CUENTO DE FRANCISCO BALLÓN AGUIRRE
Una mañana cualquiera en que estaba regando mi jardincito, el rectángulo de pasto que está en la vereda frente a mi casa o sea que es de la Municipalidad de Zamácola, pero lo siento mío porque si riego obligaciones cosecharé derechos, veo a mi vecina, La Cementerio, que viene trinando. Y les advierto que no nos guardamos confianzas salvo que alguna vez le presté para el diario cocinar clavo de olor, palillo o nuez moscada cuando el Lino estuvo cerrado, a lo más unos limoncitos si el Ticotico no tenía… nada íntimo pué y me pregunta:
-Doña Miquela, ¿Dios castiga?
¿Tendría un antojo de luna?, me dije. Acaso le respondería otra cosa que no fuera: sí, eso creo.
-Entonces, ¿podría aconsejarme? Figúrese, estoy yendo al Lino para comprar las toallitas húmedas que son tan útiles, esas que salen y salen y nunca se acaban y hoy sábado, ¡tenía que ser hoy!, el paquete se terminó… mi Javicho está tan caicado que ni siquiera se levanta de la cama y debo atenderlo todo el santo día. Llamé a sus hijas, porque él también era viudo cuando nos conocimos...
De reojo comprobó si lo de la madrastra me cambiaba la cara:
-Y las flor de papa en lugar de atenderlo un ratito se largan a Mollendo.
¡Las muy veraneantes! Remarqué para darle cuerda a su matraca.
-Y yo, ¿a qué hora descanso? Mirándola a usted con su buena vida, sus hijos logrados y regando sus plantitas... el Javicho me atormenta peor que ninguno, quisiera que se muera, ¿me iré al infierno?
No vecina, no, a la cabeza no la podemos sujetar cuando tiene ideas que la desportillan.
-Me llama por cualquier zoncera, una y otra y otra vez, le gritaría, ¡no soy tu burro de estaca!
Se le salió el pan con llatan a la pobre mujer. Claro que yendo al fondo de lo hondo la comprendo, ¿quién en su vida no probó sabores de escupir? Quizá vaya pronto al cuarto entierro, pensé.
-Si él no estuviera yo sería feliz…
Se desahogó y siguió su camino a la tienda y yo cerré el pilón a tiempo porque el agua se estaba empozando.
AREQUIPEÑISMOS
La Cementerio/apodo de mujer que enviudó varias veces; trinando/renegando; Ticotico/nombre de antiguo restaurante; Miquela/Micaela; antojo de luna/locura pasajera; caicado/enfermo por estar o pasar por un cementerio; flor de papa/creída; burro de estaca/trabaja duro y le pagan mal; pan con llatan/ir de calma a enojo; pilón/llave del agua
Una mañana cualquiera en que estaba regando mi jardincito, el rectángulo de pasto que está en la vereda frente a mi casa o sea que es de la Municipalidad de Zamácola, pero lo siento mío porque si riego obligaciones cosecharé derechos, veo a mi vecina, La Cementerio, que viene trinando. Y les advierto que no nos guardamos confianzas salvo que alguna vez le presté para el diario cocinar clavo de olor, palillo o nuez moscada cuando el Lino estuvo cerrado, a lo más unos limoncitos si el Ticotico no tenía… nada íntimo pué y me pregunta:
-Doña Miquela, ¿Dios castiga?
¿Tendría un antojo de luna?, me dije. Acaso le respondería otra cosa que no fuera: sí, eso creo.
-Entonces, ¿podría aconsejarme? Figúrese, estoy yendo al Lino para comprar las toallitas húmedas que son tan útiles, esas que salen y salen y nunca se acaban y hoy sábado, ¡tenía que ser hoy!, el paquete se terminó… mi Javicho está tan caicado que ni siquiera se levanta de la cama y debo atenderlo todo el santo día. Llamé a sus hijas, porque él también era viudo cuando nos conocimos...
De reojo comprobó si lo de la madrastra me cambiaba la cara:
-Y las flor de papa en lugar de atenderlo un ratito se largan a Mollendo.
¡Las muy veraneantes! Remarqué para darle cuerda a su matraca.
-Y yo, ¿a qué hora descanso? Mirándola a usted con su buena vida, sus hijos logrados y regando sus plantitas... el Javicho me atormenta peor que ninguno, quisiera que se muera, ¿me iré al infierno?
No vecina, no, a la cabeza no la podemos sujetar cuando tiene ideas que la desportillan.
-Me llama por cualquier zoncera, una y otra y otra vez, le gritaría, ¡no soy tu burro de estaca!
Se le salió el pan con llatan a la pobre mujer. Claro que yendo al fondo de lo hondo la comprendo, ¿quién en su vida no probó sabores de escupir? Quizá vaya pronto al cuarto entierro, pensé.
-Si él no estuviera yo sería feliz…
Se desahogó y siguió su camino a la tienda y yo cerré el pilón a tiempo porque el agua se estaba empozando.
AREQUIPEÑISMOS
La Cementerio/apodo de mujer que enviudó varias veces; trinando/renegando; Ticotico/nombre de antiguo restaurante; Miquela/Micaela; antojo de luna/locura pasajera; caicado/enfermo por estar o pasar por un cementerio; flor de papa/creída; burro de estaca/trabaja duro y le pagan mal; pan con llatan/ir de calma a enojo; pilón/llave del agua
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