domingo, 5 de enero de 2020

Podcast La ContraHistoria: E Pluribus Unum






Vimos en el capítulo anterior las causas que llevaron a la guerra de secesión estadounidense o, mejor dicho, a la secesión y, como consecuencia, a la guerra. Vimos también como en 1860 el país estaba fracturado y en muchos aspectos se trataba ya de dos países que recelaban el uno del otro. El norte y el sur diferían mucho en cuanto a estructura económica. El primero estaba industrializándose a gran velocidad y buscaba la protección del Gobierno, el segundo era agrario y librecambista.

Pero la causa de la secesión fue la espinosa cuestión de la esclavitud, algo de lo que se llevaba décadas debatiendo, desde el mismo nacimiento de Estados Unidos en 1776, pero no habían conseguido ponerse de acuerdo. Durante las primeras décadas del siglo trataron de llegar a una serie de compromisos para mantener el equilibrio entre Estados esclavistas y Estados libres, pero en 1860 la esclavitud era ya cosa del pasado. Se estaba aboliendo en todo Occidente y no podía durar mucho más.

Fue ese y no otro el disparador de la secesión de Carolina del Sur el 24 de diciembre de 1860, sólo mes y medio después de las elecciones presidenciales que había ganado Abraham Lincoln. Tras Carolina del Sur otros Estados se apuntaron a la aventura constituyendo los Estados Federados de América. En ese punto la guerra era ya cuestión de tiempo, de poco tiempo.

Una guerra que la Confederación tenía perdida de antemano porque los unionistas eran más y tenían mejores armas. Pero no fue una guerra corta tal y como Lincoln imaginó al principio. Duró cuatro interminables años y fue extremadamente sangrienta. Segó la vida de más de 600.000 personas incluyendo la del propio presidente, que fue asesinado en un teatro de Washington una semana después de la rendición sudista.


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