MAURICE RAVEL
Joseph Maurice Ravel (pronunciación en francés: /ʒɔzɛf mɔʁis ʁavɛl/; Ciboure, Labort, 7 de marzo de 1875-París, 28 de diciembre de 1937) fue un compositor francés del siglo XX. Su obra, frecuentemente vinculada al impresionismo, muestra además un audaz estilo neoclásico y, a veces, rasgos del expresionismo, y es el fruto de una compleja herencia y de hallazgos musicales que revolucionaron la música para piano y para orquesta. Reconocido como maestro de la orquestación y por ser un meticuloso artesano, cultivando la perfección formal
sin dejar de ser al mismo tiempo profundamente humano y expresivo,
Ravel sobresalió por revelar «los juegos más sutiles de la inteligencia y
las efusiones más ocultas del corazón» (Le Robert).
BOLERO
Precisamente el Bolero es un magnífico
ejemplo de orquestación, ya que se trata de una misma melodía principal
repetida una y otra vez con diferentes acompañamientos y combinaciones. Esta melodía comienza escuchándose de
forma muy sutil sobre un ritmo marcado insistentemente por la caja, que
no dejará de repetir durante toda la obra. Cada vez que la melodía llega
a su fin, se añaden nuevos instrumentos de forma que los que antes se
ocupaban de la melodía principal pasan ahora a hacer el papel de
acompañantes, repitiéndose este esquema sucesivamente hasta completar
todos los instrumentos de la orquesta, instante en el que, como es
lógico, el volumen sonoro ya ha aumentado considerablemente.
Llega en este momento una parte en la
que Ravel experimenta con diferentes combinaciones instrumentales, ya
con la orquesta al completo sonando a todo volumen, para terminar con
una serie de sonidos discordantes que, como si se tratara de una
explosión sonora, marcan el agitado final de la obra.
Una vez analizado musicalmente, vamos a
hablar de cómo fue concebida esta obra, ya que se trata de una
combinación de dos de las características personales de Ravel, su pasión
por los retos y su poca predisposición a trabajar más de la cuenta. La bailarina Ida Rubinsntein le pidió
que compusiera una obra para ella, un ballet de carácter español. Parece
ser que Ravel en un principio decidió emplear una obra ya escrita para
piano por Albéniz y orquestarla, es decir, separar las diferentes voces
de la partitura de piano y distribuirlas entre los instrumentos de la
orquesta, pero cuando ya había comenzado el trabajo se enteró de que
dicha obra estaba sujeta a derechos de autor y no podía utilizarla.
Aún con la idea de no emplear demasiado
esfuerzo en este encargo decide elaborar una obra propia, pero con un
único tema musical, lo que le simplificaría enormemente las cosas a
nivel compositivo, pero que a la vez le supone un importante reto, ya
que a pesar de la falta de diferentes melodías, la obra tendrá que tener
tensión y no deberá resultar monótona, para lo cual deberá poner en
marcha su genialidad repitiendo este único tema una y otra vez y
haciendo lo que mejor sabe hacer: orquestar. Así surge el famoso Bolero.
Fuente: https://www.todalamusica.es
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