jueves, 26 de noviembre de 2020

Video 536: Delfines en el mar, humanos en... | Planetario de Madrid oficial

 

 

 ¿De qué nos hablará Luis?

«Como naturalista involucrado desde hace treinta años en la conservación y recuperación de especies marinas, ha llegado el momento de pagar una deuda contraída con dos seres que cambiaron mi vida. Posiblemente sin darme cuenta he sido protagonista de una relación social y afectiva que pocos humanos o ninguno hayan tenido y que la inmensa mayoría difícilmente comprenderán. A través de esta experiencia de casi cuatro años de estrecha relación con dos delfines mulares libres, en su mundo, en el mar… cambió para siempre mi vida.

Lograron desde el primer día sorprenderme, hacerme ver que yo, supuestamente superior, no soy tan diferente a ellos y pasando el tiempo me hicieron inequívocamente pensar que piensan, que sienten, que disciernen y que nuestras diferencias no son tantas, al margen de las estéticas. Esta conferencia intenta ser ese vínculo para que todos nosotros, los racionales, los que tenemos conciencia, los que intelectivamente nos creemos superiores y provistos de alma, reflexionemos.

No se trata de convencer, muy al contrario, el fin es reflexionar desde el plano de la humildad a sabiendas de que hasta ahora no hemos querido compartir nuestro status intelectivo. Más de cuatrocientas necropsias a ejemplares muertos y miles de horas compartidas con los vivos en total libertad son suficiente bagaje para defenderlos buscando la sensibilidad que se merecen los seres sintientes como ellos. La ciencia va poco a poco desentrañando las capacidades que hasta ahora les fueron negadas por razones filosóficas, religiosas o mercantilistas.

En un breve resumen de unos cincuenta minutos de duración las anécdotas y los hechos insospechados tanto con mi persona como con aquellas que participaron de esta fascinante historia estoy seguro que dejarán inquietud además de la sensibilidad suficiente como para aceptarlos lo que son PERSONAS NO HUMANAS. Es un recorrido por la evolución de unos seres antaño terrestres que nos muestran aún inequívocos aspectos reminiscenciales, que aún sesenta millones de años no han sido capaces de eliminar.

Los únicos seres vivos, los cetáceos, que rompiendo las pautas generales de la evolución renegaron de la tierra firme, aún no sabemos por qué, y colonizaron el mar. Es una llamada de atención sabiendo de su capacidad neuronal, su relación social, sus emociones, sus placeres, sus sufrimientos, y en definitiva, su conciencia que más pronto que tarde una sociedad venidera sensible y humilde aceptará.

Fuente: Planetario de Madrid oficial


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