(el sur de los Estados Unidoses uno de los pocos lugares donde también se produjeron grandes brotes de pelagra, si bien con una diferencia crucial: éstos tuvieron lugar en pleno siglo XX, cuando la gente ya sabía qué causaba la enfermedad y, sin embargo, seguía abusando del maíz.) (Página 219 - "Calor" de Bill Buford - Editorial Anagrama.)
Pelagra
(Del it. pellagra).
- f. Med. Enfermedad con manifestaciones cutáneas, digestivas y nerviosas, producida por falta de vitamina B1 en la alimentación.
Fuente: Diccionario de la Lengua Española
Vigésima segunda edición
Ilustración, según Gaspar Casal, de un enfermo del "mal de la rosa" (pelagra), señalando (con la letra B) lo que luego se llamaría "collar de Casal", una lesión dérmica característica, Esta lámina está tomada de su libro "Historia Natural, y Médica de el Principado de Asturias", publicado postumamente en 1762.
La pelagra estuvo muy difundida en varias zonas de Europa, como Asturias (donde fue observada por Casal ya en 1735) y el centro de Italia. Casal la describió con el nombre de "mal de la rosa", con el que se conocía en Asturias, nombre que alude a las lesiones cutáneas. No llegó a identificarla como una enfermedad carencial, pero si la relaciona con la alimentación basada en el maíz.
El nombre de pelagra lo utilizó por primera vez en 1771 el médico italiano Frapolli. Durante muchos años se pensó que el origen de la pelagra era una sustancia tóxica presente en el maíz atacado por mohos. Con ocasión de la aparición de un gran brote en el sur de Estados Unidos, Goldberger demostró en 1920 que era una enfermedad carencial. En 1937 se identificó el ácido nicotínico como la vitamina que evitaba la aparición de la pelagra.
En Estados Unidos, se mantuvieron zonas de pelagra endémica entre las capas pobres de la población del llamado "cinturón del maíz", en los estados del sur, hasta la década de 1950.
La pelagra estuvo muy difundida en varias zonas de Europa, como Asturias (donde fue observada por Casal ya en 1735) y el centro de Italia. Casal la describió con el nombre de "mal de la rosa", con el que se conocía en Asturias, nombre que alude a las lesiones cutáneas. No llegó a identificarla como una enfermedad carencial, pero si la relaciona con la alimentación basada en el maíz.
El nombre de pelagra lo utilizó por primera vez en 1771 el médico italiano Frapolli. Durante muchos años se pensó que el origen de la pelagra era una sustancia tóxica presente en el maíz atacado por mohos. Con ocasión de la aparición de un gran brote en el sur de Estados Unidos, Goldberger demostró en 1920 que era una enfermedad carencial. En 1937 se identificó el ácido nicotínico como la vitamina que evitaba la aparición de la pelagra.
En Estados Unidos, se mantuvieron zonas de pelagra endémica entre las capas pobres de la población del llamado "cinturón del maíz", en los estados del sur, hasta la década de 1950.