GASPARD MONGE sentó las bases de la geometría descriptiva, que permite representar superficies tridimensionales de objetos sobre una superficie bidimensional. Gracias a él, esta disciplina pasó de ser un conjunto de procedimientos gráficos utilizados por profesionales y técnicos a convertirse en una técnica general uniforme basada en rigurosos razonamientos geométricos. Monge también se interesó por el análisis matemático y fue el impulsor de la naciente geometría infinitesimal. Comprometido con la enseñanza, contribuyó a la fundación de la Escuela Politécnica. Fue un revolucionario convencido que puso su capacidad científica al servicio de la causa republicana, y posteriormente, se convirtió en un fiel servidor del Imperio napoleónico.
GEOMETRIA DESCRIPTIVA
La geometría descriptiva es un conjunto de técnicas geométricas que permite representar el espacio tridimensional sobre una superficie bidimensional. Por tanto, una «lectura» adecuada posibilita resolver problemas espaciales en dos dimensiones de modo que se garantiza la reversibilidad del proceso. En la época actual se reconocen dos modelos, en los cuales se les considera: 1) «lenguaje» de representación y de sus aplicaciones; 2) tratado de geometría. Aunque no es exactamente lo mismo, su desarrollo ha estado relacionado con el de la geometría proyectiva.
Desde la antigüedad, como lo demuestran ciertos dibujos encontrados en cuevas prehistóricas, el hombre ha sentido siempre necesidad de representar gráficamente su entorno, pero no es sino hasta el Renacimiento cuando se intenta ilustrar la profundidad. Previamente los constructores necesitaron realizar representaciones fieles de las piezas que debían realizar. El mejor exponente de ello es la cantería del final de la Edad Media y el Renacimiento. Los canteros realizaron complejas estereotomías en tercera dimensión, en particular en las difíciles piedras de los encuentros entre arcos o entre bóvedas. Quedan, como testimonio del nivel al que llegó la estereotomía y sus herramientas gráficas, entre otros los tratados de Alonso de Vandelvira. Otros artesanos de la construcción como los carpinteros debieron dominar herramientas semejantes para realizar las complicadas techumbres de los grandes edificios de esas épocas.
Los nuevos imperativos de representación del arte y de la técnica impulsan a ciertos humanistas a estudiar propiedades geométricas para obtener nuevos métodos que les permitan proyectar fielmente la realidad. Aquí se enmarcan figuras como Luca Pacioli, Leonardo da Vinci, Alberto Durero, Leone Battista Alberti, Piero della Francesca y muchos más. Junto a ellos destaca Filippo Brunelleschi, que codificó la perspectiva cónica a partir de las especulaciones medievales sobre la reflexión de los espejos.
Al descubrir la perspectiva y la sección, todos ellos crean la necesidad de implantar las bases formales en las que se asiente la nueva modalidad de geometría que ésta implica: la geometría proyectiva, cuyos principios fundamentales aparecen de la mano de Gérard Desargues en el siglo XVII. Esta nueva geometría también la estudiaron Blaise Pascal y Philippe de la Hire, pero debido al gran interés suscitado por la geometría cartesiana (geometría analítica) y sus métodos, no alcanzó tanta difusión.
El posterior desarrollo de la técnica requirió aplicaran las teorías matemáticas a la práctica, proceso que culminó en 1795 con la publicación de la obra de Gaspard Monge, Geometría descriptiva.
GASPARD MONGE
Conde de Peluse (Beaune, 9 de mayo de 1746-París, 28 de julio de 1818), fue un matemático francés, inventor de la geometría descriptiva.
Nació en Beaune3 hijo de Jacques Monge, un vendedor ambulante que posteriormente fue nombrado presidente del Colegio de Abogados de la hermandad de mercerías de Beaune, y de Jeanne Rousseaux. Estudió en las escuelas de Beaune y Lyon y en la escuela militar de Mézières. A los 16 años fue nombrado profesor de física en Lyon, cargo que ejerció hasta 1765. Tres años más tarde fue profesor de matemáticas y en 1771 profesor de física en Mézières. Entró en la Academia Real de Ciencias en 1780 y publicó ocho años más tarde su Traité de statique.
Siendo ya uno de los más importantes científicos de su país, La Revolución Francesa, que apoyó decididamente desde su inicio en 1789, cambió por completo el curso de su vida. Miembro primero de la Sociedad Patriótica, se integró después con los Jacobinos, donde conoció a Robespierre y a Saint-Just entre otros revolucionarios notorios. Fue elegido vicepresidente en la víspera del 9 Thermidor (27 de julio de 1794).
En 1792 fue nombrado con otras cinco personas (Danton estaba entre ellas) miembro del Ejecutivo Provisional del Consejo. Nombrado Ministro de Marina (de agosto de 1792 hasta abril de 1793) por la Convención, se le pidió reorganizar los arsenales y potenciar las fábricas de cañones. Contribuyó a fundar la École Polytechnique en 1794, en la que dio clases de geometría descriptiva durante más de diez años. Entró en el instituto de Francia (1795). Mientras buscaba obras de arte durante la campaña de Italia conoció a Napoleón, quien le encarga junto con Claude Louis Berthollet que lleve al Directorio la ratificación del Tratado de Campo Formio.
El 6 de febrero de 1798 salió de París hacia Roma, con la orden de entrevistarse con el Papa Pío VI en nombre de la República Francesa, conminándole a renunciar a su autoridad temporal, conservando únicamente su autoridad espiritual. A sabiendas de que la propuesta era irrealizable, ordenó al pontífice abandonar Roma en dos días: Pío VI salió de la ciudad durante la noche del 19 al 20 de febrero de 1798. Después de los abusos del general André Masséna y de su despido (el 2 de marzo de 1798), Monge nombró los cargos de la nueva "República Romana" a excepción de las finanzas.
Es invitado a participar en la expedición a Egipto, pero alega que ya está muy avanzado de edad para participar en esta empresa. Sin embargo, Napoleón logra persuadirle y cambia de opinión. Se convierte en uno de los confidentes del joven general en Egipto, siendo nombrado primer presidente del Instituto de Egipto fundado en agosto de 1798. Además, preparó un trabajo sobre los espejismos durante su estadía en oriente.
Regresó a Francia con Napoleón el 23 de agosto de 1799, año en que publicó su famosa obra Geometrie descriptive. Fue nombrado miembro del Senado, director de la Escuela Politécnica (1802) y conde de Pelusio. La caída de Napoleón hace que le excluyan del Instituto y de la escuela Politécnica.
Se casó en 1777 con Marie-Catherine Huart (1747-1846), con la que tuvo tres hijas. Murió en París el 28 de julio de 1818 por causas naturales y fue enterrado en el cementerio del Père-Lachaise. En 1989, sus cenizas fueron trasladadas al Panteón de París.
MÁS INFORMACIÓN
- Libro: Apolonio. El dominio de las secciones cónicas
- Libro: Dirichlet. El concepto moderno de función
- Libro: Astérix y los Juegos Olímpicos
Autor(es): Joaquim Berenguer Clariá. Licenciado en Matemáticas y doctor en Historia de la Ciencia
Editorial: RBA
Páginas: 175
Tamaño: 16 x 23,5 cm.
Año: 2017