jueves, 6 de agosto de 2020

Poeta 537: Arequipa de Porfirio Mamani Macedo

PORFIRIO MAMANI MACEDO

Poeta y escritor peruano, nacido en Arequipa (Perú) en 1963. Doctor en Letras en la Universidad de la Sorbona, se graduó también de abogado en la Universidad Católica de Santa María, e hizo estudios de Literatura en la Universidad de San Agustín (Arequipa) y en la Sorbona. Ha publicado poemas y cuentos en varias revistas en Europa, Estados Unidos, Canada y Latinoamérica. Entre sus obras destacan Ecos de la Memoria (Poesía, 1988), Les Vigies (Cuentos, 1997), Voz a orillas de un río/Voix sur les rives d'un fleuve (Poesía, 2002), Le jardin el l’oubli (Novela, 2002), Más allá del día/Au-delà du jour (Poemas en prosa, 2000), Flora Tristan: La paria et la femme étrangère dans son oeuvre (Ensayo, 2003), Voz más allá de lasfronteras/Voix au-delà des frontières (Poesía, 2003) y Un verano en voz alta/Un été à voix haute (Poesía, 2004). Ha enseñado en varias universidades francesas y actualmente reside en París y enseña en la Universidad de Picardie Jules Verne.

AREQUIPA

En el fondo de mi pecho vives
intacta como remota esperanza
porque estoy hecho de esa tierra,
bañado por ese sol y ese río de eternas melodías,
que llevo yo en mis ojos negros,
para no sentirme tan lejos y tan solo,
como otros llevan su sombra y su destino.

Hoy, mañana y siempre, en silencio te recuerdo
como aroma dulce del terrestre suelo.
Al cerrar mis ojos veo el Misti,
bajo un cielo azul y estrellas que me guían.
Al abrir mis ojos veo el río,
hacia él desciendo como riachuelo herido
para mojar mis penas y limpiar mis ojos.

Sueño en el regazo de tus verdes campos,
mecido por el aire de los días y las noches,
aquellas que yo no tengo aquí,
en esta tierra hostil que me abraza,
con sus uñas blancas y su bastón enfermo.

Heme aquí sentado a orillas de otro río,
escribiendo tu nombre en estas aguas y este aire
para que los vientos lo dispersen, en el universo todo,
y otros causes infinitos, lo rieguen por el mundo entero.

Y no estas aquí conmigo a mi lado, bajo este cielo gris
que raspa mis sueños, y los sueños de otras gentes.
Pero estas aquí, en mi frente peregrina,
enviandome energía para seguir en el camino.
Y en este día, grande como un sueño,
revigoriza tu rebelde voz,
y afirmate por siempre en la tierra,
para defenderte del silencio y del olvido.

Fuente: http://letrasdeporfirio.blogspot.com
París, agosto, 2007

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