jueves, 13 de febrero de 2025

Cita DCCCXXV: Pero ¿qué tanto influye la raza en la salud y el comportamiento de un perro?

 

 
Un basset hound de primera clase es un perro de
huesos pesados con orejas aterciopeladas y colgantes.

 

Los humanos tienen un largo tiempo transformando a sus compañeros caninos, que evolucionaron de los lobos antiguos. Hace al menos 10.000 años, los pueblos árticos utilizaban la cría selectiva para crear perros de trineo, animales tolerantes al frío con la resistencia necesaria para arrastrar cargas pesadas por largas distancias. Con el paso del tiempo, las sociedades criaron perros para una serie de funciones diversas y cada vez más especializadas.

“Cazar cosas bajo tierra, cazar cosas en la superficie, cazar cosas que vuelan, cazar cosas en el agua, correr en pequeñas ruedas para hacer girar el asador”, afirmó Kathryn Lord, bióloga evolutiva de la Facultad de Medicina Chan de la Universidad de Massachusetts y del Instituto Broad. (El turnspit, también conocido como perro cocinero, ahora extinto, llegó a ser un pilar de las cocinas europeas, donde se usaba para hacer girar los asadores de carne en las chimeneas).

Sin embargo, históricamente, la prioridad era el rendimiento: criar perros que hicieran bien su trabajo.

Eso cambió en el siglo XIX con el auge de los aficionados victorianos, quienes empezaron a codificar las razas existentes y a inventar otras nuevas. En lugar de crear perros de trabajo hábiles, su objetivo era diseñar “el espécimen físico perfecto”, señaló James Serpell, profesor emérito de ética y bienestar animal de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Pensilvania.

Los clubes caninos crearon normas preceptivas que especificaban exactamente el aspecto que debía tener el pointer (o el bulldog, o el foxhound) perfecto. Identificaban a los perros que cumplían los requisitos y los registraban como miembros oficiales de esas razas. Después, utilizaban a esos perros —y solo a ellos— para criar otros iguales. Como resultado, cada raza se convirtió en una población distinta y reproductivamente aislada.

Unos pocos retoques genéticos pueden producir perros muy diferentes

En los humanos, el aspecto físico es el producto de muchos genes diferentes; cada uno suele tener un pequeño impacto. Por ejemplo, se sabe que cientos de variantes genéticas afectan a la estatura; muchas de estas variantes suponen menos de un milímetro de diferencia.

Esto no es raro en las poblaciones naturales, explicó Adam Boyko, experto en genética canina de la Universidad de Cornell. En la naturaleza, una sola mutación genética que de pronto generara un lobo en miniatura probablemente representaría una desventaja suficiente para su supervivencia como para ser eliminada por la selección natural, dijo.

Pero en el caso de los perros, “los humanos interfirieron en todo ese proceso”, señaló Boyko. Una mutación que provocaba un cambio físico drástico era una oportunidad que permitía a los humanos convertir un perro grande en uno pequeño. Así, en lugar de ser eliminadas de la población, algunas de estas mutaciones se convirtieron en los cimientos de los rasgos que definen a las razas.

Hoy en día, muchas de las más marcadas diferencias físicas entre razas se deben a un número relativamente pequeño de genes. El gen de una hormona del crecimiento conocida como factor de crecimiento insulínico tipo 1 es un determinante clave del tamaño corporal de un perro. Las razas pequeñas y las grandes suelen tener versiones diferentes del gen. Y solo tres genes dan lugar a una gran parte de la variación en los pelajes, determinando si el pelo de un perro es largo o corto, suave o tieso o liso o rizado.

La raza está estrechamente vinculada a la salud

Hoy en día, la mayoría de las razas son genéticamente homogéneas y altamente endogámicas. Los perros de la misma raza tienden a ser susceptibles a las mismas enfermedades, y los trastornos que son comunes en algunas razas son raros en otras.

“Cuando vas al médico, te piden los antecedentes familiares”, dijo Danika Bannasch, genetista veterinaria de la Universidad de California en Davis. “Nosotros no tenemos que hacer eso. El perro entra, y si es un labrador retriever ya sabemos qué enfermedades es probable que hayan tenido sus parientes”.

En algunos casos, estos problemas de salud surgieron como resultado de la endogamia. Ya que las razas son poblaciones genéticamente cerradas, una mutación que cause enfermedad y que aparezca por casualidad en un perro puede volverse rápidamente común en las generaciones futuras. “Sobre todo si el animal con esa mutación es, por lo demás, un ejemplar premiado”, dijo Serpell. “Porque todo el mundo querrá usar a ese individuo para engendrar”.

El resultado es que muchas razas modernas sufren de trastornos que los amantes de los perros jamás habrían seleccionado deliberadamente. Los labradores retriever son propensos a una enfermedad ocular degenerativa conocida como atrofia progresiva de retina, mientras que el Cavalier King Charles spaniel suele desarrollar una afección cardiaca llamada enfermedad de la válvula mitral.

Sin embargo, en otros casos los rasgos físicos que buscan los criadores pueden ser en sí mismos el problema, especialmente a medida que estas características se han vuelto cada vez más exageradas. El estándar de raza de los bulldogs exige explícitamente hocicos “muy cortos”, pero, con el tiempo, los hocicos de los perros prácticamente han desaparecido, dijo Serpell, lo que provoca problemas respiratorios graves.

Los perros sin raza específica y los mestizos pueden ser más sanos que los de raza pura, sobre todo si tienen pequeñas cantidades de ADN de muchos tipos distintos de razas, explicó Bannasch.

Sin embargo, algunos mestizos pueden seguir siendo muy endogámicos, dijo, y algunos problemas de salud son comunes en varias razas. Muchas razas grandes son propensas al cáncer de huesos, por ejemplo; mezclar algunas de ellas podría no ser muy beneficioso. “No se puede meter a todos los ‘mestizos’ en el mismo saco”, dijo.

El vínculo entre raza y comportamiento es más difuso

Al crear las razas modernas, los humanos suelen poner mucho más énfasis en la apariencia que en el comportamiento, que también está determinado por el adiestramiento y el entorno temprano del perro.

“Los rasgos de comportamiento varían mucho de una raza a otra, pero no tanto como los morfológicos”, afirmó Boyko. “Nunca tendrás un collie que parezca gran danés”, añadió. “Pero veo a muchos perros que no son pointers y exhiben un comportamiento de cazador”.

Los científicos han descubierto algunos patrones generales. Los terriers, que se criaban para cazar y matar plagas, son más propensos a mostrar un comportamiento de “persecución depredadora” que los perros de pastoreo, por ejemplo. Y los huskies siberianos, en promedio, tienden a aullar más que los labradores.

Pero en general, la raza es un mal indicador del comportamiento, y hay más variación dentro de las razas que entre ellas, según han descubierto los científicos. Quien quiera un perro amistoso, amante de la pelota y que no ladre, no puede confiar en conseguir exactamente eso por llevar a casa un labrador retriever. “Podrías terminar con justamente lo contrario”, dijo Lord.

Los perros de raza pura no son la norma

Por supuesto, muchos dueños de mascotas deciden adoptar perros sin raza definida o, en los últimos años, por perros de diseño entre dos razas como el labradoodle. Pero la mayoría de los perros no son mascotas en absoluto. Más del 80 por ciento de los perros del mundo son animales que viven libremente, se valen por sí mismos y no están bajo el control humano, dijo Lord.

Tal vez una pequeña fracción de estos perros esté compuesta por perros de raza pura abandonados, pero la inmensa mayoría no tienen ascendencia de raza alguna. En lugar de eso, descienden de generaciones de perros libres, y conservan gran parte de la diversidad genética que se ha perdido en los perros de raza pura.

“No hay raza”, dijo Lord. “Solo son perros”.

Fuente: https://www.nytimes.com

Por: Emily Anthes es una reportera de ciencia; se enfoca primordialmente en la salud animal y ciencia. También ha cubierto la pandemia de coronavirus.

 

MÁS INFORMACIÓN

 

CADENA DE CITAS