En setiembre de 1953, un incendio destruyó en la serranía andina de Parinacochas un pueblecito entre los muchos que integran el inmenso y milenario Perú. Se dijo entonces que Chaipi era un caserío dependiente de Pullo, en la provincia de Parinacochas. Y después de esto el pueblecito de Chaipi volvió a su ancestral letargo.
Sin embargo, este nombre de Chaipi o de Chepi sonó en la conquista del Perú antes que el de Lima o el de Arequipa con un prestigio alucinado. En 1534, el nombre de Chepi vuela, a través del Pacífico y del Atlántico, y se pronuncia a media voz por los comisionados de Pizarro en España. ¿Quiénes eran, en el rígido imperio del Tahuantinsuyo, los “caciques Coli y Chepi”?
Hernando Pizarro pidió en el Consejo de Indias que aumentasen la gobernación de su hermano en 70 leguas y que se le adjudicase nominalmente el Cusco. En algo dieron satisfacción al quisquilloso Hernando, y fue en la inclusión dentro de la gobernación peruana de dos nombres geográficos inéditos que servirían de hitos finales a la ínsula pizarreña: Coli y Chepi. Las cédulas reales nada explican sobre los dos nombres indígenas. La geografía de la conquista es sumaria y torpe para los nombres indígenas. Cieza, en su “Crónica del Perú”, da la primera referencia útil. Habla del valle de Chuli, después del valle de Quilca y de los valles subsiguientes de Tambospalla e Ilo. Chuli era uno de los puertos de Arequipa en la época de la conquista. El mapa confirma la posición de Chuli en la costa arequipeña, hacia el sur.
Una interpretación que podría darse al enigma de los caciques Coli y Chapi sería la de tomar como correspondientes de estos nombres los actuales de Chala y Chaipi. La punta y morro de Chala es la saliente más elevada de la costa. El puerto de Chala está a dos leguas y el pueblo de Chala a la orilla derecha del río de su nombre. Stiglich recoge un dato tradicional interesante: dice que los españoles observaron que desde Chala se enviaba pescado al Cusco. Chaipi fue, pues, un lugar de renombre áureo en el Imperio Incaico.
Dos posibilidades se desprenden de estas confrontaciones históricas y geográficas; los caciques Coli y Chapi, pedidos por Pizarro, pueden ser los de dos binomios geográficos actuales que serían el primero el de Chala y Chaipi, en la región de Camaná-Lucanas- Parinacochas; y, el segundo, el de Chule y Chapi, en la región Islay-Arequipa.
De soslayo, prueba esta ubicación de los caciques Coli y Chapi –términos de la gobernación de Pizarro, en la costa– una verdad histórica más palpable y reciente: que el Cusco, situado muy al norte de cualesquiera de las dos líneas geográficas que correspondan a Coli y Chapi, quedaba, indiscutiblemente, en la gobernación de Pizarro, que Almagro intentó usurpar, descaradamente, en la guerra de las Salinas.
–Glosado y editado–
Texto originalmente publicado el 14 de febrero de 1954.
Fuente: https://elcomercio.pe
MÁS INFORMACIÓN
- Libro: Pizarro, el fundador
- Libro: Antología del Cusco
- Cita DCCLXVI: El paisaje peruano en Riva Agüero por Raul Porras Barrenechea
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