JOSÉ MOR DE FUENTES
Poeta y escritor español nacido en Monzón. Sus verdaderos apellidos eran Mor y Pano, ambos correspondientes a familias de gran raigambre montisonense. A los doce años pasó a cursar estudios a la Universidad de Zaragoza, graduándose de Bachiller en Artes. Amplió estudios en Toulouse y más tarde pasó al Real Seminario de Vergara, fundado en 1776 por la Sociedad Económica Bascongada, quizás el mejor centro de enseñanza de la España de aquel tiempo. Además de Humanidades, cursó estudios en varias ramas de la ciencia, especialmente Matemáticas y Química. A fines del año 1796 aparece su primer libro: Poesías varias. Residió varios años en Zaragoza, colaborando en el Semanario Zaragozano. En 1797 aparece su segundo libro de poesías y escribe su primera novela, La Serafina, editada en Madrid al año siguiente. Esta novela, que transcurre íntegramente en Zaragoza y contiene páginas muy curiosas de costumbrismo urbano, alcanzó gran éxito y se reimprimió dos veces ese mismo año. En los primeros años del XIX la producción literaria de Mor es abundante: en 1800 publica un nuevo libro de poesías y dos comedias, La mujer varonil y El calavera. Más tarde comienza su más importante obra poética, Las estaciones, en la que invirtió un período superior a los veinte años (publicada en 1820, el autor siguió ampliándola y revisándola, habiéndose perdido el manuscrito con la versión definitiva). Hasta el comienzo de la invasión napoleónica publicó varias obras menores, entre ellas una Sátira a Godoy, duro ataque al favorito de Carlos IV, de escaso valor poético, pero donde resplandece el liberalismo que Mor mostró toda su vida. Había publicado una aduladora Oda a Napoleón Bonaparte, como general de la Revolución, y al verlo convertido en emperador, y además invasor de España, publica una Sátira contra Napoleón. Se encontraba en Madrid en la primavera de ese año y tras la represión del 3 de mayo huyó de la capital, regresando a Zaragoza, donde permaneció hasta casi el final de los Sitios. Refugiado en Valencia, inició la publicación de El patriota que él redactaba íntegramente. Huyendo de las tropas francesas, pasó a Cartagena, en cuyo teatro estrenó un sainete, El egoísta, donde satirizaba a los invasores; como la obra se estrenaba en la solemne inauguración de un nuevo teatro, Mor escribió también una Loa que se leyó ese mismo día de 1812. Poco después regresó a Madrid, donde reanudó la publicación de El patriota, que aparecía dos veces por semana. Como en el período valenciano, la publicación entera estaba escrita por Mor y la nueva ocupación de la capital por los franceses obligó a una interrupción, reapareciendo tras la definitiva evacuación de los ejércitos franceses, el día 14 de noviembre; los redactores de La Gazeta habían escapado de Madrid y Mor hubo de redactar, además del suyo, ese otro periódico madrileño. En Cartagena había ampliado el sainete El egoísta, convirtiéndolo en comedia, que fue editada en esa ciudad el mismo año 1812, una nueva versión abreviada bajo el título de Los franceses en la Alcarria se estrenó en Madrid en 1813. La fortuna que había logrado adquirir mediante arreglo en el pleito seguido contra su hermano, se había mermado y la carencia de recursos le hace regresar a Monzón en la primavera de 1835. Nuevos pleitos y la enemistad con todos los miembros de su familia crean a Mor una difícil situación. Se traslada a Barcelona, donde edita una comedia, La Fonda de París, con muchos elementos autobiográficos, otras obras menores y su más famosa publicación: Bosquejillo de la vida y escritos de D. José Mor de Fuentes, delineado por él mismo, que es la mejor de sus obras y de la que partió, a través de Azorín, la recuperación de su nombre para la literatura española. El Bosquejillo, aparecido en 1836, y La Fonda de París, ambas publicadas por el famoso editor Bergnes fueron las últimas publicaciones importantes de Mor. Anciano y desencantado, volvió a su natal Monzón y en estado de miseria total falleció el año 1848. La Serafina y El Bosquejillo han sido reeditadas, suscitando renovado interés por la obra y la vida de Mor de Fuentes y haciendo que su nombre reaparezca en las historias de la literatura española. Ambas obras en prosa, el extenso poema Las Estaciones y sus traducciones de clásicos latinos merecían, al menos, esa consideración. Como traductor de Rousseau (La nueva Eloísa) y de Goethe (Las cuitas de Werther), y en algunos de sus poemas, mostró ciertos caracteres románticos muy en pugna con su obstinada defensa de un neoclasicismo ya periclitado en sus días.
Fuente: https://www.epdlp.com
Y, ¡CUÁN DICHOSO QUIEN AQUÍ VIVIENDO
Y, ¡cuán dichoso quien aquí viviendo,
sin ansiar imposibles, llegar mira
días y días de placer cargados,
y jamás un suspiro
fuera envió del confín de su retiro!
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