Hijo de una Musa, favorecida por apolo, Orfeo es el cantor y músico divino, que con su voz y su lira excelsas amansa a las fieras más salvajes, hace bailar a los árboles, conmueve a las rocas y remansa las aguas de los ríos. El y la Ninfa Eurídice se enamoran con el sentimiento más puro, pero la letal picadura de una víbora en el tobillo de la ninfa acabará con su vida y la sumirá en el Inframundo, entre los espectros de los difuntos. Orfeo no puede vivir sin su amada: después de amargos lamentos, decide descender al Hades para recuperarla y devolverla a la luz a la vida. Pero el reino de las sombras le depara horribles trampas, algunas físicas y otras mentales. Las primeras son superables, no así las segunda. El mito de Orfeo y Eurídice es uno de los más poéticos y sin duda el más metafísico de todo el acervo griego. Por eso ha dado pie a innumerables recreaciones artísticas –en la poesía, la ópera y el cine- a lo largo de los siglos.
CONTENIDO
- Orfeo y Eurídice
- El mundo transfigurado en música
- Eurídice, la inocente hermosura natural
- La expedicón de los Argonautas
- Muerte de Orfeo
- Epílogo
- Arbol genealógico
- Significación del mito
- Fuentes clásicas
- Variantes del mito
- Personajes
- La catábasis o descenso al Inframundo
- Arte
- Música
- Literatura
- Cine
- Interpretaciones filosóficas y simbólicas
- El orfismo, un culto mistérico y misterioso
- Bibliografía fundamental
ORFEO
(en griego Ὀρφεύς) es un personaje de la mitología griega. Según una creencia bastante difundida, sería hijo de Apolo (o Eagro) y de una de las musas, Calíope. Según los relatos, cuando tocaba su lira, las fieras se calmaban, y los hombres se reunían para oírlo y hacer descansar sus almas. Así enamoró a la bella Eurídice y logró dormir al terrible Cerbero cuando bajó al inframundo a intentar resucitarla. Orfeo era de origen tracio; en su honor se desarrollaron los misterios órficos, basados en rituales iniciáticos en la Antigua Grecia, de los cuales no hay mucha información, o sus fuentes no son conocidas.
Si bien no se hallan los textos en los que hagan mención de él Homero y Hesíodo, ya era conocido en la época de Íbico (ca. 530 a. C.), y Píndaro (522 — 442 a. C.) se refiere a él como «el padre de los cantos». Desde el siglo VI a. C. en adelante fue considerado como uno de los principales poetas y músicos de la Antigüedad, el inventor de la cítara y quien añadió dos cuerdas a la lira: antes, la lira tenía siete cuerdas; la lira de Orfeo, nueve, en honor a las nueve musas. Con su música, Orfeo era capaz no solo de calmar a las bestias salvajes, sino incluso de mover árboles y rocas y detener el curso de los ríos. Como músico célebre, fue con los Argonautas en busca del vellocino de oro. Se le supone como uno de los pioneros de la civilización, habiendo enseñado a la humanidad las artes de la medicina, la escritura y la agricultura. En su aspecto más conectado con la vida religiosa, fue augur y profeta. Practicó las artes de la magia, en especial la astrología. Fundó o hizo accesibles muchos cultos importantes, como los de Apolo y Dioniso; instituyó ritos místicos, tanto públicos como privados; prescribió rituales iniciatorios y de purificación. Se dice que visitó Egipto y que allí se familiarizó con los escritos de Moisés, y con la doctrina de una vida futura.
Según Apolodoro y un fragmento de Píndaro, el padre de Orfeo fue Eagro, un rey de Tracia, o bien el propio dios Apolo.
Esto último es coherente con la devoción de Orfeo por este dios, que es
el dios de la música. Su madre fue la más importante de las musas, Calíope, o bien Polimnia, otra de las musas. Otros dicen que su madre también pudo haber sido una de las hijas de Píero, hijo de Macedón, y al menos una fuente dice que Menipe, hija de Támiris. Según Tzetzes era nativo de Bisaltia. Su lugar de nacimiento es Pimplea, cerca del monte Olimpo; Pimplea también es el lugar donde se casaron Eagro y Calíope. Mientras vivía con su madre y sus ocho hermosas hermanas en el monte Parnaso, conoció a Apolo, que cortejaba a la musa risueña Talía. Apolo, como dios de la música, le dio a Orfeo una lira de oro (fabricada por Hermes con el caparazón de una tortuga), y le enseñó a tocarla, como un presente de amor. La madre de Orfeo le enseñó a recitar versos para ser cantados. También se dice que estudió en Egipto y que estableció el culto de Hécate en Egina. Llevó a Laconia la adoración de Deméter Ctonia. y la de las Κόρες Σωτείρας («doncellas salvadoras»). Parece ser que en el monte Taigeto los pelasgos guardaban una imagen de madera de Orfeo en el santuario de Deméter eleusina. Según Diodoro Sículo, Museo de Atenas también era hijo de Orfeo.
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Autor(es): Héctor Olivos
Editorial: EMSE EDAPP
Páginas: 123
Tamaño: 16 x 23,5 cm.