Importante. Consumir alimentos alcalinos con un pH elevado no sirve para eliminar el coronavirus ni
para evitar el contagio, como aseguran mensajes difundidos a través de
redes sociales que, además, desvirtúan los valores reales de alcalinidad
de los alimentos que mencionan.
Cadenas de WhatsApp y diferentes mensajes en Facebook y Twitter afirman que el coronavirus es
incompatible con organismos cuyo pH sea superior a 8,5, porque el del
virus oscila entre este valor y un mínimo próximo a 5, de modo que la
forma de contrarrestarlo, o “matarlo”, es comer alimentos más alcalinos.
Algunos
de los mensajes atribuyen esta tesis a un “Centro de Virología de
Moscú” y animan a consumir aguacate (al que asignan un pH de 15,6, o
limón, con un supuesto 9,9. Otros amplían la lista a la piña, con un
presunto pH de 12,7, al “ajo (13,2 pH)” y al “diente de león (22,7 pH)”.
En
Facebook, han circulado textos que aluden como fuente a la “Revista de
Virología” en su número de “abril de 1991” y afirman que, “para vencer
al virus”, hay que tomar “más alimentos alcalinos que estén por encima”
de su nivel de pH, entre los que incluyen a los anteriores y también a
la naranja “(9.2 pH)”, el mango “(8.7 pH)” y la lima “(8.2 pH)”.
El
origen de este mensaje se remonta al menos a la segunda quincena de
marzo, ya que se puede ver esa misma afirmación en la cuenta de Twitter
de “Nextcare Pharmacy”, en Accra, la capital de Ghana, el día 18 de ese
mes, atribuido también al “Journal of Virology” de abril de 1991.
DATOS: Lo cierto es que no hay evidencia alguna de que ningún alimento proteja contra el coronavirus.
Además, ni su consumo afecta de forma significativa al pH de la sangre
ni los valores que se atribuyen a los alimentos citados en esos menajes
se corresponden con la realidad.
El índice del pH mide la acidez o alcalinidad en una escala del 0 al 14.
¿Cuál es el nivel idóneo para la sangre humana?
En
torno al 7,4. Pero, cuando la contaminación atmosférica, los malos
hábitos alimenticios o el estrés acidifican el cuerpo y alteran ese pH,
la sangre reacciona y detrae los nutrientes que necesita del resto del
organismo para compensar el desequilibro. Según
lo explica el nutricionista Enrique González, la sangre siempre
procurará que su índice de pH apenas se mueva del 7,4, de modo que, si
es preciso, robará minerales para que la cifra no se altere. Las
oscilaciones del pH de la sangre son por tanto casi nulas (+/-0,04) y no
se suelen medir.
LOS ALIMENTOS APENAS VARÍAN EL PH DE LA SANGRE
Los
expertos en nutrición han aclarado también que no existe esa relación
beneficiosa causa-efecto entre alimentación y refuerzo de las defensas
inmunológicas. “En
personas sanas, la dieta no afecta de forma significativa al pH de la
sangre, aunque pueda modificar el de la orina”, precisa el experto en
Nutrición Joe Leech en el portal de salud “Healthline”.
En
cuanto al “Journal of Virology”, que aparece citado como fuente para
demostrar esa tesis, efectivamente es una publicación científica de la
Sociedad Americana de Microbiología (ASM) que, en su número de abril de
1991, publicó un estudio sobre la relación entre el pH y las células
afectadas por coronavirus, pero es imposible aplicar sus conclusiones al virus de la COVID-19. El informe de 1991 concluía que la infección de roedores con el coronavirus de
la hepatitis de ratón tipo 4 (MHV4) producía importantes fusiones entre
células con valores de pH de 5,5 a 8,5, pero nada tenía que ver aquel
virus con el actual SARS-CoV-2.
¿AGUACATES Y PIÑAS CON MÁS PH QUE LA LEJÍA?
Además,
los valores de pH que atribuyen los mensajes difundidos en redes a
distintos alimentos no tienen nada que ver con la realidad. El
pH (potencial de hidrógeno) es una medida de acidez o alcalinidad de
una disolución. El 7 se considera neutro y los valores superiores
indican disoluciones cada vez más alcalinas, hasta llegar al 14, índice
máximo de la escala.
Sin
embargo, en los mensajes viralizados se adjudica al aguacate un pH de
15,6 (en realidad es inferior al 7) y al diente de león un pH de 22,7
(en la práctica por debajo de 9). Como dato ilustrativo, entre las
sustancias químicas, el pH de la lejía está en el 12 y el de la sosa
cáustica en el 14. Y,
aunque con valores que ya no están fuera de la escala, la piña aparece
con un 12,7 (en realidad es inferior al 4,5), la naranja con un 9,2
(también está por debajo del 4,5) y el limón con un 9,9 (frente a su pH
inferior al 3). El ph del ajo tampoco es un 13,2, sino casi la mitad.
En
todo caso, al margen de que los valores adjudicados a los alimentos son
disparatados y de que no afectan al pH de la sangre, tampoco se ha
demostrado que ningún alimento proteja contra el coronavirus.
Insiste
en ello el doctor Jaime Barrio, del Consejo Científico del Colegio
Oficial de Médicos de Madrid (Icomem) quien recuerda que la propia
Organización Mundial de la Salud (OMS) y otros organismos oficiales se
han pronunciado en este sentido. Igualmente,
las autoridades sanitarias española precisan que “no hay que tomar
precauciones especiales” con los alimentos “para evitar esta infección”.
Así figura en un documento del Ministerio de Sanidad con “preguntas y
respuestas” sobre la COVID-19 redactado por el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias.
FUENTES:
- Artículo “La dieta alcalina: Una revisión basada en pruebas”, de Joe Leech, experto en Nutrición. Portal de salud Healthline.
- Doctor Jaime Barrio, del Consejo Científico del Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid (Icomem).
- Estudio científico “Alteration of the pH Dependence of Coronavirus-Induced Cell Fusion”. Journal of Virology. Abril de 1991.
-
Declaraciones del nutricionista Enrique González en la información de
EFE Salud “Alimentos alcalinos, cómo no tener un cuerpo ácido”.
-
Documento “Preguntas y respuestas sobre el SARS-CoV-2 y el COVID-19”.
Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias. Ministerio
de Sanidad de España.24 de marzo de 2020.
- Tabla de valores pH en alimentos. Universidad de Clemson. Carolina del Sur (Estados Unidos). EFE
Fuente: https://elcomercio.pe
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