sábado, 28 de septiembre de 2024

Cita DCCLXXVII: Bitcoin. La revolución del siglo XXI

31 de octubre de 2018, 14:10, hora de Nueva York. Los pocos centenares de miembros que pertenecen a una oscura lista de correo, entre los que se encontraban expertos en criptografía y redes distribuidas, entre otros, recibían un correo electrónico de alguien que se hacía llamar Satoshi Nakamoto:"He estado trabajando en una moneda electrónica que funciona exclusivamente de persona a persona, sin la necesidad de depositar la confianza en instituciones financieras", escribía Satoshi. A continuación, los dirigía a un documento de nueve páginas, en el sitio web bitcoin.org, cuyo dominio había registrado un par de meses antes y donde describía esta nueva divisa, a la que llama bitcoin. A esta especie de libro blanco se puede acceder en internet buscando "bitcoin whitepaper" o, directamente, en http://www.bitcoin.org/bitcoin.pdf

En él se explica, en un texto claro pero árido, acompañado por ilustraciones, ecuaciones, código y notas al pie, este sistema de dinero digital. Habla de dinero, pero en una forma en la que prácticamente nadie de la calle entendería esa palabra. "Definimos una moneda electrónica como una cadena de firmas digitales", escribe Nakamoto. "Cada propietario transfiere las monedas a quien las envía firmando digitalmente un hash (función criptográfica) de la transacción previa y la clave pública del receptor, y añade esto al final de la moneda. El receptor puede verificar las firmas para comprobar la cadena de propiedad". Si usted, como la mayoría de la gente, no está familiarizado con la ciencia de la criptografía y la encriptación, esto puede parecerle ininteligible. Pero los miembros de esta lista de correo sabían a qué se estaba refiriendo Nakamoto con estos términos.

Este sistema usaría métodos de criptografía para permitir a los usuarios intercambiarse dinero sin divulgar información vulnerable sobre ellos o sus cuentas financieras. De hecho, está diseñado para poder operar fuera del sistema bancario tradicional y permite a las personas enviarse dinero digital directamente de unos a otros, sin intermediarios. No son necesarios bancos no compañías emisoras de tarjetas de crédito. Tampoco, procesadores de pagos ni ninguna otra tercera parte en la que depositar nuestra confianza para asegurarnos de que el dinero llega a su destino. Es por tanto, una especie de efectivo electrónico. La revolución bitcoin ha comenzado.

Páginas 7 al 9. Las matemáticas del dinero. Bitcoin, criptomonedas y mercados financieros. AA.VV. EMSE EDAPP. 2023


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