SI ...
Gracias a la moderna industria alimentaria, el maíz, la soja y sus derivados son una de las principales fuentes de calorías en los países desarrollados. El maíz aparece incluso en los alimentos en los que uno no esperaría encontrarlos -como refrescos, pollo frito, carne picada o patatas fritas. Sin embargo, el uso tan extendido del maíz tiene graves repercursiones medioambientales.
- El cultivo del maíz agota ciertos nutrientes presentes en el suelo, que deben reponerse, ya que de lo contrario deja de ser apto para usos agricolas.
- Las raíces del maíz y el hecho que se plante de manera espacida hacen que apenas retenga agua cuando lluve, con la consiguiente perdida del suelo. Esto se agrava por el proceso de arado al replantar el maíz. Se estima que cada año 100.000 kilometros cuadrados de tierras cultivables dejan de ser útiles debido a este proceso.
- El cultivo del maíz requiere enormes cantidades de combustibles fósiles, sobre todo para producir los abonos químicos que aceleran su crecimiento y para realizar el proceso de secado necesario para poder transportarlo.
PERO ...
El maíz puede producirse de manera eficaz; el modo en que se cultiva y la escala a la que se hace es lo que lo convierten en un producto peligroso para el medio ambiente.
- El maíz se cultiva de manera selectiva desde hacer siglos para hacerlo más resistente y además genera rendimientos muy elevados, incluso sin abonos químicos.
- El maíz puede transformarse en distintos alimentos integrales y nutritivos poco elaborados, como maíz tierno y descascarillado, harina, panes y tortillas.
- Los policultivos de maíz y otras plantas, como las milpas centroamericanas, permiten producir en un terreno muy pequeño gran cantidad de alimentos y satisfacer de manera completa las necesidades nutricionales de una población.
QUE HACER ...
Come alimentos integrales o no procesados, como verduras frescas, pan y pastas integrales, queso y carne. Como Michael Pollan dice en su libro El detective en el supermercado, "Si lees que algo lleva un ingrediente que tu abuela no reconocería, quizá no deberías comerlo".
Páginas 18 y 19. El Guerrero Ecológico. Cómo proteger el planeta con sabiduría. Dominic Muren. Traducción de Pau Vidal Pons. Editorial Oceano Ambar. Barcelona, España - 2009.