Las proezas de Hércules no se reducen a los famosos doce trabajos con que la diosa Hera quiso castigarlo por ser hijo ilegitimo de Zeus, su marido. Este héroe sobrehumano moverá la primera guerra de Troya, se dejará seducir por princesas hechiceras, se enfrentará a los malhechores más viles y destructivos, y por su decisiva participación en la guerra entra Olímpicos y los Gigantes, gozará de una apoteosis que lo elevará a lo más alto del monte sagrado, junto a las divinidades. Hércules es el superhéroe de la Antigüedad, y fue admirado por todos los niños y los jóvenes griegos, que soñaban con emular sus hazañas. Más ricas que las modernas aventuras de los personajes superdotados, sus gestas fueron cantadas en todo el mundo heleno y crearon una identidad entre sus oyentes.
HERCULES
Heracles, Héracles (en griego antiguo Ἡρακλῆς [Hēraklḗs], del nombre de la diosa Hēra, y kleos, ‘gloria’, es decir ‘gloria de Hera’) o Hércules (en la mitología romana) era un héroe de la mitología griega. Era hijo de Zeus y Alcmena, una reina mortal, hijo adoptivo de Anfitrión y bisnieto de Perseo por la línea materna. Recibió al nacer el nombre de Alceo o Alcides, en honor a su abuelo Alceo (Ἀλκαῖος, Alkaios); si bien esta misma palabra evoca la idea de fortaleza (griego ἀλκή). Fue en su edad adulta cuando recibió el nombre con que se lo conoce, impuesto por Apolo, a través de la Pitia, para indicar su condición de servidor de la diosa Hera. En Roma, así como en Europa Occidental, es más conocido como Hércules y algunos emperadores romanos ―entre ellos Cómodo y Maximiano― se identificaron con su figura.
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Autor(es): Héctor Olivos
Editorial: EMSE EDAPP
Páginas: 125
Tamaño: 17 x 24 cm.