viernes, 27 de septiembre de 2024

Libro: Apocalipsis en los Andes. La conquista española y la transformación del mundo andino



Apocalipsis en los Andes es una excelente descripción de la caída del imperio Inca escrita por uno de los más eruditos historiadores contemporáneos.

Brian Bauer. Universidad de Illinois de Chicago

 

Apocalipsis en los Andes es un libro magnífico. Alan Covey se basa en su propio trabajo de campo arqueológico para retratar la rápida hegemonía del imperio Inca, destacando el rol determinante de las mujeres. Luego despliega una investigación extensa para brindar una narrativa detallada de las expediciones y conquistas de Pizarro, décadas de guerras civiles entre los vencedores sin escrúpulos y las estrategias de la corona española y la iglesia Católica para controlar el reino andino y sus pueblos.

John Hemming. Autor de La conquista de los Incas


Alan Covey ha transformado la imagen de la ocupación española de los vastos dominios del imperio Inca, de un simple triunfo de las tecnologías (y enfermedades) europeas, a una serie prolongada y multifacética de conquistas que no solo fueron de corte militar sino también político, ecológico y, sobre todo, religioso. Su libro bien podría ayudar como modelo para una descripción más matizada de las conquistas europeas en otras partes del mundo. 

Anthony Pagden. Autor The Burdens of Empire: 1539 to the Present

 

La conquista española del Perú se presenta frecuentemente como un evento rápido y predeterminado, sin mucha agencia ofrecida a las poblaciones indígenas. Perspectivas que enfatizan la superioridad de la cultura y tecnología de los europeos dominan la historiografía, a pesar de investigaciones recientes que cuestionan esas líneas de razonamiento. El arqueólogo R. Alan Covey aborda ese problema en su obra, tratando la conquista desde de un punto de vista andino, al igual que español.

Según el autor, esta obra busca presentar una “historia apocalíptica” para mostrar cómo “gente distinta interpretó los eventos transcendentales de los que participó, y cómo esas reacciones sucesivamente formaron actitudes sobre el mundo que se había creado” (p. 29). Covey desarrolla este objetivo a través de un análisis comprehensivo del registro etnohistórico y arqueológico para proporcionar una historia de la conquista más abarcada y completa.

Después de un interesante análisis de la evolución de la narrativa de la conquista en la introducción, el libro puede dividirse en tres secciones. Los primeros capítulos tratan sobre las maneras en que los indígenas y españoles concebían sus mundos antes del encuentro y cómo esto subsecuentemente afectó la forma en que cada parte se aproximó a la otra luego la llegada de los españoles en el Perú. En lugar de enfocarse solamente en sus diferencias, Covey encuentra con frecuencia los puntos en común entre sus cosmovisiones, aunque es posible que estas se hubieran manifestado de manera diferente en la práctica. El papel que tuvo la religión en sus respectivas culturas es evidente en estos capítulos, además de cómo esta dio forma a la manera por la cual conceptualizaron sus identidades históricas. Los incas y los españoles se encontraban en el proceso de extender sus imperios colectivos y buscando modos de justificar y configurar sus acciones. Por su combinación eficaz de las motivaciones para el imperialismo español e incaico, Covey presenta un conocimiento más profundo de los eventos que terminaron en el famoso encuentro entre Atahualpa y Pizarro en Cajamarca.

De manera acertada, el autor presenta el episodio de Cajamarca en el texto como un suceso temprano—aunque importante—en la larga historia de la conquista en lugar de verlo como su momento decisivo. En este contexto, los capítulos intermedios del libro se dedican a las maneras en que los españoles trataron de establecer el control político en los Andes y cómo los indígenas intentaron resistir, adaptar y negociar sus posiciones en formas cooperativas y adversarias. Covey aclara que el resultado de la conquista quedaba en duda después de la rescate y ejecución de Atahualpa cuando remanentes del imperio incaico seguían resistiendo y los españoles se encontraron en una guerra civil. Al corregir la idea equivocada de que los grupos indígenas aceptaron al colonialismo español pasivamente, el autor representa a los pobladores andinos como participantes activos, con la excepción de las ocasiones en que estaban contentos con dejar a los españoles matarse entre sí. Finalmente se calmaron las aguas de la agitación política de la primera etapa de la conquista cuando llegaron a Perú algunos oficiales españoles capaces de poner la región bajo el control real.

Los últimos capítulos del libro examinan los intentos de los españoles para fortalecer su nuevo control político después la conclusión de la conquista y la iniciación del régimen virreinal. Covey demuestra de nuevo que la imposición de la hegemonía española era un proceso prolongado y disputado. La corona primero tuvo que enfrentar los alzamientos de los incas, de la población creciente de mestizos y aún de sus propios súbditos españoles antes de que pudiera establecer su poder duradero en la región. Covey también aborda el papel importante del clero regular y secular en el Perú, desde sus primeras actividades hasta las campañas de extirpación para combatir la recurrencia continua de las practicas religiosas andinas. Dos capítulos se dedican a la importancia de las reformas implementadas por el virrey Francisco de Toledo, quién libró una empresa propagandista y montó un ataque legal para minar la soberanía de los incas. Al mismo tiempo, adoptó una agenda legislativa extensa para implementar una seria de políticas que pretendieron convertir el paisaje incaico a través de la labor minera y las reubicaciones y reducciones de los indígenas. Al regresar al tema de la religión en el capítulo final, Covey implica que, a pesar del desplome político de los incas, fue la conversión a la religión cristiana por parte de la elite cusqueña lo que señaló el derrumbe final del Perú incaico.

La fortaleza de este libro se encuentra en la representación que Covey hace de la conquista del Perú como un suceso complejo y duradero que incluyó agentes indígenas y españoles, ambos incorporando sus cosmovisiones y reaccionando a los cambios rápidos en sus alrededores. Ni el colonialismo español ni la resistencia indígena se presenta como estática o uniforme, ya que ambas evolucionaron para enfrentar los problemas que surgieron como parte de la conquista. El conocimiento extenso de Covey sobre el registro arqueológico le permite complejizar el análisis etnohistórico y ofrece la oportunidad para una inclusión exhaustiva de las perspectivas indígenas. Es posible que los especialistas cuestionen su confianza en algunas fuentes primarias sin contextualización, tal como la narración de Juan de Betanzos sobre la guerra civil entre Atahualpa y Huáscar, a pesar de su matrimonio de la esposa anterior de Atahualpa. Esto podría ser un recurso intencional del autor para mantener un estilo ameno y comprensible en el texto. El enfoque continuo de Covey en la retórica apocalíptica también refleja a veces la idea desmentida del fatalismo aztecas que había manchado previamente la historia de la conquista de México, pero es un problema menor y el autor lo compensa con sus atribuciones similares a las narrativas españolas y su inclusión perpetua de agencia indígena. Finalmente, Inca Apocalypse es un muy necesario reanálisis de la conquista del Perú que rechaza los tropos eurocéntricos ubicuos en las historias de la conquista y provee una estructura exhaustiva e inclusiva para los estudios futuros en el campo.

Chad McCutchen. Minnesota State University, Mankato

 

ALAN COVEY INTERVIEW - SPANISH WARS OF CONQUEST

How did you become interested in studying and writing on the subject of your book?

The Spanish conquest of the Incas has always been an important aspect of the work that I do in the Andes.  It lies between the two lines of evidence that I work with:  prehistoric archaeology and colonial archival documents.  The conquest story stands apart from those two records, and the Spanish chronicles that provide the most vivid detail aren’t always easy to line up with the other evidence, so I was always a little intimidated about trying to work them all together.

What is the book about and what major themes do you focus on?

The book features the religious worldview of the Incas and Spaniards, presenting the conquest of the Andes as a drawn-out transformation that could be interpreted as the end of the world, or the start of a new era.  I focus on the ways that the Inca and Spanish empires were both engaged in building civilizations, and how the Spanish conquest was only possible with indigenous support.  Even though most of the Incas became Christians and supported the Spanish crown, it took decades for the Spaniards to establish dominance over much of what remained of the Inca world.

Did any of the evidence you found address whether either the Spaniards or Incas were surprised to have discovered each other?  In other words, in their respective worldviews did either expect a cataclysmic clash of civilizations at some point as their empires grew?

The Spaniards were probably less surprised to encounter the Incas than the other way around.  When Columbus sailed, he thought he would reach the Mongol Empire and seek an alliance against Spain’s Muslim enemies, and in the 40 years that followed, Spaniards recognized that many native societies had hereditary leaders who could be quite powerful.  Pizarro sailed south from Panama to follow the rumor of a wealthy lord living just beyond where other Spaniards had explored.  The Incas probably expected that their world would end in natural disasters (earthquakes, tsunamis, volcanoes) rather than a foreign invasion.

What did you find to be the biggest culture clashes between the two empires?  Both obviously were ready to engage in war to protect themselves but were there approaches that stood in stark contrast to each other?

Although there were a lot of ways that the two empires were alike, there were also important ways that they differed, which created misunderstandings about each other.  For example, the Spaniards thought that the Pope had granted them dominion over half of the world, so they felt comfortable taking food and clothing and native porters from the communities they passed through.  The Incas saw them as a lawless men who didn’t know the land or even how to eat properly, and when the Spaniards ate Inca food and drank Inca beer, it signaled that they were Inca subjects, rather than the other way around.  As Spaniards and Andean lords worked to forge alliances and gain the greatest advantage as the world changed, their interactions could be ambiguous, interpreted in different ways by European and Andean people.  When it came to fighting, the Incas had shown that they were capable of brutal campaigns that relied on shock troops and violent retribution to bring frontier peoples in line.  The Spaniards didn’t fight by the same rules–they attacked without warning, tortured and burned their allies, and brought new weapons to the battlefield (like horses and firearms).  Over time, native people acquired those weapons and learned to fight against them successfully, and they learned guerilla tactics that worked when Spaniards were few in number and in remote places.

Were the smaller groups that had been previously conquered by the Incas ready to turn against them and why?  Or were the Incas seen as the better alternative to the new Spanish Empire?

The Inca civil war that was wrapping up when Pizarro went into the Andean highlands had forced local lords to choose sides, and Atahuallpa (the victorious Inca prince) had passed through the north Pacific coast where Pizarro arrived just months earlier, killing local people and taking their women.  Atahuallpa’s captains had occupied Cuzco, the Inca capital, where they wiped out some royal families and declared an intent to force the nobility to migrate to Quito.  And there were provinces that had ceased to pay Inca tribute during the war, which Atahuallpa planned to visit and punish.  So the Spaniards turned up on a landscape where lots of Andean people were either looking for revenge, trying to survive, or hoping to maintain newfound independence.  The Spaniards didn’t seem like an especially formidable force when it came to fighting across the entire Andean region, but they were dangerous and violent, and when they offered to fight for native lords, or to protect them, it was an appealing offer.

What resource materials or archives did you primarily use for your research?

To discuss the Inca Empire and its claims to civilize the Andes, I used recent archaeological evidence alongside colonial descriptions of the Inca world.  For other parts of the book, I used published chronicles, as well as a large body of unpublished manuscripts from libraries and archives in South America and Europe.  I also consulted scholarly studies of literature that was beyond my own expertise.

What did you discover in your research that most surprised you?

I think the thing that surprised me most was how much the first-hand descriptions differ from the popular versions of the story that have been published in recent years.  One theme that really stood out was how Pizarro and his allies knowingly violated the terms that they had agreed to with royal officials, and how the Spanish crown had to spend decades trying to figure out how to rein in unruly conquistadores–often with the Incas and other Andean lords as their allies.

Was there a particularly difficult issue to research because of lack of information or access to information?

Probably the biggest challenge to assembling this book was the sheer scale of documents and other evidence that could be used for a big-picture story like the one I wanted to tell.  As a social scientist, I went into the project trying to bring in as much evidence as possible, but I realized that I could fill a book (and more) just with a bibliography of publications and archival manuscripts.

Did you have any difficulties in finishing or publishing and how did you overcome those?

I was fortunate to have support from the University of Texas to devote a semester to writing, which allowed me to build a momentum that I was able to keep for the rest of the project.  My wife, who is also a professor, was really supportive and patient at times when the project required more time and focus.  The folks at Oxford University Press were really accommodating, and I felt like I had room to write the book that needed to be written.

What is your current or next writing project?

Right now, I am in the early stages of a project that builds on some of the things I learned writing Inca Apocalypse.  The Incas became an important point of debate among early modern Europeans, and I am working on a book that explores how representations of the Incas evolved as Europeans moved out of medieval modes of thought, through the Enlightenment, and into the theories that drive the social sciences today.

Fuente: https://warscholar.org

 

MÁS INFORMACIÓN

 

Autor(es): Alan Covey

Editorial: El Lector

Páginas: 726

Tamaño: 15,5 x 23,5 cm.

Año: 2022