SI ...
Las placas solares son uno de los sistemas más discretos para generar tu propia electricidad.
- Pueden instalarse fácilmente en un tejado o garaje ya existentes, y una vez instaladas no necesitan casi ningun tipo de mantenimiento.
- Pueden hacerte ganar dinero si tu municipio te permite vender electricidad a la red general.
- Según un estudio realizado por un equipo de investigadores italianos, las placas solares son totalmente neutras en carbono, es decir que en sólo dos años compensan la energía gastada en su producción.
- Y quizá su mayor ventaja es que suponen un buen ejemplo, ya que lo más habitual es que los vecinos admiren las placas que acabas de instalar y ellos mismos acaben teniendo unas. Con lo que al final el efecto mimético haca que cada vez más gente opte por la energía limpia.
PERO ...
Igual que con el aerogenerador, hay buenas razones para que los tejados no estén llenos de placas.
- Las células solares son caras. Las de silicio requieren muchas energía y procesamiento de alta precisión, como lo de los chips informáticos.
- Este elevado coste hace que la energía de las células fotovoltaicas sea el doble de cara que la generada a partir del carbón. El mismo estudio que descrubrió que la energía ris de las placas tardaba dos años en compensarse, también puso de relieve que se necesitaban 20 años para amortizarlas económicamente.
- Si bien son muy fáciles de mantener, se estropean con el tiempo. Las células modernas pueden durar hasta 25 años, pero pierden eficacia con el tiempo.
- Por último, las células fotovoltaicas sólo funcionan en áreas soleadas y mientras haya sol. Como son muchas de las ciudades muy alejadas de zonas desérticas, es muy probable que no disfruten de las suficientes horas de sol.
¿QUE HACER?
Plantéate usar energía solar para calentar el agua. Funciona incluso con poco sol. Y cuesta menos que los sistemas tradicionales para calentar el agua.
Páginas 48 y 49. El Guerrero Ecológico. Cómo proteger el planeta con sabiduría. Dominic Muren. Traducción de Pau Vidal Pons. Editorial Oceano Ambar. Barcelona, España - 2009.