueden mencionarse algunos de los primeros, tales como Días y flores (1975), Al final de este viaje (1978), Mujeres (1978), Rabo de nube (1980) y Unicornio (1982).

MI UNICORNIO AZUL

Mi unicornio azul ayer se me perdió
Pastando lo deje y desapareció
Cualquier información bien la voy a pagar
Las flores que dejó
No me han querido hablar

Mi unicornio azul
Ayer se me perdió
No sé si se me fue
No sé si se extravió
Y yo no tengo más
Que un unicornio azul
Si alguien sabe de él
Le ruego información
Cien mil o un millón
Yo pagaré
Mi unicornio azul
Se me ha perdido ayer
Se fue

Mi unicornio y yo
Hicimos amistad
Un poco con amor
Un poco con verdad
Con su cuerno de añil
Pescaba una canción
Saberla compartir
Era su vocación

Mi unicornio azul
Ayer se me perdió
Y puede parecer
Acaso una obsesión
Pero no tengo más
Que un unicornio azul
Y aunque tuviera dos
Yo solo quiero aquel
Cualquier información
La pagaré
Mi unicornio azul
Se me ha perdido ayer
Se fue




MÁS INFORMACIÓN

CADENA DE LETRAS

P. Adolfo Franco, SJ: Comentario para el domingo 18 de noviembre


DOMINGO XXXIII del Tiempo Ordinario
Marcos 13, 24-32

La venida del Hijo del Hombre

24 Pero en aquellos días, después de aquella tribulación, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor,
25 y las estrellas caerán del cielo, y las potencias que están en los cielos serán conmovidas.
26 Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en las nubes con gran poder y gloria.
27 Y entonces enviará sus ángeles, y juntará a sus escogidos de los cuatro vientos, desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo.
28 De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca.
29 Así también vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas.
30 De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca.
31 El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
32 Pero de aquel día y de la hora nadie sabe, ni aun los ángeles que están en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre.

Estos discursos sobre el fin del mundo, que también los hay en el evangelio de San Mateo y de San Lucas, producen una cierta curiosidad que llega a la fascinación: parecería que quieren describir el espectáculo de la catástrofe cósmica. Algo parecido ocurre con el Apocalipsis. Y en todos los casos, eso de la catástrofe cósmica es sencillamente una mala interpretación de los textos sagrados, por fijarnos más en los símbolos que en el mensaje.

¿Y cuál es el mensaje de estos textos, y en particular en el de San Marcos que hoy leemos? Este párrafo del Evangelio de San Marcos pretende darnos una lección sobre el sentido de la historia humana: la Historia Humana es una Historia de Salvación. Y ésta es la única perspectiva apropiada para interpretar la historia de los pueblos y nuestra propia historia.

Lo mismo que el origen del mundo hay que interpretarlo correctamente desde la lección que nos da el Génesis, así el final del mundo hay que interpretarlo desde esta lección contenida en el discurso que nos narra San Marcos. En el comienzo del mundo está la Presencia de Dios, que se cernía sobre las aguas, y enseguida se escucha su voz creadora. Es el verdadero sentido del origen del mundo. La Biblia narra todo esto a través de los siete días de la creación. Pero los hechos científicos que ocurren cuando Dios da el impulso creador son: el big bang y la evolución consiguiente. Pero estos hechos científicos innegables son sólo los acontecimientos: pero su sentido profundo son las palabras del Génesis: que Dios existía desde siempre y que se decidió a crear con sólo su poder.

Lo mismo pasa con el fin del mundo: la catástrofe cósmica (que puede ser sólo un símbolo) es el hecho: la venida del Hijo del Hombre es su sentido. Es la glorificación final del Hijo, y el Juicio final de los Hombres y de las Naciones.

Así la historia del mundo es una historia de amor de Dios con el mundo, que empieza con la Creación y termina en la Glorificación de Jesús. Y toda la suma de hechos y acontecimientos entre estos dos extremos, son pasos dados en esta dirección. Y así adquieren su verdadera significación. Los hechos de la historia humana, desde los primeros hasta los últimos son como las cuentas de un rosario, que deben estar unidos para que sean un rosario, si no, serían simples cuentas dispersas. La presencia de Dios en estos hechos de nuestra historia, desde el principio hasta el fin, es lo que da sentido a esa historia La historia es la marcha de la humanidad desde la creación hasta esa manifestación gloriosa de Jesucristo, donde todo será juzgado por Dios. Y allí todos seremos convocados: todo lo que pasó en el mundo tendrá su juicio.

Muchas veces pensamos la historia humana, como si fuera cosa sólo de los hombres; y es una forma de verla, pero es una forma incompleta. La vemos como una suma de sucesos, de guerras, de países, de construcciones, de civilizaciones que surgen y desaparecen. Y como resultado de todo ello, y como huellas de todo lo que ha pasado, las ruinas, las obras de arte, los monumentos del pasado. Y frecuentemente sólo entendemos así la Historia como un relato de hechos humanos. Y este párrafo del Evangelio que estamos meditando nos ilumina para que  entendamos esta Historia como un camino, que se desarrolla por todas las etapas que se han vivido, por las que se viven en la actualidad y por las que se vivirán en el futuro; un camino que tiene a Dios como su principio y tiene a Dios como su término.

No sólo la Historia de la humanidad tiene ese sentido; también la nuestra, la de cada uno: es una suma de acontecimientos que tienen a Dios en su comienzo y a Dios también en su término.

Vista así la historia (la de la humanidad en general y la nuestra en particular), nos da un mensaje: hay que estar preparados y confiar. Dos mensajes: la preparación y la esperanza. Hay que estar preparados, y hay que saber dirigirse hacia ese acontecimiento final, con la alegría del encuentro con Dios. La preparación, con una vida recta y pura a la que Cristo nos impulsa, debe ser permanente, porque no sabemos el día ni la hora. Esa incertidumbre del momento, nos incita a estar preparados siempre. No podemos ser descuidados, porque el hecho final (especialmente el personal), puede darse cuando menos lo pensemos. Jesús lo que quiere es que estemos todos los días, cada día, como nos gustaría que nos encuentrara el momento final.

Y además de esta actitud de preparación, nos abre a la esperanza. Tener en el corazón una firme convicción, nacida de la certeza de lo que va a venir. Es verdad, que yo no sé cuándo va a ocurrir, pero si sé cierto lo que va a ocurrir. Ese juicio final, esa glorificación del Hijo del Hombre, esa convocatoria al juicio, hecha para todos los hombres, eso es algo real, y hacia lo que se encamina mi vida. Cuando se tiene ante la vista cuál es el fin hacia el cual caminamos, sabremos caminar mejor. La esperanza nos mantiene alerta y nos ayuda a saber por dónde caminar, para llegar adecuadamente al punto de la cita con Dios.

Esto por otra parte es lo más real de la vida, del fin y de la historia. No tener presente esta perspectiva es perdernos en los detalles, que por importantes que nos parezcan, en comparación de esta visión, no serían más que pequeños detalles.

Adolfo Franco, SJ

Introducción a la Observación de Aves





A cargo de: Fotógrafo Pedro Allasi y MUSA UNSA.
Fecha: Viernes 23 del Presente
Hora: 5 pm.
Lugar: Auditorio de la Biblioteca Mario Vargas Llosa.

Este evento será abierto.