jueves, 14 de agosto de 2014

Tomasio (14/08/2014): Si quieres saber, hay que preguntar


Es una forma de saludo que se ha venido generalizando, y lo escuchamos o decimos después del buenos días o el hola tradicional.

Ahora bien, cuando nos preguntan, ¿Cómo estás? interpretamos un interés por nosotros y cuando comienzas a responder, tu interlocutor no te presta atención a lo que comienzas a decir… ¿Cómo te sientes? Te sientes incómodo y piensas y para que me preguntan, entonces, si no le interesa. Mejor que solo me saluden con un escueto buenos días u hola y listo.

Por ello, si preguntas a quien saludas ¿Cómo estás? espera la respuesta y atiende a lo que la persona a quien has preguntado tiene que decirte. Si no tienes tiempo o no te interesa, no lo preguntes, no seas desconsiderado en preguntar y no escuchar.

Se cálido y presta atención a lo que dices, y se consecuente con tu comportamiento.

Respeta a los demás, si preguntas, no lo hagas en forma mecánica, sino humanamente que te interesas en lo que realmente has dicho y esperas su respuesta. Pueda ser que, al que lo preguntas, necesite contar lo que le pasa y tu pregunta fue el disparador que necesitaba para sentirse querido y sino escuchas o estas con prisas…haces daño.

Se cálido  con tus saludos, da la mano, abraza, todos necesitamos contacto personal. Si vas de prisa lo sabrán entender, puede ser que tengas tus propios problemas, todos los tenemos y no siempre estaremos dispuestos a ser muy sociales, por las prisas de la vida.  Pero si saben que eres cálido, lo sabrán entender y más bien serán ellos, por lo que tú les has trasmitido te dejen así, con tus prisas de momento y conscientes que serás el mismo de siempre la próxima vez.

Como saludemos y nos interesemos con nuestros amigos hará la diferencia y será que nos saluden cálidamente las próximas veces.

Se natural y cálido, no seamos rutinarios, las maquinas no se saludan, nosotros sí, porque somos seres sociales e interactuamos todos los días.

Practica tus saludos, si lo deseas hazlo al frente de un espejo para que te veas, cómo es que pones tu cara cada vez que saludas, lo haces sonriendo o solo mecánicamente. Practica tu saludo, te aseguro que este te hará ser bienvenido, siempre con una sonrisa. Al que sonríes, siempre sonríe de vuelta, no hay quien se resista a una sonrisa honesta y un saludo cordial.

Entonces terminamos con un,

¿Cómo estas hoy día?

Antonio Tomasio. Autor de los libsro Uno (Yo) y Mi hijo, mi maestro. Escríbe a atomasio@antoniotomasio.com con tus preguntas o sugerencias o visita la página www.antoniotomasio.com