ÁNGEL GONZÁLEZ
Nació en Oviedo en 1925. Su padre murió cuando el futuro poeta tenía tan sólo dieciocho meses. Pocos años después, en plena guerra civil, fue asesinado su hermano Antonio en la guerra, su otro hermano, Pedro, tuvo que exiliarse y a su hermana Maruja, se le impidió seguir ejerciendo como maestra, lo que marcó de manera definitiva la infanta del poeta. En 1943 enfermó de tuberculosis y fue durante la larga convalecencia, que duró tres años, en Páramo del Sil que el joven Ángel empezó a escribir poesía. Estudió Derecho por su cuenta desde su retiro, y acudía a Oviedo a examinarse. En 1950 se trasladó a Madrid para estudiar periodismo. En 1954 se presentó a las Oposiciones para Técnico de Administración Civil del MOP y fue destinado en Sevilla. En el 55 pidió la excedencia y se marchó a Barcelona, donde conoció a la los que serían los poetas insignes de su misma generación, gracias a su labor como corrector en algunas editoriales: Carlos Barral, Jaime Gil de Biedma y José Agustín Goytisolo. Al año siguiente publicó su primer libro Áspero Mundo, tras quedar finalista del premio Adonais, al que seguirán otros títulos como Sin Esperanza con convencimiento, Grado Elemental o Palabra sobre palabra. En 1970 fue invitado a dar conferencias a la Universidad de Nuevo México en Albuquerque, en 1974 se integró en esta misma universidad como profesor fijo de Literatura Española Contemporánea, cargo en el que permanecería hasta su jubilación en 1993. En 1979 viajó a Cuba para formar parte del jurado del Premio Casa de las Américas de Poesía. El reconocimiento institucional le llegó en 1985 con la concesión del Premio Príncipe de Asturias de las Letras, y la elección en enero de 1996 como miembro de la Real Academia de la Lengua Española. En los últimos años colaboró con diversos cantautores: Pedro Guerra en el libro-disco La palabra en el aire (2003) y con el tenor Joaquín Pixán, el pianista Alejandro Zabala y el acordeonista Salvador Parada en el álbum Voz que soledad sonando (2004), y con Joaquín Sabina. Falleció en Madrid el 12 de enero de 2008, a los 82 años, en Madrid, a causa de un fallo respiratorio. Su poesía se enmarca en la poesía de a experiencia, de carácter intimista pero reflejo de su sociedad. El paso del tiempo y la temática amorosa y cívica son las tres obsesiones que se repiten a lo largo de su obra.
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CANCIÓN DE AMIGA
Nadie recuerda un invierno tan frío como éste.
Las calles de la ciudad son láminas de hielo.
Las ramas de los árboles están envueltas en fundas de hielo.
Las estrellas tan altas son destellos de hielo.
Helado está también mi corazón,
pero no fue en invierno.
Mi amiga,
mi dulce amiga,
aquella que me amaba,
me dice que ha dejado de quererme.
No recuerdo un invierno tan frío como éste.
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