martes, 19 de abril de 2022

Libro: Babilonia

 

 

Babilonia, corazón espiritual e intelectual de la antigua Mesopotamia, fue concebida por sus arquitectos como el centro del universo. Admirada por su contemporaneos, la capital del poderoso rey Nabucodonosor II albergaba un gigantesco zigurat, la bíblica torre de Babel.

 

CONTENIDO

  • El centro del universo
  • La puerta de los dioses
  • La vía procesional
  • Una cuestión de estado
  • La puerta de Ishtar
  • Bajo la protección de Marduk
  • El zigurat Etemenanki
  • Astrónomos y astrólogos
  • El templo de Ninmah
  • La ciudad de Nabucodonosor II
  • El palacio meridional
  • El legado de Hammurabi
  • La muralla interior
  • La Babilonia de Heródoto
  • Apéndices


BABILONIA

Fue una antigua ciudad de la Baja Mesopotamia situada cerca de la actual ciudad de Hilla (Irak). Fue la capital del antiguo Reino babilónico, y por varios siglos fue considerada como un importante centro de comercio, arte y aprendizaje. Sus ruinas, parcialmente reconstruidas a finales del siglo xx, se encuentran en la provincia iraquí de Babil, en las proximidades de la ciudad de Hilla

Originalmente esta ciudad se llamaba Ka2.dingir, transcripción romanizada de la escritura cuneiforme del sumerio Ka-dingirra(k), ocasionalmente escrito también Ka2.dingir.ra y K2.dingir.ma, que significa 'Puerta de los dioses' o 'Puerta del dios'. Algunos autores han relacionado este topónimo con Bãbil, también escrito Ba(b)bal, formas preacadias. Posteriormente Ká.dingir fue traducido al acadio, resultando la forma Bãb-ilim, que evolucionó en sus dialectos asirio y babilonio, a partir de la dinastía casita, en una gran variedad de formas, como Bab-ilu y Bab-ilani, de las cuales deriva la forma en antiguo griego Βαβυλών (Bab-ilu-on o Bab-il-on, según textos), génesis de las actuales formas occidentales, como Babilonia (en español), Babylon (en inglés) y Babylone (en francés).

Hasta que alemanes comenzaron a excavar Babilonia en el inicio del siglo XX, ésta era una ciudad brumosa, casi mitológica, que en la cultura occidental servía de alegoría de la lujuria por influencia de algunos historiadores griegos y romanos, y aun de la maldad por influencia de la Biblia. En el Nuevo Testamento la huella de Babilonia es tan fuerte que su nombre se utiliza para nominar a cualquier ciudad grande y poderosa.​

Babilonia es una leyenda que aún resuena en nuestro tiempo, a pesar de que en el año 539 a. C. ya había perdido su imperio, y que hace muchos siglos que fue abandonada. Largamente mencionada en el Libro de Isaías y en el Apocalipsis, Babilonia fue identificada como fuente de lascivia y soberbia, llegando a ser descrita como «La Gran Ramera». No obstante, Babilonia brilló mucho tiempo por su alto nivel cultural, que se mantuvo vivo mientras fue parte de Asiria. El mito de su belleza y de su poder, labrado desde Hammurabi, llegó a oídos de Alejandro Magno, donde residió durante un tiempo y donde murió.

Históricamente el nombre de Babilonia ha servido de inspiración para múltiples escritos y también para otras ciudades y proyectos de ciudades, como la conocida Nueva Babilonia, y para la provincia iraquí de Babil. El mismo Miguel de Cervantes se refirió a Babilonia en el sentido bíblico de caos.

También algunos de sus edificios han sido mitificados por la religión, la literatura, la pintura y la historiografía occidentales; así, tanto la Torre de Babel como los Jardines Colgantes han sido objeto de innumerables conjeturas, y en menor medida el palacio Sur de Nabucodonosor II. El propio rey de la ciudad inspiró la ópera Nabucco de Giuseppe Verdi.

 

MÁS INFORMACIÓN

 

Autor(es): National Geographic

Editorial: National Geographic

Páginas: 96

Tamaño: 22 x 29 cm.

Año: 2017