"Mirando desde la entrada el grandioso y armónico conjunto, se nos ocurre pensar en el efecto que produciría el interior de la iglesia si de él fueran retirados todos los altares, los cuadros, las imágenes y los trabajos en madera que lo adornan, quedando la piedra exenta, despojada de todo elemento que no formase parte de la pétrea arquitectura del siglo XVIII. Nos persuadimos en seguida de que, si tal hipótesis se cumpliera, las desnudas naves nos producirían un efecto de ruina, de monumento funerario, de horrible abandono y profanación. No cabe duda: esta iglesia, como todas las construcciones de su época, son verdadera sintésis de arte, en que la piedra pide la madera y las naves requieren el complemento que sólo la escultura y la pintura pueden darles; iglesias como éstas no pueden ser concebidas sin un 'lleno', producido por el culto incesante, por el canto litúrgico, por el brillo de los candelabros, por el pueblo que sale y entra y gira bordeando los altares".
Página 60. Guía de la ciudad de Nuestra Señora de la Paz. Jorge Siles Salinas. Plural Editores. La Paz, Bolivia - 1999.