viernes, 27 de octubre de 2023

Cita DCCXLII: Estrella de la música criolla Cecilia Barraza, figura clave en el nuevo libro de MVLL

La llegada de una libélula al balcón de su departamento, en Miraflores, fue para ella una señal de cambios positivos y nuevas oportunidades. (Lima, 1952) abandona el “autoaislamiento” y anuncia su regreso a los escenarios musicales y a la televisión. Dice sentirse halagada tras conocer que es una figura fundamental en “Le dedico mi silencio”, la nueva [] novela del Nobel peruano, .

Creo que la presencia de la libélula y mi hartazgo del aislamiento que me impuse sola en el 2019, me hicieron abrir de par en par la puerta del lugar donde vivo. Empecé aceptando una actuación requerida con insistencia para el Día de la Canción Criolla, el 31 de octubre, en la Plaza de Armas de Magdalena del Mar, distrito en el que viví con mi familia durante 30 años (si habré ‘gorreado’ el tranvía que pasaba por la Av. Brasil)”, asiente.

Y luego, la propuesta de Canal 7 de volver a conducir ‘Mediodía Criollo’ después de 17 años, los domingos a la 1 de la tarde, pero en vivo y con público. Será una corta temporada para probarme si todavía estoy ‘operativa’ (ríe). El primer programa saldrá este 5 de noviembre, el día de mi cumpleaños. Serán solo siete fechas. Me emociona volver. También me asusta porque me considero una buena animadora, pero no una buena conductora. Encima, viene lo del libro famoso de don Mario Vargas Llosa, a quien agradezco su gran generosidad”, destaca.

Fuente de inspiración

La primera vez que el Nobel de Literatura 2010 nombró a Barraza Hora en una novela suya fue en “Travesuras de la niña mala” (2006), a través del personaje Ricardo Somocurcio. Siete años después, la mencionó nuevamente en “El héroe discreto” (2013). Aquella vez, Felícito Yanaqué se rendía ante su dulce voz. En “Le dedico mi silencio” (2023), Toño Azpilcueta es acérrimo admirador de la cantante criolla.

Siento mucha alegría y una emoción especial porque siempre me ha mencionado con nombre y apellido pese a que mi voz no es la gran voz. Tiene cierta dulzura, pero no potencia ni un registro amplio. Lo que pasa es que hay voces que tocan ciertas fibras de las personas, las capturan. Yo lo capturé con mi voz”, destaca la artista nacional.

El primer acercamiento entre el Nobel y la cantante se dio a mediados de los años 80, en una peña donde ella laboraba. Tras ese encuentro, el escritor le invitó a su programa “La torre de babel”, en Panamericana Televisión, para hablar del pregón limeño en una edición especial dedicada a Andrés Soto, el autor de clásicos de nuestra música criolla como “Negra presuntuosa” y “El tamalito”.

Como soy amante de la lectura, y él era parte del boom de la narrativa de Latinoamérica, siempre lo admiré. Pero el día que fue a verme cantar ni siquiera nos saludamos. El primer contacto que tuvimos cara a cara fue en su programa. Ese día conocí también a Patricia (quien fue esposa del Nobel por 50 años). No recuerdo las palabras exactas que me dijo cuando se acercó, pero pudieron ser ‘soy tu hincha’, ‘soy tu fan’ o ‘soy tu admiradora’. Estaba en las butacas. Nos abrazamos. Me dijo que mi voz los acompañaba en los viajes familiares. Luego, apareció él. Nos saludamos. Yo estaba con un vestido rojo, tejido. Hablamos del pregón”, recuerda la cantante.

Como soy amante de la lectura, y él era parte del boom de la narrativa de Latinoamérica, siempre lo admiré. Pero el día que fue a verme cantar ni siquiera nos saludamos. El primer contacto que tuvimos cara a cara fue en su programa. Ese día conocí también a Patricia (quien fue esposa del Nobel por 50 años). No recuerdo las palabras exactas que me dijo cuando se acercó, pero pudieron ser ‘soy tu hincha’, ‘soy tu fan’ o ‘soy tu admiradora’. Estaba en las butacas. Nos abrazamos. Me dijo que mi voz los acompañaba en los viajes familiares. Luego, apareció él. Nos saludamos. Yo estaba con un vestido rojo, tejido. Hablamos del pregón”, recuerda la cantante.

Algunos años después, se dio un nuevo encuentro entre Vargas Llosa y Barraza. Fue en una fiesta sorpresa por los 75 años del escritor.

“Acudí a esa celebración contratada por su hija Morgana. Después de esa presentación, nos dejamos de ver varios años”, recuerda la cantante.

En diciembre del 2021, en la casa de Morgana, la criolla fue nuevamente invitada al cumpleaños del Nobel peruano. En aquella oportunidad, además de cantar, Cecilia declamó el Poema a la Marinera Limeña de Victoria Santa Cruz.

“Como estaba retirada y don Mario había sido tan amable al dedicarme sus novelas, fui para rendirle homenaje. Interpreté unas tres canciones con una guitarra, un cajón y un sonidito pequeño. Cuando nos vimos, nos abrazamos. Luego nos sentamos en un mueble para conversar. Pregunté si estaba Isabel Preysler. Ella no estaba. Curiosamente, quien estaba era Patricia, atrás, por la parte del comedor. Cuando saludé a don Mario, lo abracé y con él me acerqué hacia Patricia. Luego nos abrazamos los tres. Fue una situación extraña, pero bonita”, recuerda.

Piezas claves

 Los momentos más decisivos de la vida artística de Cecilia Barraza están marcados por hombres y mujeres importantes. Sus inicios, por Chabuca Granda. Su etapa de mayor apogeo, por Celia Cruz. Y cuando sufrió un infarto cerebral, recibió de Mario Vargas Llosa, el empuje que necesitaba para seguir adelante.

Por suerte el infarto fue leve, con terapias me recuperé en un mes. Aquella vez, Don Mario me escribió y me mandó tulipanes. Fue un bonito detalle de su parte. Hasta ahora guardo el jarrón y la tarjeta del arreglo. Nos hemos escrito unas tres veces y siempre lo he tratado de usted, con mucho respeto. A Patricia también la trato igual”, enfatiza la cantante.

Recuerda, además, que Lucho Llosa comentó que cuando Mario escribía “Travesuras de la niña mala”, en España, escuchaba “Quisiera ser caramelo”, una canción que habla del paso del tiempo.

─¿Le temes al paso de los años? “Siempre uno le tiene temor a las primeras arrugas, a las ausencias, al desamor, a lo desconocido como la muerte, pues no hay nada más vulnerable y frágil que el ser humano”, subraya.

─¿Le temes a la soledad?

Como dijo Gabriel García Márquez: “El secreto de una buena vejez no es otra cosa que un pacto honrado con la soledad”. Lo que se extraña de una pareja es la conversación, la comunicación porque soy muy conversadora. Solo eso. Por lo demás, estoy contenta.

─¿En algún momento de tu vida la maternidad formó parte de tus planes?

Perdí un bebe, de mi segundo esposo, al que amé muchísimo. Estuvimos casados 10 años. Estábamos empezando a hacer “Tres mujeres para el show”. Fue en 1991. Luego ya no me animé.

─¿Cómo defines este momento que vives?

Como un momento lleno de sorpresas. Primero, la libélula, que me anunció cambios. Estoy de sorpresa en sorpresa. Ojalá que la muerte también me sorprenda porque no quisiera tener una enfermedad larga. Quisiera irme de un momento a otro, sin darme cuenta. Cerrar mis ojos, y ya.

Sus inicios

Cecilia tenía 18 años cuando en abril de 1971 ganó el concurso de canto de “Trampolín a la fama”. Aquella tarde, Chabuca Granda, que estaba mirando el programa, llamó a Panamericana Televisión para expresar su preferencia. “Fíjese usted, yo no soy miembro del jurado pero estoy viendo el programa y quiero dar mi voto. Esa chiquilla menuda de pelo negro, la que ha cantado el vals ‘Todo me habla de ti’, de Alicia Maguiña, merece ser la ganadora”, dijo.

Chabuca me vio en la segunda fecha de la competencia, y sin ser jurado, llamó al programa para votar por mí. Me enteré de lo que había pasado porque un día nos encontramos en el canal. Me felicitó y me dijo que me llevaría como parte de su delegación de artistas a México, al Palacio de Bellas Artes. Me dio el espaldarazo que necesitaba para salir adelante”, recuerda la artista nacional.

Luego de aquella presentación en México, Cecilia grabó “Toro Mata”, cuya versión inspiró a la recordada cantante cubana Celia cruz a grabar el tema en salsa. Desde entonces, su popularidad creció considerablemente. En 2019 anunció su retiro de los escenarios. Y ahora nos sorprende con un temporal retorno que la tiene emocionada. ¿Qué pasará después? Solo el tiempo lo sabe.

 

Fuente: https://elcomercio.pe

Por: Sonia del Águila

 

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