AREQUIPA. CITY MADE LIGHT, ART AND STRENGTH
Uno de los grandes privilegios del ser humano, es el poder viajar, para así conocer otras ciudades, países y culturas. No solo por el hecho de ver nuevos horizontes, sino también por interrelacionarse con personas y sus diferentes culturas, por observar y compartir sus tradiciones, apreciar su arquitectura, degustar su exótica gastronomía. Sin duda en nuestro país, Arequipa es considerada un destino predilecto por los viajeros, ciudad de arraigadas costumbres, místicas e imponentes edificaciones coloniales, que diseminadas por toda la ciudad, coronan de misterio, plazas y avenidas. En sus calles, aún perdura el aroma del ayer, entremezclados con el furor y vértigo del futuro. Su cultura gastronómica, ambrosia para el paladar, es representada por deliciosos y suculentos potajes, como el chupe de camarones, rocoto relleno, papas con Ocopa, o postres exquisitos como el queso helado y los buñuelos.
Su campiña, de extenso verdor y frescura, es como un oasis en el alma. Su cielo, de un azul profundo, envuelto entre albas nubes, simulan ser copos del algodón, vistiendo el infinito,; y el sol, brillante y sonriente, ilumina paisajes, tan hermosos, , que hacen que los corazones se sobrecojan ante tanta belleza. El amanecer es un poema, cuando entre los volcanes, nevados e imponentes, aparecen los primeros rayos solares, haciéndolos brillar, con argentados destellos; y el atardecer, nos hace enmudecer frente a la naturaleza, que se tiñe de colores.
Pero no es solo la ciudad de Arequipa, sino el conjunto de todo un departamento que posee una costa ubicada en una espléndida posición geográfica y ambiental, y una sierra de ricas y fértiles tierras. Cabe destacar los Santuarios Naturales de las Lagunas de Mejía Lagunas de Salinas y Aguada Blanca y Punta Hornillos; áreas protegidas para conservar especies en peligro de extinción. En suma, todo ellos, nos hace evocar al poeta cuando dijo: "Oh Naturaleza, perdida inmensidad de tibio reflejo; a ti elevo mi poema con emoción inesperada. Azulejo envuelto entre nubes de estilo; eres tú, Arequipa, mi tierra bien amada…"
Su campiña, de extenso verdor y frescura, es como un oasis en el alma. Su cielo, de un azul profundo, envuelto entre albas nubes, simulan ser copos del algodón, vistiendo el infinito,; y el sol, brillante y sonriente, ilumina paisajes, tan hermosos, , que hacen que los corazones se sobrecojan ante tanta belleza. El amanecer es un poema, cuando entre los volcanes, nevados e imponentes, aparecen los primeros rayos solares, haciéndolos brillar, con argentados destellos; y el atardecer, nos hace enmudecer frente a la naturaleza, que se tiñe de colores.
Pero no es solo la ciudad de Arequipa, sino el conjunto de todo un departamento que posee una costa ubicada en una espléndida posición geográfica y ambiental, y una sierra de ricas y fértiles tierras. Cabe destacar los Santuarios Naturales de las Lagunas de Mejía Lagunas de Salinas y Aguada Blanca y Punta Hornillos; áreas protegidas para conservar especies en peligro de extinción. En suma, todo ellos, nos hace evocar al poeta cuando dijo: "Oh Naturaleza, perdida inmensidad de tibio reflejo; a ti elevo mi poema con emoción inesperada. Azulejo envuelto entre nubes de estilo; eres tú, Arequipa, mi tierra bien amada…"
Prólogo por Alberto Briceño Ortega. Rector de la Universidad Católica de Santa María.
CONTENIDO
- Una historia de constancias y fidelidades materializada en la arquitectura arequipeña. Por Gonzalo Ríos.
- Campiña: Magia de río y de hombre. Por Juan Guillermo Carpio Muñoz.
- El fogón de los prodigios. Por Juan Guillermo Carpio Muñoz.
- Santuarios de vida silvestre. Por Fernando Bravo.
Autor(es): Fernando Bravo. Fotografías por Fernando Bravo y Christian Bravo
Editorial: Cultural Society Inca Legacy
Páginas: 192
Tamaño: 26,5 x 24,5 cm.
Año: 2015
Páginas: 192
Tamaño: 26,5 x 24,5 cm.
Año: 2015