lunes, 23 de junio de 2025

Meme 23/06: Porcentaje de la población que vive en las capitales

 


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Diccionario CDXCIII: Exaptación

Las teorías exaptacionistas consideran el lenguaje una exaptación de las innovaciones cognitivas de los humanos anatómicamente modernos. Recordemos que una exaptación se definía como un elemento que evolucionaba de acuerdo a unas presiones adaptativas y que se aprovechaba para otras funciones con posteridad. Poníamos el ejemplo de las plumas de las aves, que existieron mucho antes de su uso como parte estructural para el vuelo. Pues bien, de la misma manera, la emergencia del lenguaje se habría producido aprovechando esas nuevas capacidades cognitivas que habrían ido apareciendo en la especie.

Página 97. La Eva africana. Los orígenes de la humanidad. Celia Alba de la Torre. Salvat. Barcelona, España - 2023.


Exaptación


En biología, se conoce como exaptación a aquella estructura de un organismo que evoluciona originalmente como un rasgo que provee adaptación a unas determinadas condiciones, y una vez que ya está consolidado (generalmente, varios millones de años después) comienza a ser utilizado y perfeccionado en pos de una nueva finalidad, en ocasiones no relacionada en absoluto con su «propósito» original. El concepto fue usado por primera vez en el artículo Exaptation - a missing term in the science of form​ de Stephen Jay Gould y Elisabeth Vrba, donde se trataba de explicar el origen de adaptaciones sumamente complejas a partir de estructuras sencillas, sin caer del todo en la idea de la preadaptación.

Fuente: https://es.wikipedia.org

 

CADENA DEL DICCIONARIO


Libro: Peter Pan 2. Cuentos miniatura Disney

 

 

Jane, -la hija de Wendy que cree que Peter Pan no existe, y las personas no vuelan- es raptada una noche por el capitán Garfio, -al confundirla con Wendy- para de esta manera obligar a que Peter Pan vaya a rescatarla… Garfio sigue tramando eliminarlo. Con la magia de Tinker Bell y Peter Pan, la aventura está asegurada. ¡Piratas, los Niños Perdidos y el hada en un cuento miniatura lleno de emoción! ¿Listos para volar con polvo de hadas al País de Nunca Jamás y donde los niños nunca crecen?

 

COLECCION CUENTOS MINIATURA DISNEY

Reúne las extraordinarias aventuras de tus personajes favoritos de Disney, un universo lleno de diversión que podrás compartir con los más pequeños de casa. Cuentos en Miniatura Disney es una colección exclusiva de minilibros que ilustran las increíbles aventuras de los más carismáticos del universo Disney a un tamaño sorprendente y repleto de detalles preciosos.  Cada cuento en miniatura relata e ilustra un clásico indispensable, decorado con bellas ornamentaciones e ilustraciones sensacionales.

 

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Podcast Letras en el tiempo: Novelas que incluyen

 

 

En el mes del Orgullo Gay, revisamos en Letras en el Tiempo novelas con temática LGTBQ+. Gracias por escucharnos.

Fuente: Letras en el tiempo

 

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Libro: El León de Damasco. Grandes novelas de aventura

 


La sobrina de Ali-Bajá

Si bien muy emocionada, la duquesa entró con decisión en la suntuosa tienda, en tanto que el capitán, que de improviso se había vuelto muy solícito, alzaba la cortina mientras le hacía una profunda reverencia.

Una mujer joven y bellísima se hallaba de pie y con una mano colocada en el respaldo de un diván recamado de oro.

Era de alta figura, esbelta, con negros ojos que resaltaban con viveza bajo unas cejas perfectamente delineadas, boca pequeña con los labios del rojo de las cerezas maduras, abundantes cabellos que despedían un reflejo metálico semejante al ala de cuervo y la piel suavemente bronceada.

Sus rasgos faciales tenían en conjunto, a pesar de su pureza casi helénica, algo duro y enérgico que denotaba a la mujer cruel e inflexible, más habituada a mandar que a acatar órdenes. Lucía un soberbio vestido turco bordado en oro, de blanca seda las calzas y de color verde el justillo, con bordes de plata, y cuyos botones lo constituían grandes perlas de un valor extraordinario. En el costado llevaba una faja de color rojo, cuyos flecos colgaban hasta tocar los escarpines de piel roja y adornados en oro. En su atavío no mostraba alhajas de ninguna clase; únicamente, ceñida por la faja de seda roja, una pequeña cimitarra de empuñadura de oro con incrustaciones de zafiros y esmeraldas. La vaina era de plata y los pasadores de nácar.

Extracro del libro El León de Damasco.

 

El León de Damasco es una novela del escritor italiano Emilio Salgari. Es considerada la continuación de la novela del mismo autor, titulada El Capitán Tormenta. Es una exquisita historia de aventuras situada en una turbulenta época de Cruzadas y batallas entre cristianos y musulmanes. La novela muestra cómo la amistad puede triunfar más allá de los dogmas religiosos y las creencias compromisos que los mismos acarrean.

 

EMILIO SALGARI

Escritor italiano, Emilio Salgari nació en Verona, Italia, el 21 de agosto de 1862, y falleció en Turín, Italia, el 25 de abril de 1911. Hijo de una familia de comerciantes, de joven sirvió a bordo de un barco que recorrió la costa Adriática y Mediterránea, pero no hay pruebas de que hiciera más viajes por mar, aunque aseguraba que los lugares exóticos que aparecían en sus libros se basaban en sitios que había visitado personalmente. Salgari comenzó a prepararse en el Real Instituto Técnico Naval P. Sarpi de Venecia, pero no llegó a obtener el título de capitán que ansiaba. Sus novelas, llenas de acción, fueron muchas, pero probablemente sea conocido sobre todo por crear el personaje de Sandokán. A pesar de su éxito, Salgari fue uno de los autores más vendidos de su generaciónl, vivió en una relativa miseria que, junto con el desequilibio mental de su esposa, la actriz de teatro Ida Peruzzi, con quien tuvo cuatro hijos, lo condujo a suicidarse en 1911 realizando el rito tradicional del Hara-kiri. Salgari escribió en total ochenta y cuatro novelas e incontables relatos, destacando títulos como Los tigres de Mompracen o Los piratas de Malasia. Varios de sus libros han sido llevados al cine y su personaje principal, Sandokan, ha protagonizado una serie de televisión.  

 

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Autor(es): Emilio Salgari

Editorial: Salvat

Páginas: 

Tamaño: 13 x 20 cm.

Año: 2024

Libro: En busca del fuego. De cazados a cazadores. Evolución humana

 


¿Cómo y cuándo aprendieron nuestros antepasados a encender y dominar el fuego? ¿Hay una relación entre el uso del fuego y la relación humana? Este libro desvela cómo el descubrimiento, control y dominio del fuego por parte de los homínidos marcó para siempre la historia de nuestro género.

 

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Autor(es):

Editorial: Salvat

Páginas: 

Tamaño: 16 x 24 cm.

Año: 2025


domingo, 22 de junio de 2025

Cita DCCCLXI: La peor noche de Vargas Llosa

Acaba de morir Vargas Llosa y, luego de enrojecer mis ojos navegando en las redes, decido salir de casa para recorrer los ciento cincuenta metros que me separan de Diego Ferré 225. Es una noche de otoño limeño y el mar ronronea al pie del acantilado. Me toma dos minutos llegar. Las ventanas de ambos pisos están apagadas, aunque, entre la reja azul y la fachada color tabaco, una luz tenue se filtra entre crotos y floripondios. La imagino blanca, como estaba pintada hace setenta y cinco años, cuando un adolescente Vargas Llosa la eligió como su posada para escapar del infortunio, sin saber entonces que esa casa, el barrio y sus habitantes inspirarían grandes momentos de la literatura en, por lo menos, cuatro obras suyas.

Un poco antes de que conociera esta casa, el chiquillo Vargas Llosa había pasado la noche más terrorífica que tuvo en su larga vida. La historia es conocida, pero es necesario evocarla: su madre, Dora Llosa, una jovencita arequipeña de poco más de veinte años, se había casado con Ernesto Vargas, un exmarino limeño, treintañero y empleado de Panagra, a pesar de las sospechas sobre su mal carácter. Cuando al poco tiempo Dora se vio embarazada en Lima, su marido la alentó a volver a Arequipa para que estuviera cuidada por su familia, alegando que él debía ausentarse para abrir una sucursal de la aerolínea. Fue una triquiñuela: su padre no volvió a aparecer, y solo se supo de él tan pronto envió una solicitud de divorcio cuando el niño había nacido.

En la década de 1930, y en una ciudad tan conservadora como Arequipa, la vergüenza de ser una madre divorciada debió ser cataclísmica para Dora y los Llosa. ¿Qué otra cosa podría explicar un rompimiento así de temprano que la pecaminosa conducta de la mujer? Mientras los Llosa se mudaban a Bolivia, el niño Mario creció con la idea de que su padre estaba en el cielo y todas las noches le rezaba a su retrato de marino. Fueron años de inocencia, de primeras lecturas y de pertenencia a un clan afectuoso; hasta que el regreso de la familia a Perú, más exactamente a Piura, tuvo como consecuencia la conocida expulsión del paraíso. Hace un par de años, en Guadalajara, me tocó escuchar a Vargas Llosa narrar cómo fue aquella tarde: la caminata con su madre por el malecón Eguiguren, ella diciéndole “tú sabes que tu papá vive, ¿no?”, y él asintiendo desconcertado; luego, la figura de traje beige poniéndose de pie en la recepción del hotel de turistas; el pasmo de encontrarse, a diferencia del retrato en el velador, con alguien más viejo y calvo; la sugerencia de ir a dar una vuelta en su Ford azul, y, cuando ya se habían alejado de la ciudad, la lúgubre sensación de un rapto: “Mamá, los abuelos se van a preocupar”, y la respuesta atronadora del recién resucitado: “¿Y qué? ¿Un hijo no debe estar con su papá?”

Esa noche, el Ford azul hizo una escala en Chiclayo. Mientras la pareja ocupaba una habitación en el hotel, el niño fue instalado en otra, y puedo imaginar su intriga y espanto en esa soledad. Una vez que se instalaron en Lima, sus peores temores fueron sobrepasados: su padre no solo era violento con su madre, sino que también se descargaba con él. Según Vargas Llosa, una vez fue sentenciado a aislarse en su habitación, pero el niño no pensó que el castigo aplicara a su asistencia a la misa: al salir del templo, su padre lo esperaba en las gradas y le zampó una cachetada.

De ahí que esta casa, hoy de color tabaco,1se convirtiera en un refugio para el chiquillo los fines de semana. En ella vivían sus tíos Laura y Juan, junto a sus primas Nancy y Gladys, y fue en esta calle, entonces cobijada por moreras y perfumada por madreselvas, que ese joven conoció la vida de un barrio calmo, bailó los primeros boleros, e ideó estrategias para declarársele a las niñas. Fue Teresita Morales la primera que aceptó sus galanteos, no sin hacerse de rogar, y de ella y de sus amigos pueden encontrarse rastros en esa breve maravilla que para mí es Los cachorros, en La ciudad y los perros y, si me apuran, en Travesuras de la niña mala.

La alquimia de los artistas consiste en transformar la desventura en dolorosa belleza, y Vargas Llosa siguió la misma senda que otros grandes escritores transitaron antes y después que él, como Kafka y Peter Handke en relación a sus padres.

Por ello, aunque hoy sepamos que la rebeldía que fermentaba dentro del joven Vargas Llosa propició sus futuras obras –rebeldía en colegios militares, en entornos burgueses proclives a la dictadura, en alzamientos contra el Estado en el sertón brasileño, en complots contra un dictador dominicano o en el reino africano de un rey belga–, esta noche, ante esta casa, intento sentir el miedo de aquel niño en la primera noche de su nueva realidad: esa oscuridad a solas, el rostro de los abuelos y tíos queridos dejados atrás, el abismo incierto del futuro y, sobre todo, la presencia de ese ser sobrenatural llegado de la muerte que ha enrarecido el mundo hasta hacerlo casi irrespirable.

Quizá no sea exagerado decir que, al menos para mis compatriotas, la peor noche de Vargas Llosa constituyó un ingrediente indispensable en la renovación de nuestra literatura. Pero también lo fue que él fuera acogido con amor en esta plácida casa. Después de todo, sus ficciones se escribieron para llenar la brecha entre ambas realidades: si Vargas Llosa combatió el despotismo en sus historias, es porque también conoció la felicidad donde los tiranos no reinaban. ~

Fuente: https://letraslibres.com

Por: es un escritor y comunicador peruano. En 2023 obtuvo el Premio Alfaguara de Novela por Cien cuyes.

 

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