El por qué de una Cronología. Cuando iniciamos el estudio de un tema histórico, de inmediato necesitamos defnir el marco temporal en el cual nos vamos a mover, para poder ubicar a los personajes, circunstancias, acontecimientos con los cuales trabajaremos. Es indispensable conocer la extensión del período que nos interesa a fn de marcar los límites de la materia. Para esto debemos tener fechas aproximadas, cuando no totalmente seguras, acerca de nuestro objetivo de estudio.
Muchas veces, ya no solo por interés académico, sino por simple curiosidad, o por alguna controversia casera, queremos encontrar la fecha del nacimiento de un personaje, el año en el que se produjo un desastre natural, la muerte de algún héroe, la dación de una ley importante o una constitución y es la Cronología el instrumento que nos ahorra el trabajo, aun cuando no llegue a ser absolutamente exhaustiva.
En toda Cronología se aplica necesariamente un criterio de selección, que refeja el sentir, la afción del autor, que no la invalida; es como una forma de ayuda-memoria para ubicar la investigación. Esto nos lleva a dar antes de la Cronología en sí, ciertas ideas previas acerca de los criterios seguidos para su elaboración, y ofrecer luego un panorama somero de algunos aspectos a tomar en cuenta acerca del tema del Bicentenario de nuestra Independencia.
La Cronología que aquí se presenta es fruto de un trabajo en equipo de estudiantes de Historia, bajo la asesoría de una profesora, que han querido, con motivo del próximo Bicentenario de nuestra Independencia, poner al alcance del lector común y de los universitarios un instrumento que les recuerde los principales fundamentos que dieron origen a nuestra Emancipación.
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