martes, 14 de julio de 2020

Cita DXI: Un hombre de 30 años muere después de asistir a una ‘fiesta COVID’, dice un hospital de Texas





Un hombre de 30 años que creía que el coronavirus era un engaño y asistió a una “Fiesta COVID” murió tras ser infectado con el virus, según un hospital de Texas. El hombre había asistido a una reunión con una persona infectada para probar si el coronavirus era real, dijo Jane Appleby, directora médica del Hospital Metodista en San Antonio, donde murió el hombre. 

Ella no dijo cuándo tuvo lugar la fiesta, cuántas personas asistieron o cuánto tiempo después del evento el hombre fue hospitalizado con la COVID-19, la enfermedad causada por el coronavirus. El hombre no fue públicamente identificado.

La premisa de tales fiestas es probar si el virus realmente existe o exponer intencionalmente a las personas al coronavirus en un intento de obtener inmunidad. Algunos expertos y funcionarios públicos de salud han tenido dudas sobre si hay “fiestas COVID” o en qué medida se celebran.

Appleby declaró que el hombre le había dicho a su enfermero que había asistido a una fiesta COVID. Antes de morir, contó, el paciente le dijo a su enfermero: “Creo que cometí un error. Pensé que esto era un engaño, pero no lo es”.

Appleby declaró que estaba compartiendo la historia para advertir a otros, especialmente en Texas, donde los casos de coronavirus están aumentando.

El sábado, hubo 8332 nuevos casos de coronavirus confirmados en el estado, según una base de datos de The New York Times. Hasta el momento, se han registrado más de 260.000 casos y más de 3200 muertes en Texas.

Las fiestas COVID son “peligrosas, irresponsables y potencialmente mortales”, dijo Robert Glatter, médico de emergencias en el Hospital Lenox Hill en Manhattan.

“Asistir a una fiesta de ese tipo puede ser la vía a un deceso temprano, si no fatiga crónica e implacable, dolor en el pecho, dificultad para respirar y fiebres diarias, si sobrevives”, dijo Glatter.

Los funcionarios de salud del condado en el sureste de Washington informaron en mayo que tenían evidencia de que al menos dos casos de coronavirus estaban relacionados con una o más de las llamadas fiestas COVID-19, pero rápidamente se retractaron, y dijeron que las fiestas podrían haber sido reuniones más inocentes.

Antes de que existiera una vacuna contra la varicela, las personas organizaban fiestas de varicela para infectar a sus hijos con la enfermedad, ya que se pensaba que era más peligroso contraerla de adulto.

Ahora que está disponible, la vacuna es la forma más segura de protegerse contra la varicela, aunque algunos, incluido el exgobernador de Kentucky, Matt Bevin, aún permiten que sus hijos participen en tales reuniones para contraer la enfermedad.

El coronavirus no se comporta como la varicela, dijo Glatter, y las fiestas para ambos virus no se deben celebrar.

En Alabama, informes de que estudiantes se reunían para apostar quién se infectaría primero con el virus —el enfermo ganador se llevaba a casa una cantidad de dinero— provocó advertencias a los estudiantes de la Universidad de Alabama sobre los riesgos de tales fiestas, aunque los funcionarios estatales de salud no pudieron confirmar que existieran los eventos.

 Estados Unidos alcanzó recientemente un número récord de nuevos casos por día, con más de 68.000 casos confirmados el viernes 10.

Todavía no se ha comprobado que infectarse con el coronavirus proporcione inmunidad, así que una reinfección aún es posible.

En un artículo de opinión para el Times, Greta Bauer, profesora de epidemiología y bioestadística, advirtió contra las llamadas fiestas de coronavirus y señaló que incluso los jóvenes pueden ser hospitalizados y sufrir daños a largo plazo por el virus.

“Es importante que no tomemos riesgos innecesarios con consecuencias desconocidas”, escribió Bauer. “Si podemos evitar la infección, tenemos que hacer exactamente eso”.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos advierten que las personas infectadas con el coronavirus no deben asistir a reuniones, y que hay un alto riesgo inherente en cualquier evento en el que las personas se mezclan sin cubrebocas o distanciamiento social.

Un hombre de California murió de la COVID-19 después de asistir a una fiesta —que no fue celebrada con el propósito de infectar a los asistentes— en la que las personas no usaron mascarillas y a la que una persona infectada había asistido.


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