Investigadores del Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA) analizan también variedades de maíz
Científicos del Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA) han comprobado en un reciente estudio que existen algunas variedades de frijol de la costa peruana que soportan mejor el estrés hídrico provocado por el cambio climático que afecta el rendimiento de los cultivos en general. Este hallazgo es clave para la seguridad alimentaria, la sostenibilidad de los productores agrarios y la economía de nuestro país.
En el estudio, denominado Composición genética, efecto del estrés hídrico y mecanismos de adaptación fisiológica en el cultivo de frijol (Phaseolus vulgaris l.), pionero en su tipo en el Perú, se emplearon variedades comerciales, todas ellas desarrolladas por el INIA en su Programa de Mejoramiento Genético, informó Carlos Arbizu Berrocal, director de la Subdirección de Investigación y de Estudios Especiales del INIA, e investigador principal del estudio.
La investigación, de campo y de laboratorio, que empezó en mayo de 2020 y se desarrolla en la sede central del INIA en la ciudad de Lima, permitió conocer el comportamiento de estas variedades bajo diferentes láminas de riego; es decir, aplicando diferentes condiciones de estrés hídrico, afirmó.
“Se tomaron datos como el contenido de clorofila, la biomasa, el rendimiento, la curva de crecimiento, entre otros parámetros, en un campo diseñado para este tipo de estudios que contó con riego automatizado y válvulas independientes para cada unidad o parcela experimental”, explicó en entrevista con la Agencia de Noticias Andina.
Frijoles mejor adaptados al cambio climático
Arbizu Berrocal precisó que las variedades de frijol mejor adaptadas al estrés hídrico que provoca el cambio climático son frijol Costacen, desarrollado por el INIA, y el frijol canario camanejo, oriundo de la provincia arequipeña de Camaná.
El frijol Costacen, presentado en sociedad por el INIA en julio del 2020, es una nueva variedad de frijol que, gracias a su calidad genética, tiene como principales atributos su gran productividad, dado que puede producir hasta 3.5 toneladas por hectárea.
Destaca también por ser altamente resistente al virus del mosaico común que afecta al cultivo de frijol, y tiene mejor presentación de grano por su color amarillo medianamente intenso.
Esta variedad, desarrollada en la Estación Experimental Agraria Donoso del INIA, ubicada en la ciudad de Huaral del INIA-MINAGRI, beneficia la economía de más de 15,000 agricultores de toda la costa central del Perú. Sin embargo, debido a su amplia adaptabilidad, puede producirse en otros valles de la costa y sierra del país.
Por su parte, el frijol canario camanejo, el segundo mejor adaptado al estrés hídrico del cambio climático, según la investigación del INIA, cuyas características principales son su grano grande en comparación a otros frijoles, su rendimiento potencial de 3.5 toneladas por hectárea y su excelente calidad culinaria porque se puede consumir a cualquier hora sin problemas en la digestión.
Esta variedad se desarrolla en óptimas condiciones en el valle de Camaná de la región Arequipa; desde el nivel del mar hasta los 280 metros de altitud, siendo su adaptación a este piso ecológico una de sus características.
Evaluación con drones
Para la investigación en el terreno de cultivo, el INIA utilizó drones que monitorearon el crecimiento y desarrollo de las plantas de frijol, así como el estrés que presentaban midiendo los índices de vegetación.
“Estos índices de vegetación se evalúan mediante imágenes aéreas tomadas con la ayuda de drones. En el INIA contamos con un especialista en el manejo de este vehículo aéreo no tripulado, quien corroboró la información del análisis estadístico formulado en la investigación”, expresó.
Adaptación a otras zonas de la costa
Sostuvo que si bien la investigación del INIA solo comprobó la adaptación de algunas variedades de frijol en las condiciones que ofrece la costa central peruana, consideró que es factible que ocurra lo mismo en la costa norte y sur del país.
“Habría que correlacionar las variables climáticas de otras zonas con las que nosotros hemos medido para validarlas. En ese sentido, proponemos investigar la interacción de genotipos con el medio ambiente. Se necesita generar mayor investigación e información”, apostilló.
Publicación de resultados
Arbizu Berrocal refirió que los resultados del estudio del INIA serán publicados próximamente en una revista científica calificada. “Actualmente estamos en la redacción del artículo científico para su publicación en una revista indizada para que la comunidad científica internacional tenga conocimiento de este estudio”, manifestó.
Segunda fase del estudio
El científico, que lidera el equipo de 6 investigadores del INIA en este estudio, adelantó que culminada la primera fase en la que se determinó la capacidad de adaptación de las variedades de frijol, se ejecuta la segunda fase que consiste en los estudios moleculares de estos cultivos para determinar su composición genética.
“La información que hemos recogido en el campo vamos a asociarla a la composición genética. Hoy en día existen herramientas estadísticas para poder realizar ese análisis. Esa es la fase 2 de toda esta investigación: trabajar a nivel del ADN. Debemos secuencias las muestras y luego se trabaja a nivel informático. El INIA cuenta con equipamiento para ello. Esperamos obtener los resultados para mayo de este año y publicarlos también en una revista indizada como parte del estudio sobre el frijol”, enfatizó.
El investigador del INIA remarcó que el conocimiento generado en este estudio será de mucha utilidad para el mejoramiento genético del frijol. “Por ejemplo, para conocer las características del rendimiento del cultivo, se podrá saber en qué parte del ADN están ubicados los genes que brindan esas características. De esta manera, el mejoramiento genético se realizará de manera más rápida y eficiente gracias a esa información, tal como se hace en otras partes del mundo”, comentó.
Investigación con maíz
Arbizu Berrocal dio a conocer también que el mismo estudio realizado con variedades de frijol se realiza actualmente con variedades de maíz generados por el INIA para potenciar la producción agrícola nacional, como el maíz amarillo duro.
Investigación en pandemia
El investigador del INIA consideró que pese a la pandemia del covid-19 que afecta al Perú y al mundo, la investigación científica nacional y, particularmente, en el ámbito agrícola, no se detuvo y, más bien, motivó a seguir generando más conocimiento científico.
“La agricultura nunca se detiene porque es el sostén de la seguridad alimentaria, tanto en el Perú como a nivel internacional. En ese sentido, las investigaciones en las ciencias agrarias no pararon y hemos seguido avanzando para estar a la par con nuestros agricultores que se sacrifican cada día para brindarnos los alimentos que necesitamos para vivir”, concluyó.
Fuente: https://andina.pe
Por: Luis Zuta Dávila
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