lunes, 27 de noviembre de 2023

Meme 27/11: Relaciones tóxicas

 


 

 

Podcast A Ciencia Cierta: Rayos Cósmicos

 

 

Desde la profundidad del espacio exterior hasta la atmósfera terrestre, los misteriosos Rayos Cósmicos nos desafían a comprender su origen, su impacto en nuestro planeta y su conexión con los secretos más profundos del Universo. En clave de tertulia analizamos la historia de su descubrimiento, su verdadera naturaleza, los principales experimentos que llevamos a cabo hoy en día para estudiarlos, sus posibles fuentes en el Cosmos y los efectos que tienen al llegar a nuestro planeta sobre nosotros y sobre lo que nos rodea. Todo ello de la mano de Avelino Vicente, Kike Nácher, Pablo Fernández y Sergio Pastor.

Fuente: A Ciencia Cierta 

 

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domingo, 26 de noviembre de 2023

Letra 523: Medley por Lita Pezo de Isabel Pantoja | Lita Pezo

 

 

Video del concierto realizado en el Teatro Canout, "En Primera Fila" 

Fuente: Lita Pezo

 

CADENA DE LETRAS

 

Podcast HistoCast 284: El Galeón de Manila

 

 

Esto es HistoCast. No es Esparta pero casi. Nos embarcamos en este galeón en una travesía apasionante por el Pacífico para alcanzar el extremo oriente con el resto del mundo. A bordo se encuentran Rafael Codes, Silvia Ribelles de la Vega y @goyix_salduero.

  • El Pacífico y el tornaviaje - 24:11
  • El encuentro - 59:37
  • Acapulco y Manila - 1:27:52
  • La carga - 2:30:41
  • El sistema - 3:39:53
  • Nueva España - 5:10:50
  • Bibliografía - 6:21:10

Fuente: https://www.histocast.com

 

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Macanudo (26-Noviembre-2023)

 

 

Fuente: Macanudo

Macanudo es una serie de historietas que desde 2002 publica Liniers (Ricardo Siri) en el diario La Nación de Argentina. La historieta tuvo su génesis en Bonjour, que fue publicada en el suplemento NO de Página/12 desde 1999 hasta 2002.​ Actualmente se publica en el Diario Perú 21 en Perú y en el diario La Nación, gracias a haber sido presentada al editor del mismo por Maitena. Tras ello, el alcance de las historietas de Liniers se catapultó de modo que a 2014 ya existen diez libros publicados sobre Macanudo.​ El humor que caracteriza a la tira es fresco, inocente, inteligente y bizarro. Las tiras deben ser leídas con detenimiento hasta sus detalles, ya que en Macanudo como en el arte a veces hay que elegir entre entender o sentir. Macanudo es frecuentemente percibido como una puesta al día de Mafalda (de Quino) en los 60, por el tipo de humor y sobre todo por uno de sus personajes protagónicos, Enriqueta. En un chiste nombra a Mafalda, diciendo que fue su primer libro, y en una entrevista Liniers dijo que si hubiera sabido que los lectores iban a tomar a Enriqueta como una modernización de Mafalda, hubiera hecho a Enriqueta varón.

Olafo el Amargado (26-Noviembre-2023)

 

 

Fuente: Hagar the Horrible | By Chris Browne 

Hägar the Horrible —rebautizado en español como Olaf el vikingo u Olafo el Amargado— es una tira cómica creada por Dik Browne. Debutó en 136 periódicos de Estados Unidos el 4 de febrero de 1973. Dos años más tarde, el número de periódicos en los que aparecía había aumentado a 600. Su circulación siguió en aumento y en 2010 la tira apareció en 1900 periódicos de 58 países y en 13 idiomas.

Libro: Amor y amistad. Novelas eternas

 

 

En esta novela se reúnen los tres cuadernos que Jane Austen escribió a muy temprana edad (13-14 años), y que ella misma llamó «volúmenes» y numeró colectivamente del I al III. Hay textos que no corrigió nunca, pero otros son piezas muy evolucionadas que la autora revisó justo antes de la publicación de «Juicio y sentimiento». En los textos prevalece un humor más desatado en inventiva de lo que será normal en la autora, pero muy parecida al resto de su obra en los aspectos irónicos e incisivos.  La trama se desenvuelve a través de las cartas de tres mujeres: la vanidosa Laura, su humilde amiga Isabel y la joven Marianne. Isabel pide a Laura que relate sus aventuras y experiencias de vida a su propia hija. Laura advierte a Marianne acerca de los hombres bellos y manipuladores, el falso brillo de los títulos nobiliarios y el dispendio. El espíritu de las anécdotas se pude resumir en la frase que antecede el texto: “Engañada en la amistad y traicionada en el amor”

 

JANE AUSTEN

(Steventon, 16 de diciembre de 1775-Winchester, 18 de julio de 1817) fue una novelista británica que vivió durante la época georgiana. La ironía que empleaba para dotar de comicidad a sus novelas hace que Jane Austen sea considerada entre los clásicos de la novela inglesa, a la vez que su recepción va, incluso en la actualidad, más allá del interés académico, siendo sus obras leídas por un público más amplio. Nació en la rectoría de Steventon (Hampshire). Su familia pertenecía a la gentry británica (nobleza rural o burguesía agraria), contexto del que no salió y en el que sitúa todas sus obras, siempre en torno al matrimonio de su protagonista. La candidez de las obras de Austen, sin embargo, es meramente aparente, si bien puede interpretarse de varias maneras. Los círculos académicos siempre han considerado a Austen como una escritora conservadora, mientras que la crítica feminista más actual apunta que en su obra puede apreciarse una novelización del pensamiento de Mary Wollstonecraft sobre la educación de la mujer. Ha sido llevada al cine en numerosas ocasiones, algunas veces reproducidas de forma fiel, como el clásico Más fuerte que el orgullo de 1940 dirigido por Robert Z. Leonard y protagonizada por Greer Garson y Laurence Olivier y en otras haciendo adaptaciones a la época actual, como es el caso de Clueless, adaptación libre de Emma. Otras versiones son la de Sentido y sensibilidad, de 1995; Mansfield Park, de 2000, y las de Orgullo y prejuicio en 2004 (dirigida por Gurinder Chadha) y en 2005 (dirigida por Joe Wright). Sin embargo, la versión más fiel y perfecta que hasta ahora se ha hecho del libro de Orgullo y prejuicio es la serie que presentó la BBC protagonizada por Colin Firth y Jennifer Ehle. El interés que la obra de Jane Austen sigue despertando hoy en día muestra la vigencia de su pensamiento y la influencia que ha tenido en la literatura posterior. Su vida también ha sido llevada al cine con la película Becoming Jane (2007). 

 

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Autor(es): Jane Austen

Editorial: RBA

Páginas: 368

Tamaño: 17 x 24 cm.

Año: 2022

 

Libro: Sueño de una noche de verano. Historias maravillosas

 

 

Esta edición única de los Cuentos de Shakespeare es una selección de diez de los mejores relatos que los hermanos Charles y Mary Ann Lamb escribieron por encargo del editor William Godwin, quien quería hacer más accesible a niños y jóvenes la lectura del inmortal dramaturgo. Publicados por primera vez en 1807, han sido objeto de innumerables reediciones, entre las que destacan las realizadas durante la Era Dorada de la Ilustración británica. Para la presente antología se ha escogido la obra de tres auténticos gigantes de esta fecunda época del arte literario: William Heath Robinson (1872-1944), Louis Rhead (1857-1926) y Arthur Rackham (1867-1939).

 

MARY LAMB

Mary Anne Lamb (3 de diciembre de 1764-20 de mayo de 1847) fue una escritora inglesa, conocida principalmente por la obra Tales from Shakespeare (1807), escrita en colaboración con su hermano Charles. Lamb padecía una enfermedad mental y en 1796, a los 31 años, durante un ataque de enajenación mental, mató a su madre con un cuchillo de cocina. Ella y Charles presidieron un círculo literario en Londres que incluía a los poetas William Wordsworth y Samuel Taylor Coleridge, entre otros. 

 

CHARLES LAMB

(Londres, 10 de febrero de 1775Edmonton, 27 de diciembre de 1834) fue un ensayista inglés de ascendencia galesa, principalmente reconocido por su obra Essays of Elia y por el libro de cuentos Tales from Shakespeare, escrito en colaboración con su hermana, Mary Lamb (17641847). Lamb ha sido descrito por E.V. Lucas, su biógrafo principal, como la figura más encantadora de la literatura inglesa, y su influencia en los ensayos ingleses no puede ser subestimada. Charles Lamb fue homenajeado por la Latymer School, escuela que posee seis dependencias, una de las cuales se denomina "Lamb" en su honor. 

 

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Autor(es): Charles y Mary Ann Lamb

Editorial: RBA

Páginas: 

Tamaño: 14 x 18.5 cm 

Año: 2023

 

Libro: Roma, ramo, amor. El arte de la combinatoria. Grandes Ideas de las Matematicas

 


Si bien los griegos encendieron las chispas de la filosofía, la geometría, la lógica y hasta la belleza estética, existe un arte del cual no se tienen registros de su autoría, el de la combinatoria, en donde las series, sucesiones y, como su nombre lo indica, las combinaciones y permutaciones trascendieron su ‘simple’ función premonitoria aplicable al juego.

Fue Blaise Pascal –el mismo que a la edad de 16 publicó su estudio de las curvas cónicas y a los 19 creó la primera calculadora de la historia– de los primeros grandes matemáticos que abordó las posibilidades de triunfo y las probabilidades para llegar a este, por petición de jugadores aficionados como Antoine Gombaud (1607-1684).

Pero más allá de ayudarle a descifrar los enigmas del azar al también escritor que firmaba con el alias de Caballero de Méré, Pascal le dio pedigrí a la combinatoria, al llevarla de los salones literarios del París de los siglos XVII y XVIII. Inclusive hoy, los lenguajes de programación informática que hablan en términos de bits se fundamentan en combinaciones de dígitos y símbolos.

Aún resulta más llamativo que este arte premonitorio encontrara su cuna en China y resultara inmerso en filosofías milenarias como el yin yang, mientras goza de un carácter tan contemporáneo que la literatura de divulgación sobre combinatoria tiene algunos pocos ejemplares que datan de mediados de los años noventa. “Lo único que se puede encontrar a este respecto está en internet, principalmente recogido en videos de YouTube”, escribe José A. Cuesta en su libro Roma, ramo, amor. El arte de la combinatoria.

En esta nueva entrega de la colección Grandes Ideas de las Matemáticas, el licenciado y doctor en física español no solo retrocede hasta el año 2400 a. C., cuando se registran los orígenes del I Ching, como cosmovisión y filosofía “para realizar oráculos y obtener consejos”, basada en los hexagramas, sino que, además, realiza un recuento de las soluciones matemáticamente demostradas a los más legendarios problemas planteados en la mesa de juego, demostrando que el azar también es competencia algebraica.


CONTENIDO

  • Como muchas historias, esta también empieza con un triángulo
  • Los sospechosos habituales
  • Un triángulo mágico
  • El camino duodépeculo
  • El principio de inclusión-exclusión
  • Pero ¿queda algo que decir de las permutaciones?
  • ¿Y qué hay de los griegos?

 

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Autor(es): José A. Cuesta

Editorial: EMSE EDAPP

Páginas: 144

Tamaño: 16 x 23,5 cm.

Año: 2023

 

Libro: La montaña mágica

 

 

«Puede que la vida de un lector se divida en dos: antes y después de haber leído La montaña mágica, de Thomas Mann.»

Mario Vargas Llosa

 

El libro más importante de Thomas Mann y una obra cumbre de la literatura universal. Esta es la historia de Hans Castorp, un joven y modesto ingeniero que llega a un sanatorio ubicado en los Alpes suizos para visitar a su primo. La estancia que preveía corta se dilata en el tiempo y acaba formando parte de esta nueva forma de vida en la que se relativiza el transcurso del tiempo. Sentado en el balcón del sanatorio y envuelto en una manta, Hans reflexiona acerca de la vida, la muerte y el amor. El resultado es una de las grandes obras maestras de la literatura universal, que ofrece un retrato de la Europa de principios del siglo XX al mismo tiempo que hace una profunda reflexión acerca de la condición humana.

 

¿ES POSIBLE LEER LA MONTAÑA MÁGICA EN NUESTROS DÍAS?

Nuestro mundo contemporáneo pareciera tener una relación un tanto contradictoria con las novelas de largo aliento. Obras como Don Quijote de la Mancha, Guerra y paz, Juan Cristóbal o La montaña mágica vienen siendo acusadas de ser muy voluminosas y por tanto incompatibles con la actual civilización que ufana un tiempo restringido. Hay algunos esclarecidos que pontifican que la lectura que mejor se acopla a nuestra era es la mini ficción. Lo anterior no es más que una falsedad y una pretensión en la misma categoría de aquella que urge a que “una imagen vale más que mil palabras” (¿por qué esta frase tan reciclada no se ha expresado nunca con una imagen?). La literatura de consumo masivo manufacturada en los Estados Unidos de escribidores y ghost writers que identifican tendencias y gustos en el consumidor como si se tratase de un acondicionador capilar o de una crema anti arrugas, coloca en su estantería obras tremendamente corpulentas. Es más, una novela corta se mira con cierto recelo por esta industria al por mayor. En la literatura que es literatura, no en este infortunio auspiciado por los gerentes de mercadeo, hay novelas muy extensas que han tenido una acogida más que entusiasta entre los lectores. Cito las novelas de Murakami o las de Jonathan Littell, en particular Las benévolas. La relación del tiempo es otro de los retorcimientos de nuestra hora actual. Así como hay quienes invierten incansablemente su tiempo en tres, cuatro o cinco temporadas de una serie de Netflix, del mismo modo hay lectores que no miran el segundero para medir el paso de las páginas. Decir que no se tiene tiempo es una conclusión incompleta. Habría que matizarla con que no se quiere tener tiempo para tal o cual actividad. Los vendedores de lectura veloz son los más cándidos de la mercadotecnia: sostienen con convencimiento que se pueden digerir párrafos a altas velocidades. De modo que parece gestarse un problema que algunos lectores quieren tener con determinadas obras literarias. Estos prejuicios parecieran característicos de nuestro acontecer hispano. Si uno lee un artículo del New Yorker o del NY Times, la brevedad no es una de sus características. Quizá cuando los acusadores de La montaña mágica descubran lo que se esconde tras ella, su lectura contribuirá a dilucidar o a elevar el problema del tiempo para “los de abajo”.

En un reciente curso que di sobre literatura alemana y centroeuropea (el nombre no fue mi responsabilidad) en la Universidad Metropolitana de Caracas, decidí confeccionarlo escogiendo a cinco autores con sus respectivas obras. Fausto de Goethe, El mundo de ayer de Stefan Zweig, La montaña mágica de Thomas Mann, El proceso de Franz Kafka y El tambor de hojalata de Günter Grass. Cuatro meses antes de su comienzo envié a mis futuros alumnos la relación de las lecturas. Increíblemente, hubo alguna protesta alrededor de La montaña mágica y durante el curso unos asistentes admitieron con descaro que no habían leído la obra. Hay un problema personalizado con su lectura, y las reflexiones del curso me han llevado a preguntarme si es posible hoy en día leer La montaña mágica y su eventual conexión con el orbe de estas horas.

El abuso de ciertas etiquetas y las consideraciones del propio Mann han espantado a los lectores. No cabe duda de que injustamente. Si me he decidido a escribir sobre la novela es que pertenezco al grupo de sus defensores, y desde esta barricada haré lo propio para que no caiga en manos enemigas. La simpatía que le tengo a la obra de Mann no es necesariamente extensible a su autor. La etiqueta de Bildungsroman, la novela de formación, ha contribuido a otorgarle una condición de escolaridad en tanto que tiene un propósito edificante. Nada más escuchar esto último es motivo más que legítimo para pegar la carrera, porque la literatura no ha sido concebida como un aprendizaje de moral o de buenas costumbres. Puede cambiarnos en lo individual pero nunca en lo colectivo. Y la literatura que se ha compuesto sobre la base de estas premisas virtuosas es completamente prescindible. Nuestro lector contemporáneo, navegador de la red y usuario de apps, se preguntará qué tendrá que aprender, cómo se formará en esa obra que se desarrolla en un balneario de tuberculosos. La interrogante no es fortuita, y lo primero que debemos hacer es desacralizar las conclusiones, y oprimir el comando delete al incómodo Bildungsroman, y que cada cual se haga una idea de conclusión sin adelantos. No hay peor cosa que un prejuicio negativo. También no hay mayor desacierto que un autor sobrevenido en intérprete de su propia obra. Una obra publicada se pone en medio de una conversación, como asomaba el intelectual mexicano Gabriel Zaid. En este sentido su exégesis es del dominio público. Descreo de un manual de uso de su obra colocado al pie de página por un escritor. Cuando se lee la correspondencia de Mann, en particular la que mantuvo con Paul Amman, se llega a la conclusión de que el escritor o era un improbable humorista o no entendía la propia obra que compuso. La muerte en Venecia lo dejó un tanto exhausto dentro de la seriedad, y cuenta en sus cartas que La montaña mágica iba a ser una obra humorística y breve como contraparte de la novela veneciana. Por otra parte, Mann subestima al lector, y esto ha sido una pieza clave del posible rechazo que suscita. Mann llega a decir que para entender La montaña mágica hay que leerla dos veces. El escritor interrumpió la escritura montañosa durante la primera guerra mundial para escribir Las confesiones de un apolítico, una obra que trasluce su personalidad reaccionaria y germanocéntrica que defendía una autarquía cultural, y veía con recelo la influencia externa. Luego hay un segundo o tercer Mann, que es el que acusa recibo de la derrota después del fin de la guerra, y que se dedica a ser un campeón de los valores del liberalismo y la democracia. Esto tendrá una inmensa consecuencia en el reinicio de la escritura de La montaña mágica. Estos dos Mann que están en contradicción se verán, si se quiere, expuestos y representados en Settembrini y Naphta como personajes enfrentados en la obra y que son el resultado del incendio que deja ardiendo Mann en las Confesiones de un apolítico. Esta disputa se proyecta al choque de trenes entre lo septentrional y lo meridional, entre el norte protestante y el mediterráneo católico. Esto también se vislumbra en La muerte en Venecia, y el propio escritor vivía en lo personal no sé si consciente o inconscientemente la lucha entre la herencia de su padre de Lübeck y su madre germano-brasileña, valores que ponen en la balanza lo apolíneo y lo dionisiaco. Mientras su padre era un comerciante correcto y ortodoxo, a su madre la acorralaron los excesos, entre ellos el de la morfina. Al enviudar de Thomas Johann Heinrich Mann, Júlia da Silva Bruhns se traslada con su prole a Múnich, Mónaco de Baviera, y alienta a sus hijos Heinrich y Thomas a visitar Italia. El tercer Mann es el del exilio en los Estados Unidos y luego en su vida final de Zúrich autoerigido, especialmente en su etapa de Pacific Palisades en Los Ángeles, como representante de los valores culturales de Alemania y hasta funge de juez al despreciar como un acto de cobardía el suicidio de Stefan Zweig en Petrópolis. Fue tanta la seguridad de esa representación en el período californiano que hasta se atreve a retar al propio Goethe en su terreno cuando compone su versión de Doctor Fausto. A pesar de sí mismo y el modo como era percibido, Mann declaraba en aquel momento a la BBC de Londres: “…yo no soy nacionalista, hace tiempo que lo nacional se ha convertido en algo provinciano…”. En Pacific Palisades recibió la visita de la entonces adolescente Susan Sontag, quien años más tarde publicaría un ensayo llamado Thomas Mann y yo, en el que dejó grabada su impresión: “… al final de la visita, mi amigo y yo nos sentimos como dos adolescentes que fueron a perder la virginidad en un burdel…”, porque les pareció que enfrentarse a Mann, que era una figura hercúlea, prometeica, el rey de la literatura alemana en el exilio, era un poco desflorarse o perder la inocencia.

Coincidencialmente, he leído la obra dos veces, y con todo gusto la leería una tercera. En la biblioteca familiar de mi casa existía una versión publicada por la editorial Diana de México cuya portada y su papel se volvieron ilegiblemente marrones con los años. No fue sino hasta la aparición de la traducción de Isabel García Adánez y la edición de Edhasa conmemorando los 50 años de la muerte de Mann que comencé el ascenso hacia el Berghof. Mi primera lectura data de 2011 y al año siguiente organicé en la Universidad Metropolitana un foro sobre la obra que se llamó “El reto de La montaña mágica” y tuvo un lleno total. Actué de moderador y convoqué a tres fanáticos del tema, lectores y no especialistas: el librero Andrés Boersner, el abogado Mario Pesci Feltri y la escritora Clara Machado. El primero se la lee todos los años religiosamente, el abogado mantiene una relación cuasi obsesiva con Mann y tiene en su casa caricaturas imaginarias de sus conversaciones con el escritor. A la escritora un día su padre le dijo: “Nunca te voy a decir lo que deberías o no leer, pero considero que si alguien en este mundo no ha leído La montaña mágica es un ser muy incompleto”. La terna fue muy auspiciosa, y lo que lamento es que ese día el foro no quedó grabado, cosa que siempre hago con mis eventos para su posterior publicación.

Lo primero que hay que resaltar es el tema de la montaña como una división entre los de arriba y los de abajo. La montaña ha sido un sitio de peregrinación y reclusión espiritual a lo largo de la historia y la literatura religiosa, y lo mismo lo es para la concepción de Thomas Mann como destino de purificación personal. La montaña sugiere igualmente una herencia romántica que siendo mágica denota haber sido objeto de algún encantamiento. El romanticismo volvió a vincular al hombre europeo con la naturaleza, y lo hizo encontrar en ella una justificación. La montaña romántica de Mann apunta a la naturaleza como dadora de respuestas. Sus habitantes, si bien están enfermos, han encontrado en ese espacio la clave de una resolución incompartible. Es como si fueran poseedores de una contraseña especial que los distingue: la virtud de ser residentes de una comarca privilegiada. Se trata de los elegidos de un Shangri-Lá confeccionado por el capricho de un inspirado (¿el doctor Behrens?), construyendo una utopía privada a salvo del resto de la humanidad, descorchando bombonas de oxígeno y con un tiempo que apenas si transcurre. Estos párrafos encierran las claves de una novela que ceremonia una mudanza personal más allá de la perorata del Bildungsroman. Cada lector tiene su propio modo en habitar en el balneario construyendo su definición de la totalidad de la vida además con la tutoría de Settembrini y Naphta. La obra está llena de referencias crípticas, numerológicas, que toca descubrir. Por eso es una novela que se parece, por lo menos en ese aspecto, al Fausto de Goethe, que tiene sembradas una serie de evidencias de secretismo ofrecido al lector para desvelarlo. Esta es una novela que hace una inmensa reflexión sobre el alma, sobre la civilización, sobre la política, sobre casi todo de lo que hay que reflexionar o que le tocó reflexionar a los personajes de Mann en su época. Pero este tomarse muy en serio las cosas, la afirmación vidista, se hace con la muerte y el sufrimiento como destrezas del aprendizaje. Para vivir, dice en alguna ocasión Hans Castorp a nuestra querida madame Chauchat, “… hay dos caminos: uno es el común, directo y correcto. El otro es tremendo, conduce a través de la muerte y es el camino genial”. Vale decir que el pasaje del dolor, el sufrimiento, de acuerdo a esta ética es la vía perfecta hacia el aprendizaje. Esta concepción de la enfermedad y lo insano como estación de paso necesario hacia el conocimiento, la salud y la vida, convierte a La montaña mágica en una novela de iniciación.

En la obra hay un permanente culto a la muerte. Y en algún momento Castorp y Ziemssen se dedican a ser “buenos samaritanos” ayudando a los pacientes a bien morir. Entonces tienen revelaciones ante quienes mueren y en sus últimos momentos ven el aliento postrero, la cara de la persona despidiéndose sin el estorbo del patetismo y las frases de funeral. Hay una fascinación detallista con la articulación del deceso. Una de las formas de esta iluminación es precisamente conocer la frontera entre la vida y la muerte como un factor didáctico. Hans Castorp no ha llegado al Berghof a morir, todo lo contrario. Cuando decide quedarse y siente la alegría del ascenso de la temperatura en el termómetro, recibe la dolencia pero no quiere morirse. De hecho, en algún momento le dice a Settembrini: “Si tengo que agregar algunos grados a mi fiebre, me quedaría aquí para sin duda escucharlo a usted”. La enfermedad se convierte en el vehículo para un resplandor. Castorp quiere entender los signos que va reconociendo y el Berghof le sirve para empezar a afirmarse en su gnosis particular. Comienza a entender que está llegando a algo, y por eso tiene aquel capítulo delirante de completa revelación entre lo real y lo imaginario entre el fulgor de la nieve en que parece perderse, pero es que está vagando por las propias verdades de sí mismo.

¿A quién escoge el narrador como recipendiario de este mundo de iniciación? A un hombre común, a un hombre mediocre, vulgar, entendido esto a un ser que no ha tenido tiempo de construir alrededor suyo ningún tipo de reconocimiento, “…mediocre, porque, de alguna manera, era consciente de esa falta de motivos”, como leemos respecto a él. Hans Castorp llega a Davos Platz a visitar a su primo Joachim Ziemmsen. Pronto la atmósfera del lugar lo atrapa fatalmente, hasta que el termómetro le manifiesta la enfermedad. No es un individuo especial, lo cual quiere decir que Mann no construye un personaje reclutado de alguna militancia espiritual ni muchísimo menos, sino que es un ingeniero que debe cumplir un trabajo, que le toca honrar la tradición de sus mayores y que en medio de sus inescapables obligaciones se ve interrumpido por la dolencia a la que le da la bienvenida con regocijo y dicha. Por ello se queda en la montaña por siete años. Luce interesante que Castorp sea ese hombre común y corriente. Un hombre que se prepara para encarnar lo que José Ortega y Gasset denominó el hombre masa. Pero, como ha señalado también el filósofo español Javier Gomá Lanzón, en la concepción y en la aceptación de la vulgaridad contemporánea están las claves de conversión para transformar esa vulgaridad en un compromiso con la polis, y lograr construir una paideia a través de la aceptación de la vulgaridad. Por ello Hans Castorp es un bienaventurado que recibe el otorgamiento de los secretos de la montaña mágica.

En la obra, como en buena parte de la restante de Mann, está el tema de su homosexualidad de armario. Los diarios de Mann, publicados póstumamente y que escandalizaron a la sociedad alemana, lo exponen admitiendo que se sentía atraído por su propio hijo Klaus. Mann escogió la vía de la literatura para metabolizar sus dramas sexuales internos, ese dilema espiritual y moral que lo acompañaba y que redirige hacia sus personajes, drenando en ellos lo que quizás no se atrevió a admitir en vida. Recordemos que Hans Castorp evoca a un compañero de colegio que le regaló unos lápices, Pribislav Hippe, y él se sorprende por este regalo, que adquiere la categoría de un símbolo fálico. Lo primero que hace Hans Castorp con la tártara distinguida Clawdia Chauchat es preguntarle que si tiene un lápiz; pareciera estar obsesionado con el tema. En compañía de este tema transversal hay un ardor dominado por el sexo, sobre la cual el mismo narrador señala: “Una pasión contenida puede llevar a la enfermedad”…“el síntoma de la enfermedad era el reflejo de una actividad amorosa reprimida. Toda enfermedad es una metamorfosis del amor.” En una noche de carnaval, bajo la libertad báquica aunque con un sino dionisíaco de fachada, el ingeniero naval de Hamburgo Hans Castorp se atreve a tutear a Clawdia, la de los alegres portazos, eso sí, renunciando a su idioma, que es como vestirse de una personalidad ajena, y presumimos que ha llegado a un acto amoroso en francés con ella, lo cual no es del todo claro, y alimenta una sospecha aparente. “Hablar francés, es hablar, de alguna manera, sin responsabilidad”, dice Castorp. Y cuando Castorp y Clawdia se despiden intercambian sus placas pulmonares, que son sus documentos de identidad. El narrador, sin embargo, es cruel con Castorp cuando hace regresar a Clawdia con Mynheer Peeperkorn, su amante holandés, el más vital y sanguíneo de los personajes frente a quien Castorp se comporta de manera servil y obsequiosa. Peeperkorn termina inexplicablemente suicidándose. Es como si la afirmación vitalista no tuviera cabida si no explicada, como señalamos, por la enfermedad. Anteriormente, esa misma crueldad se pasea por la vida de Castorp cuando descubre el retrato de Clawdia pintado por el doctor Behrens, el monarca silencioso del Berghof, y Hans, con dolor, sospecha que el médico “viudo en los juegos ardientes” la ha sumergido entre sus sábanas.

Uno de los elementos fascinantes es el tiempo. En el Berghof la unidad temporal más pequeña de medición es el mes. De hecho, durante las primeras 122 páginas llegamos a la conclusión de que ha transcurrido apenas un solo día en la vida de Hans Castorp en el sanatorio. El tiempo no existe obviamente en la eternidad. Hay una intrigante película argentina llamada Moebius; es la historia de un vagón perdido en el subterráneo de Buenos Aires porque alguien ha descubierto el círculo de Moebius y lo ha aplicado matemáticamente al vagón y este entra en la eternidad. Es una propuesta con cierta parentela borgiana. Quien busca la explicación del vehículo extraviado encuentra a su conductor, y le dice: «Pero ¿cómo ha logrado usted esto?» El que maneja contesta: «Mire, nadie que se asome a la eternidad no puede sentir sino vértigo». Y esto es lo que le pasa a Hans Castorp cuando llega al Berghof y siente el vértigo de la eternidad. Por eso insiste siempre en  permanecer; todo lo que ve allí le parece completa y absolutamente fascinante, y en consecuencia busca perseverar en la montaña. Por ello cuando se cura su aprendizaje se detiene y vuelve al mundo de “los de abajo”, en el que terminará anulándose.

La montaña mágica es una de las novelas a las que mayor gratitud le tengo. A casi cien años de su publicación sigue agitando el debate entre sus apóstatas y valedores. En sus muchas páginas no sólo se exhibe lo universal sino se guarda lo subrepticio y lo clandestino. Es una novela que llama a vivir un tiempo en ella como esas vacaciones gozosas no del todo completadas que luego seguimos recordando. Y así como Haruki Murakami le rinde homenaje en Tokio Blues, yo también se lo ofrendo en mi novela Ve a comprar cigarrillos y desaparece como ciudadano honorario del Berghof y vecino de esa república alpina en la que me he establecido con júbilo durante dos temporadas con promesa de retorno.

 

Fuente: https://www.zendalibros.com

Por:

 

THOMAS MANN

(Lübeck, 6 de junio de 1875-Zúrich, 12 de agosto de 1955) fue un escritor alemán, uno de los más importantes de su generación. Es recordado por el profundo análisis crítico que desarrolló en torno al alma europea y alemana en la primera mitad del siglo XX, para lo que tomó como referencias principales la Biblia y las ideas de Goethe, Freud, Nietzsche y Schopenhauer. Sus ensayos e ideas sobre temas políticos, sociales y culturales recibieron una amplia atención. Si bien inicialmente era escéptico respecto de la democracia occidental, se convirtió en un acérrimo defensor de la República de Weimar a principios de la década 1920. Durante el período nacionalsocialista emigró a Suiza y en 1938 hacia los Estados Unidos, donde adquirió la ciudadanía de dicho país en 1944. Desde 1952 hasta su muerte, residió en Suiza. A pesar de que su obra más conocida sea la novela La montaña mágica, Thomas Mann recibió el Premio Nobel de Literatura en 1929 «principalmente por su gran novela, Los Buddenbrook, que ha merecido un reconocimiento cada vez más firme como una de las obras clásicas de la literatura contemporánea».

 

MÁS INFORMACIÓN

 

Autor(es): Thomas Mann

Editorial: De Bolsillo

Páginas: 1056

Tamaño: 12,6 x 19 cm.

Año: 2020

 

Libro: Perú patas. Nuestros animalitos asombrosos

 

 

La colección Perú patas presenta seis maravillosos animales autóctonos, en divertidas y entretenidas historias, con un mensaje cultural, ecológico y de valores. Ven, conócelos y disfruta las aventuras y vivencias de estos Animalitos asombrosos. Edición bilingüe: Español - Inglés.


CONTENIDO

  • Yulaq la vicuñita imperial
  • Mi amigo Apu Cuy
  • Naira la charapita asombrosa
  • Manchado el perro Moche
  • El Shansho Mágico
  • Corongo el Caballito de paso


MÁS INFORMACIÓN


Autor(es): Maritza Valle Tejada (Textos), Flor Soria Carpio (Actividades Pedagógicas), Eberth Alvites Wong (Direcciòn de Arte), Fidel Castro Cavalcanti (Dibujo), Ronal Romero Herrada (Ilustraciòn Digital) y Luis Miguel Ybañez (Diagramaciòn)

Editorial: Editorial Didáctica

Páginas: 112

Tamaño: 15 x 20,5 cm.

Año: 2022

 

sábado, 25 de noviembre de 2023

Libro: El dinámico tren de la vida

 

 

Con el inmenso deseo de plasmar mis sentimientos y experiencias en el vaiven de la vida, vuelco mis sentidas frases en este momento de mi existencia, en que a pesar de la soledad que me acompaña, deseo transmitir emociones e incentivar el alma de mis amados lectores para que a través de la lectura hagan lo mismo desde su propia perspectiva.

Detenerse a pensar en lo hermoso que es la vida y dar a cada recuerdo un colorido especial, nos hace dimensionar cada momento vivido sea grato o no, lo importante es el modo o la forma de sentirlo, ya que hará desbordar la fuerza poética del alma y así sentirse realizado.

En esta oportunidad, hago de la prosa el alma de mis narraciones, sin dejar fluir el verso, en determinados momento; a veces hablo en plural y otras en singular, pues a lo largo de mi existencia tuve experiencias compartidas con mis hermanos.

Espero interesar a mis lectores haciendolos sentr actores principales en algunas circunstancia,s hacerles gustar de las letras, ya que a través de ella pueda sustentar la riqueza universal de la lectura.

El lenguajes utilizado es sencillo y claro, de manera que llegue con facilidad al entendimiento de cada uno de Uds. Mis queridos lectores.

Quiero expresar mi agradecimiento a Dios por darme nuevamente la oportunidad de escribir, corregir y crear no sólo mi propia historia sino la de los demás.

Prólogo.

 

OLYMPIA DELGADO DE LAZO

Nací en esta blanca ciudad y vivo agradecida por la vida y los cuidados de mis padres Samuel y Genoveva. Cursé estudios secundarios en el glorioso Colegio Arequipa dirigido por la insigne maestra Amelia Diaz Valdivia, de quien guardo el más grato recuerdo. Mis estudios superiores los realicé en la Escuela Normal Corazón de María de la cálida ciudad de Tacna, donde obtengo mi titulo como maestra. Mi eterno agradecimiento a las religiosas del Buen Pastor que cuidaron de mi formación. A mi joven edad, contraje nupcias con el Ing. Mr.-Sc. Melecio Alfonso Lazo Angulo a quien tributo mi homenaje como hombre, como padre y como esposo y a quien perdí inesperadamente. Me inicié como docente en la Escuela de Mujeres 976 de El Arenal, provincia de Islay en 1964; luego laboré en la Escuela de Mujeres 1005, que luego fue 41031 del distrito de Mariano Melgar, Arequipa, hasta mi cese en el magisterio. Hoy con la riqueza de los recuerdos vividos escribo estas líneas, siempre agradecida a Dios y pensando en la niñez que puso en mis manos.

Extracto del libro: Poemario festivo II

 

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Autor(es): Olympia Delgado de Lazo

Editorial: De la autora

Páginas: 

Tamaño: 15 x 20,5 cm.

Año: 2022

 

viernes, 24 de noviembre de 2023

Meme 24/11: La última petición del faraón...





Cita DCCXLIX: 100 años del fallido intento de golpe de Estado de Hitler

 

 
Adolf Hitler (el cuarto por la derecha) dirigió el conocido
como "Putsch de la Cervecería" en Múnich.

 

Una década antes de ascender al poder, Adolf Hitler fracasó en su intento de derrocar la República de Weimar. Lo que se conoció como el "Putsch" de la Cervecería situó a Hitler en el tablero político de Alemania.  

Esta semana se cumple el centenario de un importante punto de inflexión en el ascenso del dictador nazi Adolf Hitler. Los acontecimientos que tuvieron lugar en Múnich los días 8 y 9 de noviembre de 1923, aunque infructuosos en lo inmediato, marcaron la historia alemana y, con ella, el curso del siglo XX.

En aquel momento, Hitler no era más que uno de los líderes extremistas de Alemania, en la época de la República de Weimar. Pocos podían prever que, en una década, él y el partido nazi, del cual era líder, tomarían el control del país, llevarían a Europa a otra guerra mundial y perpetrarían el exterminiode millones de judíos en el Holocaustoy también el asesinato de otros grupos.

Un día fatídico en Múnich

Hitler tenía en mente al menos algo de eso en 1923. La noche del 8 de noviembre, condujo a unos 2.000 seguidores a la Bürgerbräukeller, una cervecería del centro de Múnich. Miembros del gobierno bávaro y otras figuras públicas destacadas se habían reunido allí para conmemorar el aniversario de la revolución de 1918, que puso fin al imperio alemán bajo el Kaiser y dio lugar a la República de Weimar.

Hitler esperaba respaldo para sus planes golpistas. Baviera ya estaba enfrentada a las autoridades nacionales y estaba vigente el estado de emergencia. El entonces comisario general de Baviera, Gustav Ritter von Kahr, actuaba con poder absoluto. Si Hitler hubiera tenido éxito, podría haber reunido el apoyo necesario para marchar sobre Berlín y sustituir la incipiente democracia parlamentaria por una dictadura de extrema derecha.

Sin embargo, sus posibles aliados conspiradores empezaron a echarse atrás y "nada salió como estaba planeado", relató Wolfgang Niess, historiador y autor de un nuevo libro sobre estos acontecimientos, a la emisora pública DLF.

Tras la ocupación nocturna de la cervecería, Hitler condujo a los golpistas a la Feldherrnhalle, un monumento del siglo XVIII en honor del ejército bávaro. Pero "marcharon al centro de Múnich sin un objetivo concreto", dijo Niess.

A medida que avanzaban, se encontraron con fuerzas policiales y militares bávaras. Un intercambio de disparos se saldó con la muerte de al menos 14 nazis y cuatro policías. Con eso, el golpe había terminado. Hitler resultó herido levevemente y fue detenido pocos días después. Aunque fue condenado a cinco años de prisión por alta traición, fue puesto en libertad condicional apenas un año después del ese intento de golpe.

Condiciones perfectas para el "Putsch"

Hitler no tomó el poder en Alemania ese día, pero el episodio consiguió envalentonarlo. Durante su breve estancia en prisión, empezó a escribir "Mein Kampf", un libro propagandista que exponía su visión fascista. El libro se convirtió en un grito de guerra para su floreciente partido, que cambió de táctica y pasó de intentar tomar el poder ilegalmente a buscar asumirlo legalmente, desde dentro. En los años siguientes al conato de golpe, los nazis ganaron apoyo en las urnas en todo el país.

Por otro lado, aquel intento de golpe se produjo en un momento de gran inestabilidad en Alemania. El gobierno central de Weimar era débil, los asesinatos de funcionarios eran frecuentes y la autoridad del Estado se veía amenazada por fuerzas violentas de izquierda y derecha. La hiperinflación asolaba la economía y el desempleo era generalizado, especialmente entre los veteranos de guerra que sabían luchar.

Además, la capitulación de Alemania ante las fuerzas aliadas en la Primera Guerra Mundial aún era un recuerdo fresco y una humillación nacional. El Tratado de Versalles, que obligaba a Alemania a pagar reparaciones de guerra, era sal en esa herida y añadía presión a las perspectivas de Weimar. Fue un polvorín que Hitler y sus nazis supieron encender.

Y aunque el partido nazi fue prohibido inmediatamente después de la intentona golpista, surgió en su lugar un partido afín. Al año siguiente obtuvo el 30% de los votos en las elecciones del estado de Baviera, y no pasaría mucho tiempo antes de que los propios nazis regresaran con Hitler al timón.

Lecciones para hoy

Los peligros del nazismo persisten. El partido populista, y en parte de extrema derecha,  Alternativa para Alemania (AfD)disfruta de un apoyo récord en las encuestas, ocupando un segundo lugar en las elecciones regionales del mes pasado en Hesse, en el oeste de Alemania. Y puede que le vaya aún mejor cuando los estados del este celebren elecciones el año que viene.

Algunos historiadores y observadores políticos ya establecen paralelismos. "Si se sabe lo que llevó a Alemania a la ruina hace cien años, entonces se puede fortalecer a Europa y evitar nuevos desastres", dijo a DLF Jutta Hoffritz, una autora que también ha escrito sobre el intento de golpe de Estado de Hitler. "Por eso merece la pena echar un vistazo más de cerca a 1923".

 

Fuente: https://www.dw.com

Por: William Glucroft

 

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