“Ya se quedaba atrás el sacristán, concluida su letanía,
cuando el viajero dio con una deliciosa miniatura de San Buenaventura, allí
embutida sobre un altar, el cardenal como un muñequito a la mesa, meditando
sobre sus piadosos escritos, con la estantería cargada de libros, la mitra, el
báculo, y la cruz a un lado, el servicio de té, de oro, jarras y cangilones varios
en los pies, una jaula colgada, sillas para las vistas, un bargueño, el
crucifijo resguardado, en fin, la buena vida de un fraile mayor mostrada a todos
en un marco de medio metro por treinta y
cinco centímetros de ancho y alto.”
Página 52. Viaje a Portugal. José Saramago. Alfaguara. México D.F., México - 1998.
Bargueño
1. adj. Natural de Bargas, población de la provincia de Toledo, en España. U. t. c. s.
2. adj. Perteneciente o relativo a Bargas o a los bargueños.
3. m. Mueble de madera con muchos cajones pequeños y gavetas, adornado con labores de talla o de taracea, en parte dorados y en parte de colores vivos, al estilo de los que se construían en Bargas.
Fuente: Diccionario de la Lengua Española. Vigésima segunda edición.
MÁS INFORMACIÓN
- Libro: César Vallejo y sus amigos puneños
- Libro: El ocaso del antiguo régimen en los imperios ibéricos
- Poeta 439: Ahora vivo más cerca del sol... de Eugenio de Andrade
LA CADENA DEL DICCIONARIO
- Antes - Diccionario CDXII: Tongo
- Después - Diccionario CDXIV: Cangilón