Todos hemos estudiado y recordamos los dos movimientos de la tierra, de traslación y rotación. Recordemos con ello, que la tierra no está quieta, por eso nosotros tampoco. Consideremos también, que desde el momento de la concepción nuestro cuerpo es un proceso continuo de cambio. Esta evolución es continua y dinámica hasta que abandonemos el camino llamado vida.
Así como nuestro cuerpo está en ese continuo cambio; también nuestras relaciones con otras personas, evolucionan, varían.
Un momento, que quiere decir ahora Antonio, ¿Cómo es eso?
Consideremos un pequeño ejemplo, dentro de nuestro cerebro, nuestra cantidad de neuronas es relativa a la edad cronológica, así mismo nuestra capacidad para relacionarnos con otras personas está dada por nuestros gustos, afinidades, manera de pensar, sociabilidad, etc. La forma como nos relacionamos con nuestros padres cuando somos pequeños, adolescentes y adultos es diferente en las diferentes etapas de nuestra vida, es decir evoluciona, cambia, a eso llamamos dinamismo. Entonces la relación Familiar es Dinámica.
Así como se da en las Relaciones Familiares, se manifiesta en Relaciones Personales/Amistad, Profesionales/Laborales y Sentimentales.
Hablemos de las Relaciones Personales/Amistad, cuando empezamos en el colegio, y al terminar el colegio, hemos pasado por un proceso de crecimiento físico, nuestras relaciones han evolucionado también. Las amistades cambian, se refuerzan. Al realizar estudios superiores, el tipo de relación es diferente, ha evolucionado, simultáneamente también con nuestra familia.
Las Relaciones Sentimentales también son dinámicas, no es lo mismo una relación de enamorados, novios, casados y casados con hijos. Es una de las relaciones en donde el dinamismo es más intenso, dependiendo de la adaptación de la pareja a las continuas realidades cambiantes, sobrellevaran su relación de una manera dinámica, en donde la aceptación entre ambos es fundamental para avanzar positivamente en este proceso. Las relaciones dinámicas están presentes en todos los ámbitos de nuestra vida.
Depende de nosotros que obtengamos lo mejor, ello dependerá de nuestra apreciación e interpretación de la realidad. Percibamos en forma consciente los cambios continuos, es que podremos adaptarnos dinámicamente a las realidades que nos afecten, obtendremos así lo mejor para nosotros y con los que nos relacionemos.
Recordemos entonces que el movimiento constante de la tierra, como ejemplo del dinamismo de la vida. Aunque nos parezca que nada pasa, continuamente, la vida cambia, evoluciona, avanza.
Así como nuestro cuerpo está en ese continuo cambio; también nuestras relaciones con otras personas, evolucionan, varían.
Un momento, que quiere decir ahora Antonio, ¿Cómo es eso?
Consideremos un pequeño ejemplo, dentro de nuestro cerebro, nuestra cantidad de neuronas es relativa a la edad cronológica, así mismo nuestra capacidad para relacionarnos con otras personas está dada por nuestros gustos, afinidades, manera de pensar, sociabilidad, etc. La forma como nos relacionamos con nuestros padres cuando somos pequeños, adolescentes y adultos es diferente en las diferentes etapas de nuestra vida, es decir evoluciona, cambia, a eso llamamos dinamismo. Entonces la relación Familiar es Dinámica.
Así como se da en las Relaciones Familiares, se manifiesta en Relaciones Personales/Amistad, Profesionales/Laborales y Sentimentales.
Hablemos de las Relaciones Personales/Amistad, cuando empezamos en el colegio, y al terminar el colegio, hemos pasado por un proceso de crecimiento físico, nuestras relaciones han evolucionado también. Las amistades cambian, se refuerzan. Al realizar estudios superiores, el tipo de relación es diferente, ha evolucionado, simultáneamente también con nuestra familia.
Las Relaciones Sentimentales también son dinámicas, no es lo mismo una relación de enamorados, novios, casados y casados con hijos. Es una de las relaciones en donde el dinamismo es más intenso, dependiendo de la adaptación de la pareja a las continuas realidades cambiantes, sobrellevaran su relación de una manera dinámica, en donde la aceptación entre ambos es fundamental para avanzar positivamente en este proceso. Las relaciones dinámicas están presentes en todos los ámbitos de nuestra vida.
Depende de nosotros que obtengamos lo mejor, ello dependerá de nuestra apreciación e interpretación de la realidad. Percibamos en forma consciente los cambios continuos, es que podremos adaptarnos dinámicamente a las realidades que nos afecten, obtendremos así lo mejor para nosotros y con los que nos relacionemos.
Recordemos entonces que el movimiento constante de la tierra, como ejemplo del dinamismo de la vida. Aunque nos parezca que nada pasa, continuamente, la vida cambia, evoluciona, avanza.
Antonio Tomasio. Autor de los libros Uno (Yo) y Mi hijo, mi maestro. Escríbe a atomasio@antoniotomasio.com con tus preguntas o sugerencias o visita la página http://www.antoniotomasio.com
