domingo, 5 de julio de 2015

Tomasio (05/07/2015): ¿A decidir se ha dicho?


Hoy, nos levantamos por que decidimos hacerlo o es porque nos obligaron a ello, y digo obligaron, porque hay dos formas de levantarse de la cama cada día. La primera por tu deseo de hacerlo (motivación personal), segunda porque te sientes obligado por cumplir con tus responsabilidades.

De la forma que lo hagas hará la diferencia en tu desempeño de cada día. Si te sientes obligado o te sientes motivado.
 
¿Quién crees tendrá mejor desempeño, en su trabajo, en su vida?
 
Nuestra vida es un continuo de decisiones, y conforme avanzamos en nuestro crecimiento éstas pueden tornarse complicadas. Tomar una decisión cuando tenemos claras nuestras metas, es más sencillo. Para desarrollar nuestro sentido de decisiones pasamos por periodos de aprendizaje, en donde aprendimos a equivocarnos en algunas decisiones.
 
Las decisiones que tomemos, afectaran a nuestro entorno. Por ejemplo, el profesor decide poner en el examen, una serie de preguntas difíciles, que solo el que ha profundizado en sus estudios podrá aprobar. Un alumno decide a último momento cancelar su salida con el grupo y quedarse a estudiar, porque tiene un presentimiento y es el único que responde correctamente esas preguntas, ganándose el respeto del profesor y sus compañeros, una decisión que afectó su futuro.
 
Trágicamente, la decisión que tomó el piloto alemán que estrello el avión que pilotaba el 27 de marzo de este año, llevándose consigo a 150 personas, afectó el entorno de todas las víctimas. Incluso llevó a la empresa que lo contrato a ser investigada penalmente. Las decisiones que tomemos o no, afectarán la cadena de personas cercanas, y sucede siempre aunque no nos demos cuenta. ¿O eres de los que conscientemente lo haces conociendo los efectos de tus actos?
 
Cuándo vas a comprar ropa. ¿Cuántas decisiones haz tomado para ello? Después de un proceso de elección del diseño, color, marca, precios, en donde existen múltiples opciones de elección decides por uno y lo compras. Ya solo este hecho hará a otras personas a admirar tu buen gusto o criticarte. Tu decisión hace que otros reaccionen decidiendo también sobre tu decisión.
Tomar decisiones continuamente nos agota, aunque no lo creamos, el estar considerando alternativas es un proceso que no todas las personas les gustan o están preparadas. En muchas ocasiones escuchamos que alguien dice a otro decide por los dos, por favor no tengo ganas de pensar.
 
Nos acostumbramos a tomar decisiones solos o en grupo. Hacer que un grupo esté de acuerdo para tomar una decisión en todos los aspectos y criterios han sido considerados y debatidos, toma tiempo. Una vez que el grupo ha tomado una decisión, cierra filas, se sabe que es una decisión en conjunto, en donde los integrantes se apoyan mutuamente en la decisión tomada. Esa decisión grupal los afecta individualmente y a los que los rodean también.
 
Se ha escrito y teorizado sobre los procesos de toma de decisiones, tema importante en las empresas, donde el tomar decisiones equivocadas puede llevar al cierre del negocio, pérdidas de empleos y por ende afecta a las familias que dependen del ingreso para sostener a dicha familia.
 
Entonces surge una pregunta y ¿Cómo acertar en la toma de decisiones?
 
Las decisiones numéricas en donde las consideraciones se apoyan en un análisis cuantitativo previo y riguroso, las decisiones están a la vista. ¿Qué pasa con las decisiones en donde intervienen los sentimientos? La decisiones sentimentales son más difíciles de considerar y dolorosas de ejecutar. Conforme avanzamos en nuestro camino de vida, el tomar consideraciones sentimentales puede parecernos relativamente más fácil. Será porque ya sabemos lo que queremos y no se está dispuesto a perder tiempo. A quienes nos estimulan, tienen esa chispa intelectual aguda que despierta y desafía el intelecto, pues lo tendremos cerca. Cada cual tendrá sus preferencias y el amor que sentimos y estamos dispuestos a entregar será determinado por la habilidad que tengan de complementarte. Veamos las decisiones como un continuo de las mismas, lo que alguien decide afecta a otro u otros. Podemos llamarlo el dinamismo de las decisiones, una genera otra y así sucesivamente. Las podemos imaginar como la cadena de dominós.
 
Seamos conscientes de las decisiones que tomemos afectaran a otras personas directa o indirectamente.
 
Las decisiones numéricas o emocionales cualquiera sean las consideraciones serán más fáciles de tomar cuando tengamos experiencia acumulada. Aunque la experiencia sea dolorosa nos ilustra y sirve para tomar mejores decisiones, con elementos de juicio sólidos, en donde la experiencia nos hará ver con claridad el panorama de consideraciones o posibilidades de caminos de acción.

Hoy, nos levantamos por que decidimos hacerlo o es porque nos obligaron a ello, y digo obligaron, porque hay dos formas de levantarse de la cama cada día. La primera por tu deseo de hacerlo (motivación personal), segunda porque te sientes obligado por cumplir con tus responsabilidades.
 
De la forma que lo hagas hará la diferencia en tu desempeño de cada día. Si te sientes obligado o te sientes motivado.
 
¿Quién crees tendrá mejor desempeño, en su trabajo, en su vida?
 
Nuestra vida es un continuo de decisiones, y conforme avanzamos en nuestro crecimiento éstas pueden tornarse complicadas. Tomar una decisión cuando tenemos claras nuestras metas, es más sencillo. Para desarrollar nuestro sentido de decisiones pasamos por periodos de aprendizaje, en donde aprendimos a equivocarnos en algunas decisiones.
 
Las decisiones que tomemos, afectaran a nuestro entorno. Por ejemplo, el profesor decide poner en el examen, una serie de preguntas difíciles, que solo el que ha profundizado en sus estudios podrá aprobar. Un alumno decide a último momento cancelar su salida con el grupo y quedarse a estudiar, porque tiene un presentimiento y es el único que responde correctamente esas preguntas, ganándose el respeto del profesor y sus compañeros, una decisión que afectó su futuro.
 
Trágicamente, la decisión que tomó el piloto alemán que estrello el avión que pilotaba el 27 de marzo de este año, llevándose consigo a 150 personas, afectó el entorno de todas las víctimas. Incluso llevó a la empresa que lo contrato a ser investigada penalmente. Las decisiones que tomemos o no, afectarán la cadena de personas cercanas, y sucede siempre aunque no nos demos cuenta. ¿O eres de los que conscientemente lo haces conociendo los efectos de tus actos?
 
Cuándo vas a comprar ropa. ¿Cuántas decisiones haz tomado para ello? Después de un proceso de elección del diseño, color, marca, precios, en donde existen múltiples opciones de elección decides por uno y lo compras. Ya solo este hecho hará a otras personas a admirar tu buen gusto o criticarte. Tu decisión hace que otros reaccionen decidiendo también sobre tu decisión.
Tomar decisiones continuamente nos agota, aunque no lo creamos, el estar considerando alternativas es un proceso que no todas las personas les gustan o están preparadas. En muchas ocasiones escuchamos que alguien dice a otro decide por los dos, por favor no tengo ganas de pensar.
 
Nos acostumbramos a tomar decisiones solos o en grupo. Hacer que un grupo esté de acuerdo para tomar una decisión en todos los aspectos y criterios han sido considerados y debatidos, toma tiempo. Una vez que el grupo ha tomado una decisión, cierra filas, se sabe que es una decisión en conjunto, en donde los integrantes se apoyan mutuamente en la decisión tomada. Esa decisión grupal los afecta individualmente y a los que los rodean también.
 
Se ha escrito y teorizado sobre los procesos de toma de decisiones, tema importante en las empresas, donde el tomar decisiones equivocadas puede llevar al cierre del negocio, pérdidas de empleos y por ende afecta a las familias que dependen del ingreso para sostener a dicha familia.
 
Entonces surge una pregunta y ¿Cómo acertar en la toma de decisiones?
 
Las decisiones numéricas en donde las consideraciones se apoyan en un análisis cuantitativo previo y riguroso, las decisiones están a la vista. ¿Qué pasa con las decisiones en donde intervienen los sentimientos? La decisiones sentimentales son más difíciles de considerar y dolorosas de ejecutar. Conforme avanzamos en nuestro camino de vida, el tomar consideraciones sentimentales puede parecernos relativamente más fácil. Será porque ya sabemos lo que queremos y no se está dispuesto a perder tiempo. A quienes nos estimulan, tienen esa chispa intelectual aguda que despierta y desafía el intelecto, pues lo tendremos cerca. Cada cual tendrá sus preferencias y el amor que sentimos y estamos dispuestos a entregar será determinado por la habilidad que tengan de complementarte. Veamos las decisiones como un continuo de las mismas, lo que alguien decide afecta a otro u otros. Podemos llamarlo el dinamismo de las decisiones, una genera otra y así sucesivamente. Las podemos imaginar como la cadena de dominós.

Seamos conscientes de las decisiones que tomemos afectaran a otras personas directa o indirectamente.

Las decisiones numéricas o emocionales cualquiera sean las consideraciones serán más fáciles de tomar cuando tengamos experiencia acumulada. Aunque la experiencia sea dolorosa nos ilustra y sirve para tomar mejores decisiones, con elementos de juicio sólidos, en donde la experiencia nos hará ver con claridad el panorama de consideraciones o posibilidades de caminos de acción.

Antonio Tomasio. Autor de los libros Uno (Yo) y Mi hijo, mi maestro. Escríbe a atomasio@antoniotomasio.com con tus preguntas o sugerencias o visita la página www.antoniotomasio.com