jueves, 10 de octubre de 2024

Poeta 753: Invierno a través de un espejo de Han Kang

HAN KANG

(en coreano: 한강; nacida en Gwangju, 27 de noviembre de 1970)​ es una escritora surcoreana. Es ganadora del premio Nobel de Literatura 2024,​ siendo así la primera surcoreana en obtener este galardón, además del Premio Man Booker International de ficción en 2016 por La vegetariana (Chaesikjuuija), una novela que trata sobre la decisión de una mujer de dejar de comer carne y sus devastadoras consecuencias. La novela es también uno de sus primeros libros traducidos al inglés. 

 

INVIERNO A TRAVÉS DEL TIEMPO

1.

Mirar la pupila de una llama.
Azulado
corazón
ojo moldeado
lo más caliente y brillante
eso que lo rodea
la llama interior naranja
lo que parpadea más
eso que rodea de nuevo
la llama externa semitransparente
mañana por la mañana, la mañana
que parto a la ciudad más alejada
esta mañana
el ojo azulado de una llama
mira más allá de mis ojos.

2.

Ahora mi ciudad es mañana de primavera, si traspasas el centro de la tierra, taladras recto hasta el centro sin vacilar, esa ciudad aparece, la diferencia horaria allí exactamente doce horas menos, la estación exactamente medio año atrás de modo que aquella ciudad es ahora una tarde de otoño, como si siguiéramos en silencio a alguien a quien la ciudad sigue detrás de la mía, para cruzar la noche para cruzar el invierno espero en silencio, mientras mi ciudad deja atrás a aquella como alguien que te adelanta en silencio

3.

Dentro del espejo el invierno está esperando
Un lugar frío
Un lugar totalmente frío
tan frío
que los objetos no pueden temblar
tu cara (congelada una vez)
no puede hacerse añicos
No extiendo mi mano
tú tampoco
quieres extender la mano
Un lugar frío
Un lugar que se mantiene frío
tan frío
que las pupilas no pueden vacilar
los párpados
no saben cómo cerrarse (juntos)
Dentro del espejo
el invierno espera y
dentro del espejo
no puedo evitar tus ojos y
tú no quieres extender la mano

4.

Dijeron que volaríamos durante un día entero.
Dobla bien veinticuatro horas métetelas en la boca y
entra en el espejo dijeron.
Cuando haya deshecho el equipaje en una habitación de esa ciudad
debería tomarme un momento para lavarme la cara.
Si el sufrimiento de esta ciudad en silencio me sobrepasa
en silencio me quedaré rezagada y
cuando no estés mirándola durante un instante
me apoyaré en la espalda escarchada del espejo
y canturrearé despreocupada.
Hasta que, habiendo doblado bien veinticuatro horas
y habiéndolas escupido empujadas por tu lengua caliente
vuelvas y me observes

5.

Mis ojos son dos cabos de vela que deslizan gotas de cera mientras consumen la mecha, no es abrasador ni doloroso, dicen que el temblor del núcleo de la llama azulada es el advenimiento de las almas, las almas se sientan en mis ojos y tiemblan, canturrean, la llama externa que se balancea en la distancia oscila para llegar más lejos, mañana partes hacia la ciudad más lejana, aquí estoy yo ardiendo, ahora pones las manos en la tumba del vacío y esperas, la memoria te muerde los dedos como una serpiente, no te abrasas ni te duele, tu inquebrantable rostro no se quema ni se hace añicos.

 

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